NARRA GAVI
La tumbé en su cama.
Su pelo castaño oscuro esparcido a su alrededor.
Sus pupilas negras tapando casi el verde de sus ojos.
Preciosa.
Estaba jodidamente preciosa.
Y por fin.
Por fin, después de años, estábamos solos y listos para afrontar lo que los dos habíamos querido.
Estar juntos.
Bajé primero sus pantalones cortos, dejándolos en el suelo y subí hasta ella de nuevo, levantándola con suavidad para quitarle la camiseta.
Lo hacía lento.
Quería disfrutarla.
Cada segundo, cada centímetro.
No llevaba sujetador y mi entrepierna dolió al ver sus pechos desnudos y sus pezones duros, listos para mi.
Joder.
Maldita mujer.
Quería que gimiera mi nombre una y otra vez sin parar.
Besé sus muslos, subiendo cada vez más hasta que mi aliento chocó contra su ropa interior i ella suspiró con fuerza.
Mía.
Ahora era mía.
Me levanté casi de golpe y me quité la ropa, necesitaba sentirla contra mi, piel con piel.
Era suave, cálida y mía.
Mi Maia.
Ella ahogó un gemido cuando vio mi longitud apuntando hacia ella.
- Dime cuántas veces has pensado en esto, cariño. -murmuré mirándola.
Las mejillas rojas, el pelo revuelto a su alrededor.
Joder.
Quería follarla hasta que me suplicara que parase.
- Cada vez. -murmuró ella, jadeó.
- No voy a poder ser un caballero hoy, Maia. -admití.
Llevaba tanto tiempo queriendo estar con ella así que no sabía como iba a reaccionar mi propio cuerpo.
- No me gustan los caballeros, ya lo sabes. -murmuró y supe que se refería a sus libros.
Había perdido la cuenta de cuantos libros le había regalado.
- Lo sé. -murmuré.
No podía dejar de mirarla.
Ella bajó su mano hasta su ropa interior y coló uno de sus dedos en su interior, sin dejar de mirarme a los ojos.
- Siempre me han gustado más los villanos, no quiero que nadie me sacrifique para salvar al mundo.. -jadeó mientras su dedo entraba y salía de ella.
- Quieres que alguien sacrifique al mundo por ti, y pienso hacerlo, tu eres mi mundo, Maia.- y no pude más.
Me acerqué a la mesita, donde sabía que ella tenía condones, saqué uno y me lo coloqué rápidamente.
La levanté y se enroscó en mi cintura.
Estampé su espalda contra la pared y ella gimió cuando mi punta entró en contacto con su humedad.
- Más fuerte, cariño, quiero escucharte. -jadeé mientras empujaba más y entraba por completo en ella.
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Ahora tu +18 - Gavi y Pedri
FanfictionMaia Martinez lleva años colada por el maravilloso Pedro Gonzalez, no puede dejar de mirarle y irle detrás. Su mejor amigo, Pablo Gavi, no parece muy contento al respeto. El cumpleaños número dieciocho de Maia va a marcar un antes y un después en la...