fan ; ym au !

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Suspirando, Jimin decidió rendirse y sentarse en el pasillo a esperar que algo pasara o simplemente descansar unos minutos para seguir buscando alguna salida.

Pensó en que podría llamar a alguien pero cuando sacó su celular notó que no tenía ni siquiera una linea de señal, y faltaba tan solo una hora para el concierto de Yoongi.

Quiso llorar, devastado trató de respirar hondo y acomodarse el pelo ya que había quedado despeinado de tanto correr.

Al pasar de los minutos y mirar sólo a la nada misma, escuchó un ruido.

Se paró de donde estaba sentado y siguió la dirección de donde venía el sonido.

Era como el correr del agua, cuando llegó a una puerta, el sonido se cortó y de nuevo quedó en el silencio.

Giró la cerradura de esa puerta y para su grata sorpresa esta se abrió.

Era una habitación llena de luces, ropa y maquillaje.

No podía ser posible.

No era lo que Jimin estaba pensando.

Simplemente no.

-¿Hola?- dijo una voz gruesa a sus espaldas.

Y toda la espalda de Jimin se tensó.

Se dió vuelta exaltado y ahí estaba él.

Parado en frente suyo.

Ahí estaba Yoongi.

Su querido Yoongi, mirándolo como si de un fantasma se tratara.

-Y-Yoongi...

-Ji-Jimin...- pronunció su nombre el rapero haciendo que la cabeza del más chico de repente diera vueltas.

¿Por que carajo su ídolo había dicho su maldito nombre?

Yoongi al notar lo que dijo se pegó una cachetada mentalmente.

-Tú... S-Sabes mi...- Jimin no pudo terminar la frase por que de tan mareado que se estaba sintiendo se tambaleó sobre sus pies.

Rápidamente Yoongi corrió a sostenerlo y ayudarlo a que se sentara con más cuidado en una silla.

-Tranquilo...- le murmuró despacio.

-Yo... Y-Yo no...entiendo... ¿Como sabes mi nombre?- le preguntó mirándolo confundido.

-Jimin, yo... Necesito que te relajes. ¿Okey?- dijo Yoongi tratando de encontrar las palabras correctas para explicarle el asunto al chico.

-¿Que me relaje?- dijo desesperado. -Estoy en el puto camerino de la persona que más amo en el mundo y que acaba de decir mi nombre. ¡¿Como mierda pretendes que me relaje?!- la mirada de Jimin comenzó a nublarse.

Al notar que Yoongi solo tenía una toalla en su cintura y todo su torso al descubierto en serio sintió que se iba a desmayar.

El mayor agarró su rostro de repente.

-Escucha... Hay algo que debo hablarte, pero... No llores, por favor, me pondré realmente mal si lloras.- le habló de frente acariciando sus suaves pómulos.

Jimin se sentía inexplicablemente raro, como si de un sueño se tratara.

Es decir, había venido a un concierto del amor de su vida, que al final terminó colándose y escapándose de un guardia, perdiéndose en un pasillo ridiculamente inmenso para terminar en frente de su amor, que difícil de ignorar estaba desnudo y lo único que lo tapaba era una toalla en la cintura.

-Espera... Suéltame.- se quitó las manos de Yoongi que sostenían su cara y se paró de la silla.

Comenzó a caminar por la habitación mientras respiraba hondo, no quería sufrir una crisis precisamente en frente de Yoongi.