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Lo primero que siento al despertar es un dolor punzante en mi cabeza.

Dios, ojalá que la persona que invento las bebidas alcohólicas esté sufriendo en estos momentos.

Trato de levantarme de la cama para ir al baño porque las tremendas ganas de mear superan a mi insoportable dolor de cabeza.

Odio las resacas. Es por eso que no bebo alcohol.

Cuando termino me labo las manos y la cara para tratar de despejar mi malestar una vez limpio mi mirada se dirige al espejo frente a mi.

Me reflejo muestra cansancio,  realmente no es una vista muy bonita la que tengo en frente.

Los recuerdos de la noche anterior me atrapan.

¿Jungkook me beso? El lo hizo y eso quiere decir ¿Que significa exactamente?

Las lágrimas se asoman. Me siento tan frustrado y confundido, saber que estoy en su casa en medio de su baño me hace sentir pequeñito.

Jungkook puede ser cruel, Jungkook no tiene filtro y daña con las palabras. Esa es una de las razones por las cuales no le e dicho lo enamorado que estoy de él.

Tengo miedo.

Pero el ayer me beso.

Aun puedo sentir sus labios cálidos envolver los míos, puede sentir los temblores de su cuerpo.

- Despertaste - abro los ojos al escuchar su voz puedo ver su reflejo en el espejo, él está apoyado en el marco de la puerta mirándome - Tu guardaespaldas llamo, hoy tienes que hacer una sesión de fotos  me dijo que lo esperes listo en veinte minutos llegan.

Lo dice totalmente serio, su rostro no refleja emociones. Eso hace que las pequeñas esperanzas que empezaban a florecer en mi sean arrancadas de raíz.

Suelto un suspiro cansado.

- Bien, gracias - le digo en un susurro

Jungkook asiente con la cabeza y se da la vuelta para salir del baño.

Solo una decisión puede cambiar tú vida, anoche yo tomé la decisión de besarle y él me correspondió. Él tomó la decisión de volver a besarme.

Me doy la vuelta y corro en dirección por donde Jungkook se fue, cuando lo alcanzó lo tomó del brazo haciendo que volteé hacia mi.

Sus ojos grandes me miran con sorpresa.

Y yo le brindo una sonrisa. Con mi otra mano agarro su cintura y lo atraigo a mi cuerpo con brusquedad, oigo como suelta un chillido de sorpresa.

Con voz muy calmada le digo:

- Las decisiones tienen consecuencias bebé.

No espero respuesta, solo junto nuestros labios.

¿Dónde está mi bebé?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora