CANCIÓN DE AMOR

CAPÍTULO 1

PRESENTE
Me gustaría empezar mencionando que no tengo idea de como terminará esta historia, su respuesta será la que marcará nuestro destino, está llena de mucho sentimiento, así empieza todo...

AÑO 2017
Les hablaré un poco de mí, soy Ana Pit, tengo 15 años, mido 1,65cm, mis ojos y mi cabello ondulado son cafés, uso lentes, Brackets y por cuestiones personales mi vida ha sido un poco complicado basándome en relaciones amorosas , después de que viví una experiencia religiosa decidida a hacer las cosas mejores, quería solo enfocarme en mi y mi futuro, hasta que lo conocí, puso mi mundo de cabeza, empecemos con esta historia...

*Me llega un mensaje a Messenger de un tal José Jara* - Hola Ana, mucho gusto, fui compañero de tu hermano mayor, te escribo porque estoy organizando con mi banda un evento, un tributo a la agrupación Maná y tu primo Enrique nos mencionaron a todos que cantabas, quería saber si estás dispuesta a formar parte de nosotros, nuestra agrupación se llama Dayles, ¿me confirmas por favor?
- Hola, mucho gusto, claro que sí pero como soy menor de edad tienes que venir a pedirle permiso a mis padres si no te molesta.
- No hay problema justo esta noche tenemos un acústico con nuestro cantante y queremos escucharte.

Después de hablar con mi papá sobre el tema, me alisté, me puse un blue jean, convers blancas, blusa palo rosa, me hice una trenza y me coloqué mis lentes de contacto verdes con medida para no usar lentes normales. Luego del permiso veo que hay un carro con personas dentro, y un chico alto volviendo a tocar el timbre...

-Hola – saludo desde lejos
-Hola - nuestras miradas hicieron ese clic que estuve impidiendo por mucho tiempo con alguien, aproveché esos segundos para verlo bien, sus ojos y cabello ondulado cafés, su nariz es muy linda y su forma de vestir de jeans, lonas y camiseta le queda muy bien, desvié la mirada, pero mi corazón latía a mil por hora. Subo al carro y me encuentro con 3 chicos más, José me presentó a cada uno, Ken un chico que ya conocía de antes y decía ser cantante pero no me parece, Galo el de los ojitos claros, Antonio muy simpaticón, ellos son guitarristas y al final Marvin, el chico alto de 24 años que saludé afuera que al parecer es el cantante de la banda.

Llegamos al lugar de la presentación, muy lujosa por cierto y todos muy elegantes reunidos en un centro de mesa esperando la comida. José se bajó del carro y todos colocaron su mirada en mi mientras Marvin me decía que cantara una canción acapella para escucharme, empiezo a cantar y al final todos me hicieron sentir muy bien con sus comentarios positivos, pero hubo algo extraño, la mirada de Marvin cambió, pasó de ser curiosa a confundida...

Subimos y nuestra primera canción, la canción con la que sorprendería a este chico era Fuiste tú (de Ricardo Arjona con Gaby Moreno) , esta canción no marcaría nuestra historia, sino marcaría la unión de nuestras voces, esta canción fue la prueba de nuestro nivel de conexión vocal y sentimental, vi lo sorprendido que estaba en sus ojos, he cantado a dúo con otros cantantes pero jamás he logrado tener esa conexión como con él, cuando cantamos me encanta analizarlo, ver sus labios, apreciar su voz y lo que más me gusta es verlo a los ojos, es como si me pidieran que jamás nos alejemos, no conozco a este chico y ya no quiero separarme nunca de este sentimiento, en ese momento me dije: (Ana, estás en grabes, muy grabes problemas, ¡maldición!).

Yo he estado impidiendo no involucrarme sentimentalmente con nadie en estos momentos, y como idiota que soy con relaciones amorosas lo primero que hice fue decepcionarlo, este chico Ken desde que me vio ha tratado de coquetearme, en estos momentos estaba tan ebrio de vino, y me pegué a él, dejé que me abrazara y me besara, que asco, supongo que al final he roto algo de acercamiento entre Marvin y yo.

Al llegar a casa y encerrarme en mi cuarto no dejaba de pensar en la experiencia que he tenido, nuestras voces, nuestras miradas y la gran cagada que había hecho. -Soy una mierda... - exclamé, y me fui a dormir soñando con unos ojos cafés que me rogaban que no me alejara.