Hay un fantasma en mi peluche: Parte 2

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-uaaah...-

-Oye chico, baja la voz, ¿quieres que nos descubran? -

-Ou... Lo siento-

Eran las 8 de la noche Misty y yo habíamos salido con la excusa de ver una película, por lo que teníamos pase libre para regresar tarde, pero de todas formas sabía que fácilmente podríamos llegar al día siguiente o ya de plano no regresar. La verdad trataba de desviar mi pensamiento de aquel pequeño detalle, así que terminé contando cuántos autos pasaban por la casa de Kenny, lo cual terminó siendo mala idea porque ahora tengo un sueño que no se me quita con nada.

- ¿En qué momento se supone aparecerá el Pokémon? – pregunté

- Es difícil de saber, los tipo fantasma son muy juguetones, puede que ni siquiera aparezca al final-

- Ay no puede ser –

Los minutos fueron pasando, 10, 15, 20, 30, la verdad hace rato, deje de llevar la cuenta, pero el condenado fantasma no aparece. Y desde donde estábamos, un árbol a un par de metros de la casa del idiota, no es que hubiera mucha información del interior, aunque por lo que pude ver, Kenny ceno pizza esa noche. Cuando menos me di cuenta ya eran las 9 pm y la verdad ya me estaba hartando un poco, ¿quizás podría salir entero de esta? ¿Quizás el Pokémon se aburrió y regresó a su mundo?, no sé si era mi mente pensando en excusas para poder escapar, o solamente tratando de explicar la razón por la que tardaba tanto.

-Sabes, cuando me dijiste que el trabajo iba a ser difícil no pensaba que hablabas de sentarme en un árbol a esperar que pase algo- dije mientras me bajaba de la rama donde estaba sentado, era cambio de turno para vigilar desde lo alto.

-Créeme se puede poner peor, ¿y no creo que prefieras pelear a muerte con una de esas cosas verdad? -

-Buen punto-

Me acomodé contra el árbol y comí uno de los sándwiches que preparé antes de venir, no esperaba que tardaríamos tanto, pero es bueno ser precavido.

Y así de fácil se fueron otros 30 minutos de larga de espera, estoy empezando a creer que esa cosa está esperando a que nos quedemos dormidos.

-O mierda...-

Al escuchar a Misty decir eso mi piel se erizó, rápidamente volteé a verla.

- ¿Qué paso?-

-Tu amiga Dawn, eso es lo que pasó-

Trepé lo más rápido que pude el árbol, ¿Dawn en casa de Kenny?, alcance la rama donde Misty estaba y observe. Dawn estaba en la puerta cargando unas bolsas de compras.

- ¿Qué diantres hace aquí a esta hora? -

-Pues si mal no estoy ella y Kenny son amigos de la infancia, quizás vino a ver en qué estado está-

-Pues su pequeño acto de amabilidad va a arruinar todo el plan, tienes que sacarla de ahí-

Si ya de por sí era peligroso que Kenny y su familia se involucraran en esto, con Dawn en la línea de fuego también, ya era tentar mucho a nuestra suerte.

-Carajo... Amm ¿qué le digo? -

-Improvisa tarado-

Como si de cualquier cosa me tratase Misty me pareo fuera del árbol, lo cual concluyó en una estrepitosa caída, tenía suerte de tener activada la pokebola, a esa altura fácilmente me pude haber roto un brazo.

-¿Ash?-

Dawn se acercó a mí tras escuchar el golpe y darse cuenta de que era yo.

-Hola...-

Pokemon: HuntedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora