🔭 ⁚ I am my Clé 𖧹 SKZ ¹ ⭑⤶

↬ 03 | Mirror ࿐*:･ﾟ

9 de septiembre del 2017

  Perdió la noción del tiempo cuando lo obligaron a estar dentro de esa habitación más minutos de lo estimado. Tenía suerte de aún recordar su nombre pese a que le querían tener en sus memorias solo su código de identificación.

  Veía su propia imagen sonriente en las pantallas con las que lo tenían encerrado. Esa sonrisa tan falsa que no recordaba cuándo la grabaron. Lo único que sabía era que, al joven que veía a través de las pantallas, no era Seo Changbin.

  Desde que entró a rehabilitación, Changbin se preguntaba por qué no optó por una opción más factible que revelarse al sistema que lo aprisionaba. Se dejó llevar tanto por sus emociones que ahora solo había más preguntas.

  ¿Cuándo realmente pasó? Changbin hasta el momento vivía una vida rutinaria al igual que los demás. Recordaba que un día, de la nada, observó su reflejo frente a un vidrio, en aquel reflejo no vio la sonrisa que veía ahora en las pantallas, vio a alguien que no conocía y entró en confusión.

  «¿Dónde estoy?» «¿Quién soy?»

  —Yo no... No soy yo.

  Cubrió sus ojos, estaba cansado de esa falsa imagen. ¿Dónde se encontraba el espejo que revelaba su verdadero ser? ¿Dónde debía buscarlo? Entraba en una soledad tan desalentadora que, al fin y al cabo, lo único que tenía era a sí mismo, porque cuando se trataba de conseguir respuestas, no había quien lo acompañase.

  De repente, escuchó un ruido metálico que provenía desde el techo. Las pantallas a su alrededor hicieron estática, pero su imagen sonriente no se esfumaba. Changbin sintió la necesidad de golpear todos esos dispositivos aun si eso significaba retrasar su salida de rehabilitación. ¿Qué importaba? Aunque quisieran ocultarle la verdad, él encontraría la respuesta que buscaba.

  Y como si su pensamiento tuviera acción propia, sin previo aviso, todas las luces en la habitación se apagaron.

  La mirada hostil que tenía Changbin cambió a una de confusión y hasta de temor. Se levantó y observó su entorno que apenas era iluminado por una luz exterior desde una ventana pequeña. La puerta estaba cerrada con una contraseña que solo los guardias poseían, pero, al acercarse, con solo girar la manija esta se abrió.

  Salió de la habitación inseguro si era correcto hacerlo. Observó el pasillo en oscuridad y solo los letreros verdes de emergencia entregaban un poco de luminosidad. Esas paredes blancas tan frívolas le causaron más soledad que nunca y no sabía si era correcto moverse o quedarse en esa irritante habitación y lugar.

  Justo en ese entonces, escuchó pasos desde el pasillo de al frente.

  Changbin optó por encerrarse de nuevo, pero la puerta se cerró y no podía abrirse por fuera. Ya era extraño que no hubiera ningún guardia alrededor, quizá hubo un corte de luz y fueron a revisar, ahora regresaban y, si veían a Changbin afuera, sería su fin.

  Trató con toda su fuerza girar esa manija, empujar la puerta o hasta tratar de pensar en otra ruta de escape. No tenía mucho tiempo, los pasos se escuchaban más cerca, y más, y más, y más, y...

  —Tranquilo, no te haré nada.

  Exaltado, Changbin pegó su espalda en la pared y observó a quien le hablaba.

  —Ash, te dije que te quedaras tranquilo —el joven, que cubría su rostro con una capucha, soltó una pequeña risa carismática que confundió a Changbin—. Será peligroso para ambos si nos descubren.

  Las luces seguían cortadas. Era él y ese extraño los únicos en el pasillo y no sabía si era de confiar. Changbin no era una persona muy perspicaz, pero sabía que si alguien soltaba risas en situaciones de peligro, quizá no trataba con alguien cuerdo.