- Emmaline Petrova, ganadora de los sexagésimos sextos juegos del hambre con tan solo 13 años. La llaman la Diosa de la Guerra, a veces Atenea. -musitó Haymitch hacia ambos adolescentes.
En pantalla se podía ver a una joven de pelo color chocolate d...
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Capítulo 1 La familia se reúne
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Observé la foto de mi padre, Daevan y yo que guardaba siempre en mi bolsillo.
Habían pasado diez años de aquello, donde aún nuestras vidas no eran miserables. O por lo menos, no demasiado.
Un año más tarde, mi hermano y yo con trece años recién cumplidos, fui seleccionada para los sexagésimos sextos juegos del hambre. Aquellos juegos son recordados como la mayor masacre, de la cual salí de entre las llamas para que me coronaran como ganadora.
Snow decidió venderme a sus amigos al cumplir catorce años. Al principio me negué, sin saber que las consecuencias acabarían con la vida de mi padre.
Un suspiró tembloroso salió de mis labios, acariciando la imagen de mi progenitor y guardándome la fotografía.
Todos los ganadores del distrito 5 esperábamos para dirigirnos a la plaza central, donde se elegirían a los que participarían en los septuagésimo quintos juegos del hambre.
Aquella noticia no cayó sobre mí como un balde de agua fría. No me quedaba nada más que perder en el mundo, nada parecía afectar a mis sentidos.
Esperaba que no fuera así, eran de los pocos ganadores que habían conseguido caerme bien, e incluso haberse ganado un pequeño hueco en mi vida.
— ¿En qué piensas tanto? Llevas todo el camino callada.
La voz de Isabelle, quien fue mi mentora, me sacó de mis pensamientos.
— Snow se divierte. -mencioné sin ir muy al cuento.- Ojalá se hubiera metido a él en los juegos del hambre en vez de a sus ganadores.
La rubia asintió, siguiéndome el rollo.
— El presidente Snow apesta. Pero no creo que pensaras en eso. -musitó codeándome.- Estate tranquila, toda alma de Panem te adora, y no dudo en que enviaran muchas donaciones a esta cara bonita.
Negué con la cabeza, cerrando por una milésima de segundo los ojos.
