capitulo 18.

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Seungmin hizo un esfuerzo sobrehumano para reincorporar al rubio que estaba a su lado.

── Ya llegamos, Minho. Ahm, despierta por favor, solo nos tomará unos segundos. ──el pelinegro intentó sacudir el hombro de Lee, mas este ni reaccionaba.

Resignado, Seungmin lo tomó de la muñeca e hizo que el brazo del rubio pasara por atrás de su cuello, para luego llevar su delgada mano hacia la cintura de este. Unos segundos tuvieron que pasar para que por fin pudiera salir del automóvil y, como pudo, se las arregló para pagarle al viejo conductor. Por lo menos pudo soltar un resoplido de alivio al notar que estaban frente al edificio.

✹✹✹

── Dios, por fin. ──introdujo la llave en su puerta principal y la abrió lentamente. Caminó con cuidado hacia su cama y lo dejó recostado. Cuando el peso de sus hombros desapareció, Seungmin estiró levemente su cuello y sus extremidades. Estaba agotado.

Rápidamente se dirigió al baño a cambiarse y lavar su rostro. Solo quería echarse en su preciada cama. Al ingresar nuevamente a la habitación, se sorprendió de ver a Minho sentado pero con los ojos casia punto de cerrarse. Estaba que se caía del sueño.

── ¿Qué haces? Intenta recostarte. ──sugirió mientras guardaba sus prendas en el cajón.

── Pensé uh... que, que te irías. ──y ante lo escuchado Seungmin volvió a rodar los ojos.

── ¿Es que nunca te cansas de decir eso? ──replicó mirándolo fijamente──. No me voy a ir a ningún lado. ──suspiró──. Ahora. ¿Quieres darte una ducha? Va a relajarte y podrás dormir mejor.

── ¿Y ropa? ──Creo que tengo un conjunto deportivo que me queda algo grande, estoy seguro que te quedará mejor a ti.

Seungmin le extendió la mano al rubio para que este se levantara y lo dirigió hacia el baño──. Ahí tengo todos los útiles de aPark que necesites, hay toallas nuevas. Solo espérame un momento mientras traigo ropa.

Minho asintió, lamentándose al sentir que su cabeza dolía a horrores. Se sacó la chaqueta de cuero y luego su camisa de seda, dejando al descubierto su marcado abdomen.

── ¡Aún no te quites la ropa! ──dio un leve salto al escuchar el chillido de Seungmin──. Ten toma esto ──le entregó las prendas mientras desviaba su mirada por completo──, no tardes demasiado que puedes enfermarte. ¡Y tampoco olvides lavarte los dientes! Hay un cepillo nuevo por el lavabo.

Debido a que el rubio estaba bajo los efectos del alcohol, no podía percibir lo malo del asunto. Simplemente se estaba quitando el pantalón y pudo escuchar como el pelinegro cerró la puerta del baño rápidamente.

Seungmin soltó el aire de sus pulmones con lentitud, intentando de alguna manera poder calmarse. Recostó su espalda en la puerta y se maldecía internamente por no poder dejar de pensar en los notorios abdominales de Minho, en lo brillante y bronceada que era su piel.

── Maldita sea. ──siseo, anhelando que los latidos de su corazón dejaran de ser tan fuertes.

✹✹✹

Minho salió del cuarto con el cabello húmedo y la ropa algo ajustada, ceñiéndose a su cuerpo realmente trabajado, gran producto de sus clases de deporte.

El pelinegro contuvo la respiración, quizás por uno segundos, realmente no lo sabía. Y es que ni siquiera pudo conciliar el sueño cuando una pregunta invadió su mente: ¡¿Cómo es que exactamente iban a dormir?!

En su momento, su abdomen se contrajo y expandió levemente sus ojitos en sorpresa. Seungmin jamás había sido tan cercano a una persona, ni siquiera con su propia familia. Y no es como si no los quisiera, simplemente era que no se sentía tan cómodo expresándose con palabras y gestos.

