31 de enero
Hoy lo acompañé hasta su casa. Nadie sabe cuánto lo quiero.
Salieron. Habían estado toda la mañana sentados en su banca, y por la tarde, se habían bañado juntos. Ahora, él la acompañaba hasta su casa por primera vez. Harry se moría de miedo de que su hermano le acusara con su mamá. Louis también tenía miedo. «Ese mocoso es una pesadilla», pensaba, pero al mismo tiempo se sentía feliz de acompañarla. ¡Cuánto lo quería mientras caminaba a su lado! Lo veía con su traje blanco y sus zapatos blancos, y eso de que fuera hijo de austriacos le parecía la cosa mas exótica del mundo. Lo adoraba mientras lo miraba de perfil y comprobaba que su nariz era muy linda, y que tenía las manos muy blancas y limpias. Adoraba el movimiento de sus pies al caminar. «Es lindo. Debe ser buenísimo. Parece un pato». Y desde entonces la llamó «pato», y a el no le molestaba porque le gustaban los patos, y le gustaban las bromas. Lo adoraba cuando se reía, y se le arrugaba la nariz: «Es tan lindo». Al llegar a una esquina, Harry le señaló su casa, y le dijo que era mejor que se despidieran allí. Louis le confesó que ya conocía la casa, y que lo había seguido un día. El sonrió, y le dijo que mañana también iría a la piscina.
ESTÁS LEYENDO
Una mano en las cuerdas - L.S
FanfictionUna historia que nos muestra a Louis un adolescente quejándose del protocolo impuesto por la sociedad joven de esa época, que establecía una serie de pasos para iniciar una relacion. El primer amor de Louis, como inicia su vida amorosa y la espontan...