—Entonces, miko. Nos decías que conociste a la rapera en una fiesta LGBTQ+ ¿Acertado?.
Asiento ligeramente irritada por todas las preguntas sobre el tema por el cual he estado en boca de todo el ojo publico desde hace más de 2 semanas.
Que intensa es esta señora.
Sonrío en un intento de disimular mi incomodidad que más bien sale como una mueca de clara inconformidad con el tema, pero simplemente me limito a decir;
—Tharianna es una chica muy brillante en todos los aspectos. Es independiente y no necesita de nadie para escalar en los escombros del infierno, que es como estaría re-nombrando las diferentes etapas por las que se tiene que pasar para llegar a una escala tan alta como en la que está posicionada ella actualmente en esto de la música ¿Me entiendes?
La entrevistadora sonrió como que si lo que dije hubiera sido la gota que rebosó la copa de lo que ella estaba buscando que contestara hace un buen rato, suspire con pesadez y espere a que terminara la sección. Salí de la sala de reuniones y mientras que caminaba mantenía la vista fija en el celular esperando a ver un mensaje de ella.
Muy en el fondo sabía que no encontraría nada.
Y así fue.
En un día estaría montada en un avión, y no sabía si lograría verla antes de eso. El tiempo pasa, las cosas se pusieron en serio y llegó aquella conversación que no quería que llegara pero que no se podía evitar. Trataba de despertar y hacer mi rutina diaria como que si nunca hubiera besado aquellos labios, carnosos y seductores, pero era imposible mantener los ojos abiertos sin su figura y sus chistes sin sentido rondando por mi cabeza. Jugamos con fuego de manera muy rápida creyendo que no podríamos quemarnos, pero si lo hicimos, y las heridas fueron de tercer grado.
Aún recuerdo aquel momento, era una chica realmente dura y creo que en ese momento eso me hizo quererla más. En su voz no había pizca de sufrimiento, pero los ojos son el reflejo del alma y los suyos me gritaban que no la dejara ir. Lastimosamente no era cuestión de querer, simplemente teníamos que afrontarlo y hablarlo con más calma hasta que ambas supiéramos que queríamos realmente.
Fumar.
Mientras tanto eso se había convertido en mi rutina favorita desde que terminó lo que sea que teníamos, aunque pensándolo bien, no pudo haber un nosotras, si ni siquiera llegamos a tener una historia coherente, simplemente la anécdota de dos chicas que tuvieron una noche en un bar lujoso del centro de la ciudad.
┊ೃ 𝗙𝗹𝗮𝘀𝗵𝗯𝗮𝗰𝗸 ┊ೃ
—¿Que mierdas, Victoria? ¿Estás insinuando que nunca supe lo que quería contigo cuando tú fuiste la que llevo la discusión a tal punto de llegar a este tema que pudimos sentarnos a debatir sin necesidad de tanto show?
Sus manos temblaban frenéticamente, estaba teniendo uno de sus tantos ataques de nervios y yo no podía hacer nada para detenerlo por que si me acercaba dos centímetros a la par de ella era capaz de golpearme. Buscaba en su rostro tratando de descifrar otra cosa que no fuera furia, enojo o tristeza.
—¿Que más esperas tu de mi? Si hasta el cielo te lo di y creo que ni así pudiste captar que quería todo contigo, pero lo acabas de cagar, Victoria. —en su voz había decepción mientras que con enojo recogía sus cosas y las entraba en su bolso.
De mis labios no salía nada, por que decir algo más sería cagar aún más las cosas. Solo estaba en una esquina con ojos tristes, hombros decaídos y sin un solo argumento para dirigirme a ella y tratar de arreglar las cosas.
...
Solo quería volverla a ver, abrazarla con fuerza y decirle todo lo que en aquel momento no pude llegar a decirle. Me esforcé tanto en llegar a ella, tanto en que posara su vista en mi y no me viera como ve a todos aquellos pretendientes que la rodean pero que no tienen nada con que sostenerla.
Por que si, Tharianna era un torbellino, desde el momento en el que cayó en mis brazos no supe que hacer con tanto, con tanto como ella, con tanta independencia, tanta libertad, tanta soberanía y control, aquel control que la había acompañado desde sus inicios, aquel control que se había convertido en seguridad y que la había llevado a ser una de las mujeres más hermosas que pudieron captar mis ojos.
Ella sabía lo que quería, era una persona madura, un ejemplo a seguir para muchas mujeres que aún no se han encontrado a ellas mismas, incluso lo fue para mi, aprendí cosas de ella que en mis antiguas parejas me hubiera imaginado siquiera encontrar, y estaba más que agradecida de antemano con ella.
Mientras tanto, espero que esto no acabe aquí.
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MAL.
¿Cuanto tiempo paso? No lo sé pero extrañe estar aquí, no me van a creer si les digo que un libro del cual no voy a hacer mención me provoco un bloqueo de lector y escritor G-R-A-V-E. Pero YA, ni siquiera voy a seguir con detalles por que este capítulo lo escribí a base de mucho esfuerzo y forzamiento mental 😔.
Vi muchos votos y comentarios de personas que se fueron y volvieron esperando a encontrar capítulos nuevos, quiero disculparme con ustedes por tal cosa, me estaba ambientando aún y pues no sabía cómo entrarle a estooo. Borre 5 versiones hasta que al final decidí dejar esta y hacerlas sufrir un poco, MUAJAJAJA 😼.
