Capitulo XXX

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Narra Maddison

Senti un piquete y todo se volvió en un profundo sueño

Estaba dormida asta que escuche un estruendo y terrible gritos amenazadores.

-¿¡Que te pasa imbécil!? Acaso no puedes ver por donde vas idiota!.-gritaba quackity a un coche que se le cerro.

-oh, hola pequeña, lamento despertarte ¿Necesitas algo?

-si, que me dejes ir.-conteste irónica.

-mm lo lamento pero eso no se va a poder.-dijo volviendo su mirada al camino.

Comenze a sentir que mi cuerpo
Reaccionaba poco a poco a mis movimientos y ya no estaba tan sedada.

-porfavor.-susurre mientras movía recuperando más flexibilidad en mis manos.

-me temo que jamás se podrá, ahora dime, ¿que se te antoja para comer?

Ignore su pregunta viendo que mis movimientos cada vez eran un poco más fuertes.

-bueno, tarde o temprano te dará hambre.

-deja de tratarme como una niña maldito pedofilo desquiciado

-si como digas.-dijo con desinterés.

-ahhg.-gruñi ante el golpe que di con mi codo a la ventana del carro, debí pensar pensar era un auto blindado.

-Mierda la anestesia.-gruñó buscando
Pero no encontraba.

Seguí golpeando la ventana asta que con un movimiento brusco y rápido quackity me tomo por el cuello enredando su brazo en este apuntandome con una pistola.

-shh, ni se te ocurra un movimiento más pequeña.

-n-no señor no apunte m hace daño, no p-puedo r-respira-ar.

-bueno, te soltare pero escúchame bien, un movimiento más y ni siquiera te dejaré decir tus últimas palabras.-seguía viendo la pistola con terror.

-¡oíste!.-dijo y me movió un poco brusco.

-s-si.

El me soltó y removió un poco la maleta que llevaba asta que encontró una jeringa con el mismo color de líquido que me había inyectado anteriormente.

-mira Pequeña, para evitar accidentes te pondré esto así que acerca las manos.-ignore sollozando .

-¡Te eh dicho que me des las manos!.-extendi mi mano y el me inyecto.

-¿cuanto falta?.-pregunte adormilada.

-dos horas.

(...)

Narra Maddison

-despierta preciosa, ya llegamos

Abrí mis ojos lentamente y sentí como quackity me movió suavemente para despertarme.

-d-donde estamos?

-en casa, tu nueva casa.-dijo el bajandoce del carro para abrirme la puerta.

El me ayudo a salir

-déjame.-lo aleje de mi pero al no tener soporte caí al suelo.

-Estas bien?.-pregunto.

-ah si claro primero quieres matarme y ahora si te preocupas por mi ¿no? No seas ridiculo .-dije irónicamente mientras el se agachaba a mi lado.

-claro linda, cuando las cosas se hacen a mi manera puedo ser de lo más lindo contigo, pero encambio si sigues con tu rebeldía no querrás saber de ese lado mio

-porque mejor no acabas conmigo?

-cres que si quisiera acabar contigo me hubiera molestando en ir por ti? Créeme si quisiera acabar contigo lo hubieran echo de la peor manera sin siquiera pedirlo.-trage en seco.

-Sara! Ven rápido!.-grito el atraves de la pequeña pantalla en la pared mientras se escuchaba unos pasos

-ahorita se te pasa, solo debes de comer un poco.-dijo y rodé los ojos.

-si señor en que puedo ayudarle?.-llego una persona, una mujer con aspecto un poco grande pero no tanto

-eres tonta. O que? No viste que necesito una silla eléctrica para tranportar a mi mujer.

-si lo vi señor pero pensé que fue un pequeño accidente.

-pues no pienses y traela que para eso te pago!

-si Señor!

Ella se fue mientras ti esperaba en el carro.
Ella llego y amablemente con mucha delicadeza me sentó en la silla.

-llevala a su habitación, me llegó una llamada de emergencia vuelvo alrato.-se inclino ante mi y beso mi mano.

El se fue y ella subió al elevador conmigo.

-señorita porfavor ayúdeme! Este señor me ha secuestrado, no lo conozco y no se donde estoy!

-lo lamento señorita pero no puedo arriesgar mi trabajo, mi madre e enferma.

-pero señora! Seguro usted tiene hijas piense en ellas!.-roge

-lo lamento pero necesito el trabajo y esta casa tiene cámaras y micrófonos por todos lados.

El elevador se abrió y pude ver un gran pasillo con varias puertas.

Ella nos dirigió y pude ver que que habían muchos hombres de traje con lentes y audífonos seguro estos son los que cuidarian que no escapara.
Se acerco a uno que estaba en la habitación principal

-código 354 las Nevadas.-pronunció ella a uno de los hombres que al escuchar eso pasó una tarjeta dorada por la pared que al parecer tenia sensores.
Puso su huella y la puerta se abrió

Al entrar ella me dejo en la cama y salió corriendo cerrando la puerta
Corrí lo más rápido que pude y di vuelta a la manija a la cual al hacer eso empezó a sonar una alarma.

Entraron los hombres que estaban ahí.

-porfavor llamen a la policía! Necesito salir de aquí! Porfavor!

-ya esta desactivada la alarma y señorita es mejor que deje de tratar de escapar es por su bien y si no quiere problemas con el señor.

♤QSMP♤ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora