- ¡¿Que demonios sucede aquí?! - soltó Sesshomaru en un severo gritó tras haber entrado a la habitación y habernos encontrado en aquella vergonzosa situación.
En el momento en el que ambos nos percatamos de su presencia tras haber escuchado su reclamo, Miroku y yo nos separamos casi de inmediato al haber creído que estábamos haciendo algo indebido.
- ¿Que sucede? - pregunto mi madre al entrar a la habitación.
- ¡No lose! - le respondió Sesshomaru un tanto enfadado.
Tanto Miroku como yo estábamos confundidos por su enojo pero de igual modo apenados por el malentendido. Era evidente que Sesshomaru había malinterpretado las cosas y ese era el motivo de su molestia.
- ¿Miroku? - hablo de nuevo mi madre al percatarse de su presencia - ¿Que haces aquí? - añadió
- ¡Vino a traerme cena! - le respondí yo casi de inmediato.
- ¡Oh! Pero que detalle tan hermoso - expresó mi madre sonriendo - en ese caso los dejamos para que continúen con su cena - eso último sonó a mi parecer un poco mal intencionado.
Enserio mi madre había creído que Miroku y yo estábamos... Bueno, ustedes entienden.
Sesshomaru por su parte se había molestado todavía aún más por la tranquilidad con la que mi madre había tomado las cosas.
Empiezo a creer que seguramente el creyó que está se enfadaría al igual que el pero para su desgracia y fortuna mía, no fue así.
Mi madre sabía de antemano que no podía recriminarme nada, pues ella nunca había estado para mí, y por ende prefería siempre permanecer distante ante cualquier cosa que yo hiciera.
En todo caso seria mi padre quien me reprochara o castigara. Pues desde pequeña el había sido el único que había estado para mí.
- Los dejamos para que pueda seguir con lo suyo - expresó ella nuevamente justo antes de salir de la habitación no sin antes haberse llevado consigo al enfadado de Sesshomaru.
Tras habernos dejado de nuevo a solas, Miroku y yo nos miramos fijamente por algunos segundos pues era evidente que sabíamos que hubiera ocurrido si Sesshomaru no hubiese aparecido.
- Creo que lo mejor será que me vaya - señaló el tras romper con el silencio.
- ¡Espera! - le ordene - dime qué todo sigue igual entre nosotros - le añadí con voz suave y un leve sonrojo sobre mis mejillas.
Ya no podía seguirme mintiendo, era evidente que yo sentía algo por el y por lo que sentí en aquel momento, supuse que a el también le sucedía lo mismo.
- Sabes que si - me respondió con toda la dulzura que pudiera mostrar.
Fue entonces que sentí la necesidad de saber que se sentía besarlo. Aún cuando de hacerlo no era lo correcto, yo tenía el deseo de sentir sus labios sobre los míos.
Miroku logro notar mis deseos y sin decirme más nada, se acercó de nuevo hacia mi, y tomándome de los hombros me besó.
Debo decirles que ese fue mi primer beso.
Sentir sus labios se sintió tan bien que para cuando nos dimos cuenta de lo que estaba pensando, ambos ya estábamos explorando el cuerpo del otro.
- ¡No puedo! - señaló el algo arrepentido al haberse alejado de mí.
- Disculpame - le pedí apenada.
- Kagome - añadió el - sabes perfectamente que por más que yo lo desee, lo que pasó no puede volver a suceder - estaba apenado al igual que yo. Ambos sabíamos que efectivamente lo que había ocurrido está mal. El era el novio de mi mejor amiga y yo... Bueno, yo era la chica que su hermano pretendía.
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𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒂 𝑻𝒆𝒏𝒕𝒂𝒄𝒊ó𝒏 ©
Fanfic𝐄𝐧 𝐨𝐜𝐚𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬 𝐬𝐞 𝐭𝐞 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐧 𝐬𝐚𝐥𝐢𝐫 𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐨𝐥 𝐲 𝐫𝐞𝐬𝐮𝐥𝐭𝐚𝐫 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐧𝐞𝐫𝐚 𝐛𝐮𝐫𝐥𝐨𝐧𝐚 𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫á 𝐝𝐞 𝐮𝐧𝐨 𝐬𝐢 𝐧𝐨 𝐬𝐞 𝐞𝐬 𝐩𝐫𝐞𝐜𝐚𝐯𝐢𝐝𝐨. 𝐀𝐥𝐠𝐨 𝐬𝐢𝐦𝐢𝐥𝐚𝐫 𝐥𝐞 𝐨�...