Ahora el asunto era que Minho estaba ahí, con él, en su habitación. ¡Y demonios! ¡Seungmin nunca había pensado que el alguien podía verse tan sexy y atractivo luciendo simple ropa! Ni siquiera se detenía a pensar sobre ello. Sin embargo, esto era totalmente diferente. Era Minho quién lucía aquellas prendas, marcando sus gruesas piernas, sus leves bíceps, su firme pectoral.

── Está mal, muy mal. ──balbuceó.

──¿Uhm? ──inquirió Minho acercándose a la cama, seguía con las mismas ganas de querer dormir y no veía el momento de echarse de una buena vez.

──¿Eh? No, nada.

──¿Podemos dormir ya? ──preguntó otra vez, sentándose al lado de Seungmin.

──¿Podemos?

── Uh... sí, tengo mucho sueño. ──alargó las palabras mientras hacía un puñito con su mano y frotaba sus ojos.

El corazón de Seungmin nunca antes se había sentido tan cálido. Y no pudo evitar alarmarse──. Eh, bueno, yo... yo de repente ya no tengo sueño. ──se excusó──. Sí, eso es, terminaré de hacer una monografía, tu acuéstate si quieres.

El pelinegro se levantó, pero antes de siquiera dar un paso, fue halado de la muñeca. Dejando su rostro muy cerca al del rubio──. No podré dormir sino es contigo. ──balbuceó algo adormilado. Tomando ambas manos de Seungmin y eMinhodose al colchón con el cuerpo del pelinegro encima de él.

Lee trató de tranquilizarse, pero es que la cercanía lo estaba matando de nervios y apreciar el rostro de Minho muy de cerca lo estaba descolocando.

── Eres muy lindo. ──habló Seungmin, pensando erróneamente que eso lo había dicho en su mente distraída.

── Tú también lo eres. ──susurró Minho y, soltando al pelinegro, tomó con una mano su cintura y la otra la llevó hacia su nunca. Haciendo tensar a Seungmin de inmediato. No pasaron muchos segundos para que Minho lo agarrara firmemente.

── Ch-Minho, no ──sus palabras murieron en el aire.

No pasó ni una fracción de segundo para cuando el rubio juntó sus esponjosos labios con los de Seungmin en un suave y lento beso. El pelinegro se quedó totalmente estático, pero sentía que el movimiento era tan dulce y agradable que se dejó llevar, acomodando sus manos en el pecho de Minho, empezando a corresponder aquel cálido ósculo.

Este era su primer beso.

Jamás pensó que lo daría, pero ahí estaba, acariciando sus belfos con los contrarios, degustando el fresco sabor a menta de Minho y disfrutando las suaves caricias de aquellos dedos en la piel de su cintura.

El beso siguió con parsimonia, haciendo que ladearan sus rostros para un mejor contacto. Tan profundo, tan exquisito, tan dulce en aquella madrugada de invierno.

Los segundos pasaron y el ósculo terminó en un chasquido, dejando a un Seungmin sumamente sonrojado y a un Minho totalmente feliz, con una amplia sonrisa abarcando su rostro.

── Tus labios son tan suaves. ──murmuró acariciando con sus dedos el borde de aquellos finos y rosados belfos──. Podría besarte toda mi vida.

Seungmin sonrió totalmente tímido, decidiendo bajar la mirada hacia sus propias manos. El rubio tomó su mentón, haciendo que sus miradas chocaran nuevamente.

── Me gustas, me gustas mucho. ──volvió a repetir y bostezó con lentitud──. ¿Podemos descansar ya? ──sugirió con dulzura, haciendo que Seungmin se recostara a su lado.

El pelinegro emitió un pequeño sonido afirmativo y dejó que Minho se posicionara detrás de él, abrazándose a su cintura y sintiendo el cálido aliento del rubio cerca de su cuello.

── Descansa, Minnie.

Un corto beso en su mejilla fue lo que recibió y sonrió por inercia ante el gesto tan cariñoso y adorable. Llevó sus manos hacia las del rubio y se apegó más a su pecho, sintiendo una gran calidez envolverle.

Sin duda esa madrugada fue diferente a todas las monótonas y aburridas que había tenido antes.

Con Minho siempre era distinto.

✹✹✹

¡gracias por leer! <3

sucker for you ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora