Era de los gigantes

Capítulo 38: Queja de Gan Zhimian

La broma de Shen Yifei hizo que algunas imágenes "extrañas" pasaran frente a los ojos de los dos.

No importa cuán pura sea la mente de un hombre, su cuerpo no puede controlarse a sí mismo de muchas maneras. En particular, los dos han acumulado una gran cantidad de inventario durante este período de tiempo.

"Cocinaré". Shen Yifei tomó más fideos instantáneos y leche en polvo con pequeñas espinas, y huyó a toda prisa.

Ahora están en la etapa de tomarse de la mano, y Shen Yifei no quiere asustar a Qin Jixun con su fea apariencia expuesta por sus pantalones delgados e imparables.

Pero cuando la figura de Shen Yifei desapareció, detrás de él, Qin Jixun también dejó escapar un suspiro de alivio, pero obviamente estaba un poco arrepentido por la expresión de su rostro: Shen Yifei era como él cuando trabajaba en un restaurante de comida rápida.

Aunque parece alto y fornido, en realidad tiene una personalidad gentil, incluso un niño grande que se siente perdido con respecto al mundo exterior.

Qin Jixun de repente no pudo evitar comenzar a pensar, ¿era demasiado apresurado en su sugerencia de citas? Con tanta prisa, casi se puede decir que aprovechó la sencillez de este grandote.

Después de todo, se puede decir que Shen Yifei fue dejado atrás por todo el mundo humano. Cuando Qin Jixun miró a los ojos de Shen Yifei, pudo ver claramente su confusión e impotencia, así como su fuerte deseo por el mismo tipo.

Ahora es su momento más vulnerable, y para las personas que aparecieron en este momento, debe instintivamente quiere acercarse a la persona que tiene delante. Al igual que un pollito que acaba de romper su caparazón, incluso el enemigo natural que ve a primera vista será considerado como su madre.

¿Podría esta "comunicación" en este momento ser solo un impulso momentáneo?

También sintió que estaba mal que se preocupara por las ganancias y las pérdidas, pero incluso si él era el grupo mayor, tenía más comunicación que Shen Yifei, probablemente debido a la experiencia de ser abandonado. Emocionalmente, nunca ha sido una persona segura de sí misma.

Qin Jixun terminó el último bocado de los fideos crujientes con un poco de melancolía, y desató la primera bolsa de plástico en la caja.

"¡Crack!"

Una pata pequeña y carnosa se estiró, y Qin Jixun miró sin piedad los ojos lamentables de los propietario de Gan Zhimian, Qin Jixun dijo seriamente: "¡No robar!"

Estos alimentos son diferentes a la leche en polvo para bebés, contienen caramelos, chocolate, mucha sal y varios sabores, aditivos alimentarios y conservantes, no importa si la gente está acostumbrada a comerlos, pero puede haber sustancias que sean altamente tóxico para los animales.

¿Quizás la próxima vez debería preguntarle a Shen Yifei si hay comida para perros y gatos en el segundo piso? Esas palabras, deberían dejar que esta bola de pelo luche contra los dientes, ¿verdad?

Gan Zhimian perseveró y volvió a estirar sus garras, pero, por supuesto, todavía lo abofetearon. ¡Estírate de nuevo! ¡Dispara de nuevo!

Y... ¡Finalmente, me enojé! Mostró los dientes y le gritó a Qin Jixun, Qin Jixun todavía estaba un poco cauteloso y corrió hacia él, para una persona que ahora solo tiene un brazo para usar, Gan Zhimian todavía son muy amenazantes, pero Gan Zhimian no corrió, y después de rugir dos veces, de repente se dio la vuelta y corrió hacia la dirección en que se fue Shen Yifei.

No hubo respuesta, otro rugido, Qin Jixun todavía no respondió, o no entendió el significado de su rugido, así que saltó con la cola enojado y desapareció.

Qin Jixun observó cómo la gran cola se movía y desaparecía, frunció el ceño por un momento con dudas en su rostro y de repente sintió una sensación de iluminación.

-- Esa bola de pelo, no va a demandar a Shen Yifei, ¿verdad?

La imagen de Gan Zhimian parado frente a Shen Yifei gritando, bailando y quejándose pasó por su mente, Qin Jixun inmediatamente se echó a reír, aunque le dolían las costillas de reír, realmente no podía parar.

Después de un tiempo, el fuerte aroma hizo que Qin Jixun, que olía galletas y otros alimentos inflados para distinguir si estaban en mal estado, y su nariz estaba adolorida y con picazón, se detuvo de inmediato.