Extraño Sentimiento.

Capitulo 6: Colapso.

¿Cómo habían llegado a este punto? ¿Realmente seguía siendo débil?, las dudas que alguna vez juro dejar de lado estaban de vuelta, ¿Qué debía hacer?, ahora estaban en esta situación por su debilidad, nuevamente se sugestionó sobre su debilidad, dudo de su fuerza y los recuerdos de aquella guerra lo golpearon fuertemente, físicamente estaba bien, mentalmente estaba fuera de juego, no había otro camino más que la muerte, su vida, en palabras simples había sido reconfortante, no tenía más que hacer. Dejo de mirar con malos ojos la muerte, tal vez si moría podría volver a ver a Ace, tal vez reencontrarse en el más allá con sabo y platicar sobre lo duro que había sido.

Se sentía patético, se sentía cansado, nuevamente ese sentimiento, nuevamente aquel extraño sentir, los latidos de su corazón comenzaban a hacerse más fuerte, más rápidos y como producto final, dejo de latir. Había paz, una tranquilidad indescifrable ¿Esto era morir?, se sentía como estar en un gran mar flotando, su mirada fría veía la oscuridad que cubría todo lo que parecía un gran mar.

Los malos recuerdos inundaron su cabeza, nuevamente ese sentimiento, ahora lo sabía, era dolor, era su corazón, mente agonizando, suplicando ayuda, deseando Amor.

—Yo igual Te Amo—

Palabras breves, pero que llevaban todo aquel sentimiento, sintió calor a pesar de estar nadando en un masivo mar oscuro, se rompió la oscuridad, o eso parecía suceder ¿Por qué debía morir?, finalmente se retracto de sus deseos suicidas, ahora tenia a sus Nakamas no estaba solo, ahora tenía Amor. Finalmente lucho contra el mar sin ganar, cruelmente se hundió, su respiración se cortó, sintió miedo, arrepentimiento, egoísmo, la breve imagen de una chica pelinaranja, esa chica que había salvado y de la que se había enamorado, pidió ayuda, suplico ser salvado. No deseaba Morir.

«Oye Luffy»

Una voz llena de miedo le llamaba, su mirada perdida en la nada, en esos momentos había desistido, se odiaba.

«Por favor, Luffy despierta»

No eran suplicas, era una orden, una orden llena de dolor y miedo ¿Quién era?, no lograba distinguir aquella voz entre tanta agua.

—Si haces que pierda su sonrisa, iré yo mismo y te matare—

Una promesa ¿Por qué venia eso a su mente?

«Por favor, despierta te suplico»

«Luffy...»

No eran simples suplicas, alguien realmente quería que despertara, pero ya no había vuelta atrás, cuando mueres toda esperanza de vida se esfumaba, pero esta no era la ocasión, golpes se escucharon, abrió los ojos nuevamente su corazón latia, ahora debía salir, ahora debía vivir.

—Tal vez, no deba dudar al matarte—

Pensar en su capitán realmente serio era casi imposible, pero allí estaba la prueba de que eso no era imposible, esa mirada que habitualmente veían en los villanos, una frialdad indescriptible. En un rápido movimiento se safo del agarre que el segundo al mando tenia en él, la tensión se hizo presente en aquella playa, la oscuridad y la iluminación de esas antorchas.

—Hmph—El supernova pelirojo se levanto de aquel trono hecho completamente de armas y metal—¿Por qué esa frialdad en tu mirada, Mugiwara? —Pregunto.

—Da igual mi mirada—Evito la pregunta, se incorporo y lo miro—Tuviste los huevos de tocar a mis Nakamas—Se detuvo para ver a sus nakamas, Zoro amarrado y sin sus Katanas, los usuarios de las Akuma no mi esposados con la piedra del mar, Ussop y Frankie noqueados y en el suelo tirados.

—No hablare, simplemente te romperé el culo—Nuevamente hablo, la frialdad en su voz hizo que el supernova se tensara.

—¿Tu?, No me jodas Mugiwara—Exclamo entre risas.