El héroe alienígena

Las Pasantias (4)

Pasantias: #4
Los pequeños grandes cambios.

Otro día.

Otro paso hacia delante.

Aunque Katsuki Bakugou no sentía exactamente eso, se sentía, "estancado".

Últimamente Katsuki se sentía diferente a como se sentía antes.

La seguridad y confianza, el ego, la furia, etc.

Todo en su sistema parecía que era expulsado lentamente, o eso creía.

Antes era mas fácil mirarse al espejo, sin sentir vergüenza o ira por acciones, pero ahora, la persona que veía, era alguien que no quería ver.

Desde el festival deportivo no dejaba de tener este sentimiento desagradable corriendo por su piel, y aquella pequeña pero muy molesta voz que le decía los mismo todos los días.

'No eres mas que un niño'
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Es molesta porque, en el fondo tiene razón, hasta ahora sus actos serían igual que los de un niño.

Ya no es quien era antes, y es bueno pero al mismo tiempo aterrador.

Antes el tenía un claro reflejo de si mismo, el sabía como se veía y como se sentía era como verse en un lago, podía verlo a la perfección, y ahora es como estar en medio del mar, con el agua inquieta e incontrolable, ¿como te reflejas en aguas turbulentas?, no puedes.

Ahora el no sabe quien es, o como sentirse.

¿Debe sentirse orgulloso, porque a cambiado? Pero como puede sentirse orgulloso o confiado cuando ni siquiera puede recordar sin morir de la vergüenza o que su rabia salga a flote.

Demonios, ni siquiera puede levantar la cabeza ante Itsuki, no tiene el valor, su vergüenza y culpa bajan su cabeza con una fuerza indescriptible, ¿que se supone que haga? ¿Disculparse? ¿Siquiera vale la pena hacerlo? Claro que no, unas míseras disculpas jamás podrán enterrar todo lo que el hizo, casi una década de bullying acaban con cualquiera. Le sorprende que Itsuki siquiera le hable.

Ahora que la piensa. ¿Siquiera tiene el derecho de llamarla por su nombre?, claro que dejo de llamarla por ese, ese cruel apodo, pero eso no cambia nada.
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Su culpa no solo se centra en Itsu- no, el no tiene ese derecho. Su culpa no solo se centra en Midoriya, sino que también en sus padres.

Dios, incluso se siente bien estar con Omnihero-sensei y estar lejos de casa por un par de días, porque ni siquiera es capaz de hablarle directamente a su padres, no puede. Su conciencia le muerde la memoria con tanto dolor que incluso aveces siente que va a llorar.

Aún así.

Últimamente tuvo este pequeño sentimiento, una pequeña satisfacción.

Se sentía que estaba un paso mas cerca de ser un mejor persona y eso se sentía bien. Empezó a creer que el cambio era posible, y eso se sentía muy esperanzador.

Aunque ese sentimiento de estancamiento seguía en su sistema, cuando se miraba en el espejo seguía viendo a la misma persona en el y eso no le gustaba, no quería verse como era antes, quería un nuevo yo.

Lo malo de los espejos es que ellos no mienten como los miras, ellos no engañan.

Katsuki seguía viéndose en el espejo mientras se analizaba a si mismo.

De repente tocan la puerta.

"¿Vamos a trabajar ya o vas a pasar todo el día en el baño?".

"Ya voy, solo, necesito un favor... ¿tiene una maquina para cortar cabello?".