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Dos horas han pasado desde que salí del departamento de Jungkook.

Y aún no me saco de la cabeza el rostro de Jungkook cuando nos interrumpió el timbre avisando que ya habían llegado por mi.

Jungkook tenía los ojos llorosos, se veía tan frágil como la primera vez que lo vi.

Pude ver el miedo en su rostro, no pude ni siquiera reaccionar cuando Jungkook se fue corriendo a su habitación, no importo cuantas veces lo llamara el no me abrió la puerta.

Tal vez cruce el límite.

Joder, que horrible es esto porque los seres humanos somos tan complicados.

- Tienes el resto del día libre, ¿te llevo a casa? - pregunta Minjo mi guardaespaldas.

Estoy apunto de afirmar que si pero en eso puedo ver a Jungkook caminando por uno de los pasillos, por el camino que toma puedo concluir que se dirige a su estudio.

Me lo pienso.

Realmente lo pienso.

- No, ve a tú a casa Minjo nos vemos.

Son las palabras que digo para después salir corriendo para alcanzar a Jungkook.

Es ahora o nunca.

Debo decir lo que llevo sintiendo desde hace siete años

¿Dónde está mi bebé?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora