Las perlas negras

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En Tamaulipas hay una cueva y en ella una caja hecha de oro, llena de perlas negras. Es el tesoro que muchos han querido encontrar, porque, según la leyenda, si un hombre se hace un collar de esas perlas, "tendrá fortuna, suerte y a la mujer más bella de esta tierra".
Es muy difícil encontrarla y hay rumores de que las perlas están custodiadas por uno de los peores demonios. Muchos han intentado encontrarlas, pero la mayoría regresaron con las manos vacías. Hubo otros que finalmente dieron con el lugar, sin embargo jamás han regresado para contar su historia. Sólo hay un testimonio y es el de Katya, la mujer de Arturo, quien hace años decidió buscar el tesoro y cumplir todos sus perversos deseos. Él era un hombre lleno de maldad. Obligó a su esposa a que lo acompañara y viajaron durante dos meses, adentrándose en los sitios mas recónditos de Tamaulipas. Hasta que, una noche, Arturo vio entre los arbustos algo que podía ser la cueva encantada. Cobardemente empujó a Katya para que viera si ese era el lugar. La mujer, temblando de miedo fue hasta ahí porque no le quedaba de otra. Efectivamente habían dado con el lugar y Arturo rió de gusto imaginándose todas las riquezas que pronto serían de su propiedad. Jaló a su mujer y los dos entraron a la negrura de ese lugar. Olía a muerte y al más espantoso de los horrores, pero él no iba a desistir.
En su camino se cruzó un enorme murciélago que golpeó con sus alas el rostro de Katya. Arturo sacó su rifle, pero antes de que pudiera disparar, el murciélago cobró forma humana.
Era una anciana, que sonrío malévola y dijo que Arturo sería el candidato perfecto para el tesoro.
"Sólo tienes que pasar una prueba" -añadió a grandes carcajadas-
"Cuando llegues al lugar, en la pared habrá una huella de una mano con tres dedos. Esa es la señal de mi amo y señor, Satán, tienes que colocar tu palma sobre la huella y verás si eres bien recibido.
Poco tiempo después Arturo vio la seña. Quiso obligar a Katya a que pusiera su mano, pero ella astutamente le dijo, que entonces el tesoro sería suyo.
El malvado hombre, temeroso hizo lo que le había dicho la anciana y entonces la cueva retumbó, miles de voces bramaron al unísono y luego la pared se derrumbó mientras ríos de sangre salían de ella.
Entonces sus ojos brillaron, muy cerca de él estaba la caja de oro. Corrió hacía ella, la abrió y gritó emocionado al ver sus anheladas perlas negras. Morbosamente tocó una por una y luego le ordenó a su mujer que las uniera en un hermoso collar. Cuando estuvo listo, Arturo lo tomó entre sus manos, se lo colocó en el cuello y... ante él apareció la mujer más hermosa de esta tierra, el perverso hombre se echó encima de ella diciendo que era suya y que podía hacerle lo que le placiera.
Katya vio como aquellas perlas se derretían, mientras la hermosa mujer reía. Las perlas estaban burbujeando, atravesando el cuello de Arturo quemándolo por dentro, entonces se dió cuenta que su fortuna era chapopote con azufre, un truco del demonio para capturar gente malvada. El cuerpo de Arturo ardía sin piedad, mientras, Katya comenzó a retroceder. Tuvo suerte y salió con vida, ahora cuenta la historia a todos...
Su advertencia le a salvado la vida a muchos....

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