ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟠

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En un Santuario algo alejado del pueblo Verde, se encontraba aquel hechicero de ojos color avellana encerrado en su baño en una esquina de este completamente avergonzado, así como adivinan, por fin había recordado todo lo que hizo en aquella fiesta, específicamente aquel encuentro con aquel de lentes.

Juan: Me quiero matar... -Cubría su rostro con sus manos, no podía creer lo que había hecho.- Te juro, no vuelvo a tomar. -Diría para si mismo mientras que se levantaba, acercándose al lavado para mojarse la cara en intento de enfriar su rostro caliente y sonrojado, quedándose viendo al espejo hasta que la imagen de aquellos hermosos ojos morados aparecía en su mente.- Esos ojos...

. . .

Ya era el día siguiente, Spreen se encontraba desde temprano sentado en su escritorio revisando algunos papeles, Carrera lo había enviado un mensaje que no podría mostrarle aquel pueblo verde porque se había enfermado, se mantenía completamente concentrado hasta que el sonido de aquella campanada lo saco de sus pensamientos.

¡Hora de la Misa!

A aquel azabache ya le habían comunicado sobre aquella misa, así que se levanto de su escritorio para salir de aquel local, no visualizo a ni uno de sus empleados así que sacando alguna conclusión, supuso que se encontraban en camino a aquella misa, así que hizo lo mismo, no tardo mucho en llegar ya que había corrido, por mas que no le interesara, no quería ser lanzado a la lava como le habían advertido, de igual forma quería hablar con el profeta sobre el asunto de las drogas, entrando en aquella iglesia, observando como la gente llegaba de a poco, siendo llamado por Mariana con una de sus manos para que se acercara a ellos.

Mariana: Buenos días, Patrón.

Mayichi: ¡Spreen, buenos días!

Spreen: Hola.

Barca: Vaya, al menos sé un poco mas animado. -Diría llegando para ser recibido por una mirada de aquel azabache.- Era broma, era broma...

Spreen: Más te vale.

Barca: S-si... -Soltaba un suspiro aliviado- Ya hay que sentarnos, va a comenzar y no quiero que nos manden a lava.

Dicho aquellos todos se sentaron en una banca, la misa ya había empezado, Spreen se encontraba perdido en sus pensamientos, la misa era demasiado aburrida, odiaba el hecho que tendría que estar presente todos los días apartir de ahora, casi quedándose dormido.

Profeta: Otra vez tarde, Mago.

Aquella frase llamaría su atención, alzando la mirada para voltear el rostro para ver como aquel mago se encontraba en la entrada de aquella iglesia con la mirada baja.

Profeta: Debería enviarte a la lava como ejemplo para todos de lo que sucede si es que llegan tarde o se desobedece alguna regla, pero solo por esta vez te lo pasaré, siéntate ya. -Diría con su semblante serio para luego así ver como aquel hechicero asentía con la cabeza sin decir nada, yéndose a sentar al lado de Auron.- Bien, podemos proseguir.

La misa paso sin ninguna interrupción, algunos se encontraban dormidos, otros mirando a cualquier parte menos a donde estaba el profeta mientras que otros simplemente murmuraban entre sí.

Profeta: Bien, pueden irse en paz, excepto tú, Spreen, aun tenemos cosas de que hablar. - Soltaba aquel hombre para así retirarse junto con Drako hacía lo que sería una de las habitaciones de la iglesia.

Aquello llamaría la atención de todos, provocando que todos comenzaran a murmurar, el azabache solo asentiria con la cabeza mientras que se levantaba, siendo detenido por Mariana.

Mariana: Patrón, ¿para que lo anda llamando el profeta?

Mayichi: Eso, debe ser porque no se presento, ya se metió en problemas.

Spreen: Lo que sea por el cual me esta llamando no le incumbe a ninguno de ustedes, así que si me permiten. -Diría caminando hacía el profeta, sin antes voltear a verlos.- No se olviden de abrir la polleria y atender a los clientes bien, iré a verificar luego. -Sin mas que decir, se retiraba entrando en aquella habitación dejando a los demás perplejos.

Barca: Spreen a veces me da miedo.

Mayichi: ¿A veces?

Barca: Bueno, la mayor parte del tiempo...pero tiene razón, no es nuestro asunto, no deberíamos de meternos, él se ve capaz de resolver cualquier cosa.

Mariana: Igual no puedo evitar preocuparme, ya sabemos todos como es el profeta.

Mayichi: Si, pero mejor dejarlo ahí, ya vamonos, tenemos que abrir la polleria.

. . .

Spreen: Si quieres ser un poco mas discreto, no deberías de llamarme enfrente de todos. -Bufaba aquel híbrido mientras se cruzaba de brazos.

Profeta: Bueno, de seguro, todos pensaran que es porque no te has presentado, has faltado a todas las misas desde que llegaste Spreen.

Spreen: Estaba ocupado.

Profeta: Aún debo de dejarte un castigo por desobedecer una regla importante de acá.

Spreen: Ponme el castigo que quieras, ahora a lo que venía, ¿supongo que me llamas sobre el tema de las drogas?

Profeta: Así es...nuevos químicos acaban de llegar para la creación de estas, igual hay un recetario para las ya conocidas que te deje ahí. - Diría señalando aquella caja con una gran cantidad de botellas y polvos, junto con una libreta.

Spreen: Dejame ver... -Se acercaba aquella caja para observar que estuviera todos, cargando esta consigo para colocarla en su inventario.- El laboratorio aun no esta listo, pensaba hacerlo debajo de la polleria para no crear sospechas.

Profeta: Igual, aun los comerciantes no exigen nada, así que tienes tiempo, pero espero que tengas todo listo para cuando estos llamen.

Spreen: No se preocupe, acaba de contratar al mejor, claro no olvidemos de mi paga.

Profeta: De eso hablaremos cuando el producto este listo, pero puedes quedarte con parte de la mercancía.

Aquellas palabras harían sonreír al de lentes, asintiendo con la cabeza para luego así retirarse de aquella habitación satisfecho con el trato, apenas llegara a la polleria se pondría a trabajar en aquel laboratorio. Se encontraba ya saliendo de aquella iglesia encontrándose con Auron y Axozer que andaban conversando en la entrada.

Axozer: Eh, mira, es el señor Pollero. - Alzaba la mano, agitando un poco esta en forma de saludo, siendo respondiendo por un gesto de asentimiento por el azabache.-

Auron: Vaya cosa tío, que el profeta te ha llamado, ¿nuevo y ya te meteis en problemas?

Spreen: Nada que no pueda resolver, así que si me permiten, ya me iba. -Diría alejándose de ellos.

Auron: Este tío carga un humor siempre...

Axozer: A mí me parece muy agradable el señor Pollero.

Auron: –Alzaba una ceja para quedarsele viendo, encogiendose de hombros.– Si tú lo dices, aunque hay algo que...no lo sé.

Axozer: ¿Qué cosa?

Auron: Siento que ya conozco a Spreen, o bueno, al menos ya haberlo visto, pero no sé donde o cuando.

𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐆𝐢𝐫𝐚𝐬𝐨𝐥𝐞𝐬 [𝐒𝐩𝐫𝐮𝐚𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora