4. Preparaciones

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A la mañana siguiente Dorothy entró a la habitación, pero grande fue su susto...



Minutos antes

'Debo despertar a su Alteza. Además hoy habrá una fiesta, seguro lo olvidó; después de todo no es de su total interés'

En cuanto entró a la habitación no se percató de que Ignis estaba ahí, y el por educación le dijo:

-Buenos días, ¿Eres Dorothy-...?

Dorothy- gritó tan fuerte que Selena se despertó de un salto

-¿Qué pasa, Dorothy? - dijo mirando a Ignis y Dorothy alternativamente

-Discúlpeme, me asusté

-Yo sólo la saludé. No me mire a mí

'Estos dos .... Cierto que tengo que presentarlos'

-Ignis, ella es Dorothy; mi criada personal. Y Dorothy, él es Ignis; mi escolta personal

'Ambos son exclusivamente usados por mí. Eso sonó como si fueran objetos...'

-Un gusto, Dorothy - dijo mientras le ofrecía su mano

-El gusto es mío, Ignis - respondió mientras la estrechaba -

'La próxima vez será mejor mirar a todos lados antes de hacer mis deberes' - pensó con arrepentimiento

-Bueno, Dorothy. Ahora que estoy despierta, ¿Puedes decirme qué hay que hacer hoy? Creo que estoy olvidando algo pero no sé qué.

-Esta noche hay una fiesta en el palacio principal, y usted debe asistir

-¿Escuchaste eso, Ignis? - dijo con una sonrisa un tanto maliciosa y continuó:  - Ya que eres mi escolta debes acompañarme.

'Algo debe estar planeando. Es bastante extraño que le emocione ir a esa fiesta, o que por lo menos no haya dicho que no quería ir.' - fue el pensamiento de Dorothy que ya sospechaba que algo extraño pasaba

-Por supuesto, después de todo soy su guardia.

-También tienen que tomarte las medidas. Ese viejo uniforme de soldado no funcionará

-Si me permite, primero quisiera volver a casa para arreglar algunos asuntos

-¿Qué clase de asuntos?

-Quiero ver a mi padre, pues por lo visto hoy no podré verlo en la noche y me preocupa mi hermano (.)

-Está bien. Ve pero no tardes demasiado, pronto llamaré a los sastres

-Gracias, su Alteza. - dijo mientras hacía una reverencia

***
En un callejón algo oscuro se encuentran varios hombres, en sus rostros se nota que no están muy contentos

Entonces llega un hombre con una capa algo gastada:

-Bueno, hora de que pagues la apuesta - dijo con una sonrisa el hombre

-No puedo creerlo. - fueron las palabras de un joven de aparentemente 18 años

-Eres un maldito idiota. Primero mira si puedes ganar antes de apostar - dijo otro mientras le bajaba la cabeza con rabia

El hombre encapuchado se fue mientras los otros discutían e insultaban al más joven



-Finalmente. Ahora voy a avisarle a Celestine - Ignis dijo para sí mismo mientras caminaba rápidamente hacía su casa

***
En la casa  de los Evan

El Secreto de la PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora