3._Historia

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Sour no fue llamado por su ama así que descendió al fondo de esa estructura en forma de cilindro. Cuando los pies de Noir tocaron el fondo sus piernas se doblaron y quedó de rodillas ahí viendo a su alrededor con mucha curiosidad. El cetro del ángel emitía un poco de luz y cuando él quedó de pie a su costado, Noir pudo apreciar mejor los dibujos que había en las paredes.

-¿Qué tipo de lugar es este?- se preguntó al alzar su baculo para ver mejor las decenas de pinturas en los muros.

-Mi mamá me traía aquí a veces- le dijo Noir poniéndose de pie- Pero hace mucho de eso.

Noir comenzó a caminar sin despegar los ojos de los muros. En ellos se mostraba un cielo nocturno que se iba abriendo hacia el vacío del espacio, enseñando vías lácteas y galaxias. Pero lo que cautivo el interés de Sour fueron los dibujos de lo que parecía una antigua civilización adorando a la luna.

-Mamá decía que hace muchos, mucho antes que nuestro mundo fuera un solo continente, el mar era soberbio y bravo como una fiera salvaje- le dijo la chica al poner su mano en la pared- Entonces existian muchas, pero muchas islas. Aunque la mayoría de ellas terminó siendo devorada por el océano. Las personas tenían que ir de una isla a otra para escapar de las grandes olas que tragaban la tierra, eso hasta que un día un dios bajo del cielo para dar una solución a ese problema.

Sour oyó aquella pequeña historia con los ojos clavados en la espalda de Noir.

-¿Cuál fue esa solución?- le consulto el ángel a la muchacha que se giro a él un poco sorprendida con la pregunta. Pareció pensarlo un poco, pero no dió con la  respuesta.

-No recuerdo- admitió Noir encogiéndose de hombros- No... hay cosas que no recuerdo, pero sé que hay una salida...¿o no?

El titubeante ánimo de la muchacha hizo a Sour desviar un poco su atención de ella que se quedó mirando sus pies, como si allí hubiera habido algún indicio de lo que no podía encontrar en su memoria. El ángel se giró, lentamente, a un costado levantando su cetro para poder iluminar mejor aquella estancia de roca oscura. Una débil corriente de aire soplaba desde la izquierda y muchas goteras caían sobre los adoquines que estaban húmedos y cubiertos de musgos. Había también arañas e insectos de color blanco que deambulaban por las paredes y se alejaban de la luz emitiendo sonidos un tanto molestos.

-Noir- la llamó Sour al volver a su postura inicial. La chica lo miró con una expresión ingenua, pero todavía bastante confundida- Dijiste que la señora Jerez destruyó a tu madre. ¿Podrías contarme cómo sucedió?

La chica hundió un poco la cabeza entre los hombros y puso las manos tras su espalda. No le contesto y se echó a correr en la misma dirección que soplaba la corriente de aire. Sour la llamó, pero ella no lo escuchó y se perdió en la oscuridad.

-Es difícil que las chicas de su edad te presten atención- le dijo la diosa a su asistente mientras descendía hacia esa cámara.

Sour subió la mirada hasta su ama que se quedó flotando unos metros por encima de él. Estaba observando las paredes con mucha atención. El ángel subió para brindarle luz sin hacer un solo sonido. Las goteras sobre los adoquines sonaban entre las frías paredes llenando el lugar con una música incesante que sonaba primitiva.

-Señora Jerez... Esa muchacha es...- le hablo Sour con un poco de timidez o eso pareció.

La diosa se giro a verle y poniendo las manos en sus caderas esbozo una sonrisa.

-Debe ser destruida- le respondió Jerez y se acercó tanto a su ángel que su nariz casi tocó la de él- Hmm está es la primera vez que te veo interesarte en alguien, Sour querido.

 Mangata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora