capitulo 22.

213 32 0
                                    

El clima de aquella tarde favorecía para la ocasión. Minho decidió llevar a Seungmin una vez más, en su motocicleta, dándole el casco para que este pudiera protegerse en cualquier caso.

El rubio no podía borrar la sonrisa que tenía plasmada en su rostro, jamás pensó que podía sentirse así de feliz.

Seung simplemente se abrazó a él, rodeando su torso y observando como todo a su alrededor parecía quedarse quieto ante la rapidez en la que Lee manejaba. Nunca antes se había subido aun vehículo individual como ese, pero la sensación era tan fresca y le hacía sentir tan libre que poco a poco empezaba a gustarle.

Unos minutos más faltaron y Minho logró estacionar la moto frente a un pequeño local de heladería. Hace poco había ingresado y tanto la atención como la calidad del producto fueron buenas.

── Llegamos. ──habló con suavidad, esperando a que Seungmin bajara primero.

El pelinegro se sacó el casco y murmurando un gracias se lo volvió a entregar a Minho, quien quedó embobado al ver la carita preciosa que Seungmin poseía.

Min decidió no sacar sus lentes, después de todo no eran tan necesarias ahora que no habían clases de por medio.

── ¿Minho? ──preguntó, topando su mirada accidentalmente con la del rubio. Se avergonzó al darse cuenta que estaba observándolo fijamente──. Minho. ──volvió a pronunciar, tocando levemente su hombro.

── Uh, yo... ──rápidamente parpadeo y moviéndose con nerviosismo, logró caerse de la motocicleta de la que no se había tomado la molestia de levantarse.

── ¡Dios! ¿Estás bien? ──preguntó con preocupación. Yendo hasta su lado y poniéndose de cuclillas.

── S-sí, estoy bien, estoy bien. ──fue lo único que pudo responder al sentir a Seungmin demasiado cerca de él. No podía evitarlo, el pelinegro lograba descolocarlo por completo──. Ah, soy un tonto. ¿Verdad?

── Claro que no. ──negó levemente con la cabeza, un acto completamente tierno para el rubio.

¿Podía derretirse ya?

Minho sentía el dulce perfume que emanaba Seungmin, su angelical rostro estaba tan cerca que lo único que anhelaba era besarlo con lentitud y ternura.

Suspirando con profundidad logró sonreírle levemente, siendo correspondido de manera instantánea y algo apenada. Seungmin sintiendo la tensión, logró levantarse, acomodando su mochila y tomando cierta lejanía al fin. Minho volvió a bajar la mirada, tratando de calmar los leves nervios y no seguir comportándose de manera tan rara.

── Yo creo que eres muy lindo así. ──respondió con voz baja y cuando Minho se reincorporó a su lado, solo volvió a sonreírle.

── Gra-cias. ──logró pronunciar y torpemente colgó el casco en el manubrio de la motocicleta──. Mejor avancemos. ──rodeó la cintura de Seungmin pero sin tocarla exactamente, y con su otro brazo indicó el lugar.

El pelinegro fue el que abrió lentamente la puerta, haciendo que un timbre que yacía colgado en el marco, sonara de manera linda. Minho contempló un par de segundos más el precioso rostro de Seungmin y luego se alejó dándole más espacio, señalando esta vez alguna pequeña mesa del lugar.

Rápidamente una jovencita vino a atenderlos, con una amplia sonrisa y un envase con servilletas adentro.

── Muy buenas tardes para la hermosa pareja. ──comentó con alegría. Haciendo que los rostros de ambos se sonrojaran efusivamente.

── N-no, disculpe. ──intentó hablar Seungmin.

── No se preocupe, aquí respetamos a los clientes porque ellos son nuestra prioridad.

sucker for you ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora