CAPITULO 38: AL FIN ESTAN TODOS

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Dos rubios, un peliverde y una peliceleste se encontraban sentados en la sala de la gran finca Todoroki, esperando a que el pequeño Shoto despertara o que llegara el patriarca de la familia, mientras tanto no decían o hacian algo, solo miraban sus pies. Todos alzaron sus miradas hacia el pasillo cuando oyeron unos pasos acercándose, quien terminó apareciendo fue el héroe número uno.

-¿Quién se murió?-fue lo primero que dijo tras ver qué todos los ojos de la sala se dirigieron hacia él y no había alboroto-¿Se sienten bien?-levanto la ceja al ver que no tenía respuesta, era raro ver a todos ellos callados, sobre todo a los rubios 

-Estas bien, solo cansado-para sorpresa de todos el rubio de ojos rojos fue quien hablo y de manera serena a la normal 

-¿Cómo está Shoto?-pregunto extrañado el mayor por el comportamiento del rubio de ojos rojos 

-En su habitación dormido-esta vez quien contestó fue la peliceleste-¿Y tu familia?-

-Se quedaron en mi oficina hablando, me sali, no soporto lo frio-fue lo que dijo mientras se dirigía en busca de copeo de whisky

El silencio volvió a reinar en todos los presentes, había una pregunta que rondaba en la mente de todos, ¿El menor de los Todoroki regresaría a la normalidad? Y si no era así, ¿Que harían ahora?, los héroes más experimentados no podían evitar seguir preocupándose por la inminente guerra que habría en un futuro no muy lejano.

-¿Qué haremos ahora?-para sorpresa de todos los presentes el peliverde hablo haciendo la pregunta que todos tenían en mente-me estaba preguntando, si ese quirk no tendrá un efecto secundario en todos nosotros, recuerdo todo, pero…-empezo murmurar para si mismo haciendo que a todos los presentes se dieran cuenta de que había regresado 

-Esa es una buena pregunta, ¿Volveremos a ser niños?-ahora hablo el de alas rojas

-Eso el tiempo lo dira-hablo el mayor de todos-por el mome…-no pudo terminar la frase cuando alguien entró desesperado a la habitación

Todos los presentes voltearon a ver a la persona que acaba de llegar, más de uno se sonrojo al ver que el joven estaba desnudo y sudando, había vuelto, un Shoto estaba sorprendido por como despertó y quería ver con sus ojos si era real todo que no se fijó que la ropa que traía de niño se rompió.

-¿Qué demonios paso?-fue lo que dijo al ver a todos los presentes sorprendidos y rojos 

-¡¡AL MENOS VISTETE PRIMERO BASTARDO!!-grito el rubio cenizo de ojos rojos aventandole una almohada del sofá para que al menos se cubriera 

El joven de cabellos bicolores recibió la almohada y se vio como estaba, y si los presentes nunca lo habían visto expresar bien sus emociones, ahora lo veían sonrojarse y ponerse casi al mismo color de un lado de su cabello, y se cubrió su virilidad. 

-Ve a cambiarte Shoto, tu hermana y madre están aqui-hablo su padre algo feliz por ver a su hijo mostrar emociones 

El joven solo optó por asentir levemente con la cabeza y salí sin darle la espalda a los presentes y correr a su cierto, sin embargo, los que estaba en la sala solo escucharon gritos de *Shoto, ponte algo de ropa*, al poco rato se unieron todos los Todoroki restantes y llegó el bicolor ya vestido.

-Ahora sí-hablo el de ojos diferentes viendo a todos-Díganme que no le di abrazos al viejo cuando era un niño-la mayoría de los presentes rompieron a carcajadas y uno que otro soltó un suspiro de alivio

La mujer de cabellos celestes se acercó al joven con su teléfono y le mostró a una foto, de él, siendo un niño de 5 años abrazando al pelirrojo muy feliz, las risas de un joven de mal carácter aumentaron al ver cómo el bicolor empezó a ponerse pálido. 

-¡Todoroki-kun! ¿Está bien?-se acercó a el un peliverde al ver que si amigo casi se desmaya

-Pasame esa foto, será mi nuevo fondo de pantalla-hablo el pelirrojo acercándose a la mujer de ojos negros

Todo la noche paso sin reparos en la casa Todoroki, todos reían y los mayores se burlaban de los afectados por el poder, sin embargo en otro lado, un caballero de ojos azules y cabellos negros destrozaba con sus llamas el intercomunicador que le permitía por todo lo que oía la heroína traidora, ardía de rabia, sus heridas nuevas se volvían abrir con sus llamas. 

-Ahora eres un buen padre, ¿No es así?-

AMOR POR INFANTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora