Esa noche, Namjoon estaba de hecho esperándolo cuando terminó su turno. Soobin ya había sido recogido por su papá hacía tiempo y estaba probablemente en la cama cuando sonó el teléfono de Seokjin mientras se estaba cambiando.
—¿Puedes venir al ático? Quiero verte. ¿Tienes hambre? —La voz de Namjoon era ronca y Seokjin comenzó a preguntarse si estaba hablando de comida.
—Puedo y lo estoy, pero no salgas de tu camino. Estaré simplemente feliz de pasar tiempo contigo — Seokjin no se molestó en darle vueltas al asunto.
Quería que Namjoon supiera que estaba interesado en tomar su... no sabía si podría llamarse una relación... tal vez más tarde. Sólo sabía que quería sus manos sobre Namjoon y viceversa. Tanto así que tuvo que recordarse a sí mismo que el ascensor no estaba tomando más tiempo de lo habitual para llegar, solo se sentía como eso. Y chico, conseguiría lo que quería.
— Soobin está dormido. Tengo algunos bocadillos para ti, para más adelante. Ahora mismo, te necesito.
Seokjin respondió caminando directo a los brazos de Namjoon, la cabeza inclinada ofreciendo su boca.
Namjoon tomó la boca de Seokjin con toda la pasión que se había acumulado durante la última semana de querer y no tener. Seokjin sabía eso, porque sentía lo mismo.
Se empujó contra Namjoon, con ganas de estar más cerca del fuerte calor que lo atraía como un imán a las virutas de hierro. Namjoon se alejó y la decepción de Seokjin debió haberse mostrado en su rostro ya que Namjoon se rio entre dientes.
— Vamos. No quiero que Soobin se despierte y venga a buscarnos. Quiero una puerta cerrada y a ti desnudo. — Dudó. —¿Es demasiado?
—Mmm, no todavía. Muéstrame el camino — Seokjin dejó que Namjoon tomara su mano y lo llevara por un pasillo que se había vuelto familiar, por todo el tiempo que había pasado en el ático con Namjoon. Ahora, toda su atención se centró en la mano que sostenía y en el excitante cuerpo que le seguía.
Seokjin entró en la habitación y se movió a un lado, mientras Namjoon cerraba la puerta. Entonces Namjoon se volvió hacia él y le susurró —Todavía tengo un monitor para poder oír si Soobin se despierta. Aparte de eso solo somos tú y yo. Finalmente.
Seokjin no dijo nada, ni verbalmente. Alargó la mano hacia los botones de la camisa de Namjoon y comenzó a abrirlos, consiguiendo su primer vistazo del cuerpo de Namjoon. Había suficiente vello en el pecho para que fuera sexy sin ser una alfombra de lana. Seokjin mostró su aprecio al inclinarse para
lamer primero un pezón y luego el otro. Le gustaba el sonido de la respiración contenida de Namjoon y el modo como le agarró la cabeza, sosteniéndolo en su lugar.—Mmm, Seokjin, se siente tan bien —murmuró Namjoon cuando los labios de Seokjin se arrastraron hacia arriba hasta el cuello, estableciéndose detrás de su oreja.