Pokemon: Hunted

Relampago Amarillo: Parte 2

Antes se les consideraba mitos, seres fantásticos en los cuentos de hadas, ahora son reales, son un peligro para los humanos, los Pokémon deben ser cazados. Pero un humano no es suficiente, un humano debe ser más si quiere pelear por proteger su mundo de las criaturas que lo acechan. En una guerra con bandos que parecen ser fijos, Ash y sus amigos tendrán que descubrir lo que se esconde tras la repentina aparición de las bestias que antes consideraban leyendas.

Relámpago Amarillo Parte 2

Mi vida no fue una de muchas emociones, siempre fui un niño promedio tratando de avanzar en un mundo que en muchas ocasiones se me hacía aburrido, soñaba con aquellas criaturas de las que mi madre me contaba cada que me leía un cuento. Un mundo maravilloso que solo podía visitar en mis sueños. Una sensación rara, era tan real... Tan hermoso, podía sentirlo dentro mi, todo era real, no eran meros sueños o simples fantasías de un niño pequeño, ahora lo sabía... Lástima que tuve que llegar a estos extremos para comprenderlo.

No esperaba más que el beso de la muerte, era imposible que un débil humano como yo pudiese con semejante criatura. Las imágenes pasaban ante mis ojos, mi madre, mis amigos, todo lo que hice, prácticamente estaba preparado para ser llevado por el cuervo rojo al más allá, pero... Los segundos corrían, y... Por más que lo intentase no me sentía "muerto".

Lentamente, abrí los ojos, el Gyarados que me atacó yacía en el suelo, inconsciente "¿qué fue lo que lo golpeó tan duro como para noquearlo?", el terror invadió mi cuerpo, si algo era tan fuerte como para lograr tal proeza eso significaba que era tan o más peligroso que la serpiente marina. Con mis pulsaciones a mil por hora miré lado a lado, buscando que o quien me salvo, rezando que por lo menos no me viera como una presa que valiese la pena teniendo semejante festín enfrente mío.

-Veo que te llevaste un buen susto, ¿chico? – Una voz femenina me habló por detrás.

Con algo de miedo volteé mi cabeza esperando lo peor. Pero lo que me encontré fue algo menos extravagante de lo que esperaba.

- ¿Q... Qué? -

Cabello rojo, delgada y de ojos verdes iluminados por la luz de luna, era una chica bastante simple. Incluso diría que a comparación de May y Dawn su físico no era precisamente lo más sorprendente del mundo. Aunque eso era lo que menos importaba, viendo el enorme tridente que llevaba como arma, supuse que eso fue lo que usó para derrotar al monstruo marino que hace unos instantes me parecía invencible.

- ¿Te vas a quedar ahí, mirando o vas a correr? - Ella me pregunto, "¿correr? ¿No había acabado con la bestia ya?"

Y como si de una mala jugada se tratase, la criatura serpentina se volvió a levantar, esta vez sí sonaba más furioso que antes, afortunadamente pasó de mí y fue directo a atacar a la chica.

-¡¡Cuidado!!- grité instintivamente

Ella, por otro lado, se veía bastante segura, tomó el tridente con ambas manos, al lado de ella una figura etérea se comenzó a formar, tenía la forma de un... ¿Pato? Hecho completamente de agua, apuntó con el tridente directo al Gyarados, y este por alguna razón se detuvo en seco, luchaba por moverse, pero parece que alguna fuerza lo detenía.

-Bien entonces ahora-

El pato hecho de agua desapareció por completo, dejando inmovilizada a la serpiente marina, luego una nueva figura se formó a su lado,, esta vez una estrella marina nuevamente hecha de agua apareció, y su tridente desde la punta comenzó a acumular agua.

-Hidrobomba-

Fue lo que la escuche decir, antes de que un chorro de agua a presión saliera disparado desde el tridente, golpeando a Gyarados y mandándolo a volar varios metros, regresándolo al océano, dejándolo noqueado de nuevo, por lo menos por unos instantes.