Todos, en alguna ocasión, nos hemos enamorado de ese chico que a nuestros ojos es un príncipe perfecto, aunque en realidad pocos llegamos a darnos cuenta de que esto no es cierto. Me enamoré a los trece años del hermano mayor de uno de mis compañeros de clase, un chico unos tres años mayor que yo, por lo que nuestro amor a esa edad era simplemente imposible.
Se trataba de algo más bien platónico. Yo, un doncel gordito, tímido, con gruesas gafas, innumerables pecas y un pelo que, para mi desgracia, era de un llamativo color rojo y que siempre llevaba recogido en unas pequeñas trenzas porque, si no, se me encrespaba, amaba con locura a un muchacho al que observaba e idolatraba desde la distancia.
JongDae Park, a sus dieciséis años, con sus rubios cabellos, sus intensos ojos azules y su seriedad, era un adolescente que hacía que todas las jóvenes cayeran a sus pies. En mi opinión, era perfecto en todo: destacaba en los deportes, aunque prefería dedicar todos sus esfuerzos a los estudios, ya que su sueño era llegar a ser médico. También era un alumno aventajado, integrante del cuadro de honor y, ¡cómo no!, era el representante de los estudiantes.
Todo esto hacía que siempre estuviera rodeado de donceles que lo admiraban e intentaban convertirse en su próximo novio, por lo que acercarme a él para que notara mi presencia era algo simplemente inútil. Además, ¿qué adolescente que se precie se fijaría en un doncel regordete si estaba siempre rodeado de bellezas?
Por suerte para mí, JongDae había decidido centrarse en sus estudios, por lo que siempre rechazaba amablemente a todas las mosconas que lo rodeaban. Por otro lado, y para mi desdicha, yo simplemente no existía para él..., hasta ese maravilloso día en que descubrí que los príncipes de cuento de hadas no son siempre parte de nuestra fantasía, y que en algunas ocasiones existe ese héroe que sale en nuestra defensa y nos hace sentirnos como una princesa cuando hasta el momento éramos simples ranas.
Desafortunadamente, aunque JongDae no se hubiera percatado de que yo lo seguía todos los días abrazado a mi carpeta —donde guardaba un montón de recortes de imágenes suyas de cuando salía en alguno de los periódicos del instituto—, la infinita multitud de alocadas féminas que lo idolatraban sí se habían dado cuenta de mi presencia y, para ellas, que alguien como yo fuera detrás de un chico como JongDae Park era todo un pecado.
Uno de esos días en los que mi naricilla curiosa se escondía detrás de algún rincón del instituto, después de haber dedicado parte de mi tiempo libre a observar cómo corría JongDae en clase de gimnasia haciendo las pruebas de resistencia en carrera que yo nunca llegaba a superar, fui acorralado en mi pequeño escondite por algunas de mis compañeras de clase, compañeras que nunca hasta entonces se habían dignado a dirigirme la palabra, acompañadas de donceles de otros cursos, igual de presumidos, que pensaban que JongDae simplemente era de su propiedad.
—¡Os dije que este ratón de biblioteca se encontraría aquí, acosándolo, como siempre! —exclamó acusadoramente una de las chicas de mi clase que siempre había envidiado mis excelentes notas, pero ¿acaso era culpa mía que ella fuera idiota?
—No estoy haciendo nada malo, ¡ni siquiera me he acercado a él! —dije mostrando lo evidente, ya que era algo estúpido molestarse por mi presencia cuando el hombre al que amaba ni siquiera sabía que existía.
—¡Pero lo molestas! —expuso otra de las fanáticas seguidoras de JongDae, seguramente con el mismo nivel de inteligencia que mi querida compañera de clase, o sea, ninguno.
—¿Cómo puedo molestarlo desde aquí? —pregunté a esas necias que se empecinaban en alejarme del chico que me gustaba.
—¿Te estás haciendo el listillo conmigo? —preguntó a su vez una de las chicas mayores, que pertenecía a la clase de JongDae.
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MPC_ChenMin
Teen FictionZhang MinSeok es ese adolescente al que nadie ve, y mucho menos el joven Park JongDae, el príncipe de ensueño del que se ha enamorado. Cuando MinSeok está a punto de trasladarse con su familia a una nueva ciudad, decide hacer un último intento por...