Parte #1

49 5 0
                                    

Historia basada en hechos reales.

Hace un corto tiempo atrás, existía una muchacha llamada maxim mackwaller.

Max era una adolecente de 16 años, diferente al resto de los demás, ella tenía una preciosa sonrisa, unos ojos color avellana que irradiaban un brillo único precioso, era bajita, pelo corto y tenía unas ideas de la vida un tanto maduras para su corta edad. En fin.... Sigamos.

Un día como cualquier otro maxim llego 5 minutos tardes a su aula de clases como era de costumbre, aquella joven entro a aquel lugar con su preciosa sonrisa, lo cual atrajo las miradas de todo aquel que se encontrara en el lugar, a lo que ella sin dudarlo avanzo rápidamente a su puesto, pero sin querer le tiro uno de los tantos cuadernos que tenía un muchacho sobre la mesa , ella sin dudarlo decidió ayudarlo a recoger lo que había tirado, pero al ver que era el....el muchacho que le quitaba el aliento, solo se precipito a salir de su boca un:

-Perdóname, de verdad juro que no fue intencional yo...

-Oye, fue un accidente, ¿sí? A todos nos sucede, tranquila Max -dijo alborotándole el cabello-

Luego de aquella disculpa se apresuró para poder sentarse en su banco ya que estaba tan roja de vergüenza, que necesitaba tapar su cara con ambas manos, pero pada su mala suerte el muchacho volteo a mirarla y noto su color en ambas mejillas, a lo que solo esbozo una pequeña sonrisa en su rostro y volvió su mirada al pizarrón.

Horas mas tardes sonó la alarma que avisaba que ya podían salir de sus aulas, a lo que no apresuro el paso y guardo cada una de sus cosas en sus respetivos lugares, pero que no había nadie en aquella sala decidió recostar su cabeza en la mesa y cerrar sus ojos por un memento, pero de un momento a otro un escalofrió recorrió su cuerpo haciendo que se estremeciera, así que solo se limitó a levantar su cabeza pero al ir levantándola poco a poco se encontró con la presencia del muchacho al cual le había tirado su cuaderno

- Hey Max! Porque tan sola, no sabía que ahora eras antisocial -musito bromeando-

- Oye!!! Yo no soy antisocial, solo soy anti-estúpidos

- Ohh... lo siento señorita anti-estúpidos

- Eres un bobo, ¿lo sabes zac?

- Soy un bobo sexy, ¿no es así? -dijo haciendo una pose graciosa-

- Aja.... Claro, si es que te quieres parecer a una morsa dando a luz, lo haces perfecto amigo!

*Mente: Vamos, sabes que se ve sexy de todas formas, díselo!!-

Max: No, claro que n, además es solo mi amigo.

Mente: Pero te gusta, no puedes negarme eso a mí Max, adiós-*

- Hey!... HEY!!! Llamando a Max, llamando a tierra, ¿¿estás??

- ¿Eh? ¿Que? Claro que estoy, ¿no ves que estoy sentada en la silla tarado? -se cruza de brazos, fingiendo enojo-

- Por supuesto que puedo verlo, es solo que te estaba hablando y no no veo respuestas de tu parte enana, es solo eso -dijo acercándose a ella para poder darle un tierno pero corto abrazo-

- Qu... ¿qué haces?

- Es solo un abrazo nena, oh... te pongo nerviosa -miro picaronamente-

- Que no... yo... NO!... cállate zac.

- Max, yo...

Dijo aquel muchacho, pero no pudo continuar la frase ya que el sonido de la campana lo interrumpió, así que lamentablemente empezaron a llegar sus de clase, y zac se empezó a parar del asiento, pero una mano lo detuvo, pero esa mano no era necesariamente de Max, si no que era de Antonia, o como maxim solía decirle ''La Zorra'' porque vez que veía a algún muchacho se le arrimaba, además cada semana cambiaba de novio, como toda una suripanta que era.

-Zo... digo Antonia, ¿Ocurre algo?

- Porque no te sientas conmigo Zaqui.

- Es que yo...emm... me sentare con maxim, ¿no es a si?

- Claro, siéntate mi lado y bésame con pasión -dijo riendo eufóricamente-

- Vez, dejémoslo para otro día

- o mejor jamás * musito maxim*

- ¿Qué dijiste nerda?

- Nada suripanta -dijo mandándole un beso-

En busca de tus alasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora