Otra Historia De Zombies

Dia 0 (II)

-¿Que me calle?, pero que..- dije pausado con un nudo en la garganta mientras veía un machete y una hacha llenas de sangre, yo en el suelo rodeado de 5 personas, 3 hombres y 2 mujeres

-¿Pero quiénes son ustedes? ¿Osea que diablos?- Dije temeroso

-Tranquilo, hace dos semanas llegamos a este hospital refugiandonos..-

-Pero ustedes son unos homicidas, sus armas están llenas de sangre, y esa misma sangre la vi en las paredes de los pasillos de arriba- dije interrumpiendo.

-No no, tranquilo, somos buenas personas, vamos de pie chico- me dijo el hombre que tenía a mi derecha

Una de las chicas se posicionó frente a mi extendiendo su suave mano. Era una chica de piel blanca con su pelo rizado y rubio extendido en su pecho.

-Ven levantate para explicarte lo que sucede- Dijo la chica rubia

Tome su mano y me incorpore, ella me dio la mano

-Stephanie mucho gusto- se presentó la rubia

Todos en la habitación nos observaban de igual manera en circulo

-Mucho gusto- le dije

El silencio no duró mucho y fue interrumpido por el hombre a mi derecha

-¿Que no te educaron?- dijo el hombre a mi derecha

-¿Ah? ¿Qué?- dije confuso

-Mira chico, se te está presentando Stephanie, es deber tuyo presentarte también- me respondió

-No daré información sobre mí a ustedes, dejemen ir y no diré nada a nadie- les propuse mientras analizaba si las personas que vi desde lo alto serían policías y querían atraparlos por homicidio

-Chico, queremos ser buenos, y los monstruos te comerían, no tienes proviciones nada de defensa y claramente no estás preparado- dijo el hombre a mi derecha

-monstruos ¿qué? ¿de que hablas?- dije extrañado

-los zombies- dijo el hombre a mi derecha -por cierto mi nombre es Arturo mucho gusto- se presentó

-Emmm, mucho gusto ¿de que zombies hablas?-

-a todos estos 'Frikis' se les cumplió el sueño de vivir un apocalipsis zombie como en sus juegos de consolas- dijo el otro hombre que abrazaba a la chica restante- soy Francisco y ella es Vanessa- se presentaron cordialmente

-¿en serio? ¿No es esto una broma?- muy extrañado

-si chico ¿ahora que esperar para presentarte?- dijo Francisco

-ciertamente no recuerdo nada, tengo un gran dolor de cabeza y estoy extrañado con todo esto aún no se si confiar o no- les dije firmemente

-ok ven con nosotros, Francisco trae el hacha y el cuchillo, Vanesa y Stephanie cuidaran dentro, ven para que estés seguro chico- dijo Arturo

Me incline a recoger mi tubo de metal que se encontraba en el piso y lo tomé duro

-No intentes algo estúpido de lo que quieras arrepentirte luego- dijo Arturo dandome la espalda

Los seguí hasta la puerta, quitaron el tubo y salimos al patio, rodeando el hospital pasando entre vayas y llegando hasta la parte trasera donde había un portón de madera, lo abrieron, me dieron el hacha y me empujaron hacía dentro del portón de madera, vi cara a cara de 30 metros a dos monstruos de los que hablaban, su ropa rasgada y su piel pálida verduzca mientras emanaban un ruido con tan solo verme, las criaturas que lentamente caminaban hacía mí se veían terroríficas y llenos de sangre, uno de ellos con sus ojos en blanco y sin un brazo, estuve paralizado y sentí todo el frío en mi cuerpo mientras se acercaban haciendo su máximo esfuerzo por llegar rápidamente a devorarme, ahora si creía que estábamos en un apocalipsis

-ah.. ah.. eh.. Fran.. Artu..- mientras intentaba llamar a Francisco y Arturo pero me bloqueaba al poder hablar

Cuándo los tuve bastante cerca Francisco brincó y clavó su cuchillo en su cabeza, entro fácilmente en su piel podrida y me dijo:

-Ese es tuyo- dijo

El monstruo no separó su vista carnívora de mí ignorando lo que pasó con Francisco y su compañero

El zombie se abalanzo sobre mí tirandome de espaldas y callendo de un gran golpe hacía atrás, mi adrenalina se activó y solo pensé en quitarmelo de encima y correr, empecé a luchar mientras sus dientes sonaban con sus fuertes mordiscos cerca de mi cuello, ya cansado de luchar mis fuerzas se acabaron y cerca de me mordiera un fuerte sonido llegó a mí y cuchillo salió entre sus ojos quedando frente a mí

-¿ya lo ves chico?- Dijo Arturo

Francisco sacó su cuchillo de la cabeza, lo guardó y estiró su mano para incorporarme

Tome su mano y me puse de pie

-Feliz fin del mundo niño- me dijeron