Mead Of Poetry • [ls ; traducción]

Capítulo 1

De alguna manera, Harry siempre supo que moriría joven.

No lo supo siempre, por supuesto. El joven Harry no tenía ningún concepto de la muerte hasta que se enfrentó a ella. Vale la pena señalar que Harry es el heredero de un vizcondado antiguo y rico; sin embargo, a diferencia de la mayoría de las otras parejas aristocráticas, Lord y Lady Styles eran muy jóvenes y estaban enamorados. Ambos se encontraron y se casaron con apenas veinte y dieciocho años, respectivamente. Fue una ocurrencia bastante rara, pero la singularidad de la pareja dentro de la sociedad londinense no se detuvo allí.

El alfa recuerda con cariño su infancia en Audrey Hall como una llena de amor y momentos compartidos con sus padres en lugar de quedarse con las tutorías de los gobernadores mientras estaba escondido en su habitación hasta que cumplió la mayoría de edad.

Richard, su padre, lo llevaba a caminatas, a cabalgar con los caballos y cacerías. También llevó a Gemma con ellos una vez que tuvo la edad suficiente, sin importarle en absoluto que supuestamente montar a caballo solo era una actividad para hombres y, por extensión, alfas. Pero ni ella ni Harry se habían presentado en ese momento. Sin embargo, el nacimiento de Gemma fue duro para su madre, por lo que Richard, temeroso de perder a su amada esposa a causa del parto, pero queriendo tener más hijos propios, decidió adoptar. Después de todo, su legado estaba asegurado con Harry siendo de su sangre y los Styles tenían suficiente dinero como para tres generaciones, por lo que pensó que podía darles a otros niños la oportunidad de una vida mejor.

Así fue como Harry se encontró con dos nuevos hermanos cuatro años después del nacimiento de Gemma: Liam Payne y Niall Horan, quienes decidieron tomar el apellido Styles. Ambos eran más jóvenes que Harry, pero mayores que Gemma, sus padres también querían adoptar a una niña pequeña en algún momento, pero la pareja no había tenido en cuenta lo ocupados que los pondrían tres niños corriendo.

Fue un ajuste extraño para Harry, pero sus padres acogieron a los dos niños con los brazos abiertos y mucho amor, a pesar de las miradas extrañas que a veces recibían en las calles. Sin embargo, su apellido eclipsó la práctica poco convencional del vizconde y la vizcondesa, y pronto Liam y Niall fueron considerados como Styles tanto como lo son Harry y Gemma, al menos en la superficie.

A pesar de todo, siendo el mayor, Harry casi sintió una especie de orgullo, sabiendo que tenía muchos años más que sus hermanos para pasar con su padre. Él era el heredero, después de todo, estaba orgulloso de eso. Richard nunca lo hizo sentir como una carga sino como un honor mientras le enseñaba a apreciar a sus hermanos.

Idolatraba a su padre, diciéndose a sí mismo que algún día sería exactamente como él. Un hombre lleno de honor, bondad y mucho que ofrecer al mundo.

Con el paso de los años, Harry se presentó como un alfa y sus dos hermanos menores siguieron su ejemplo. Gemma, por su parte, y para sorpresa de nadie, se presentó como una omega. Los omegas masculinos y las alfas femeninas existían, aunque rara vez tienden a participar en la sociedad ya que todavía son relativamente raros.

La vida continuó en su pequeña burbuja de paraíso y cuando Harry se fue a la universidad a los dieciocho años, todo cambió. A peor.

Sabía que todo estaba demasiado tranquilo ese día cuando regresó a Aubrey Hall. La residencia Styles casi nunca estaba en silencio, con otros tres niños siempre corriendo, pero ese día, ese horrible, soleado y hermoso día, estaba en un silencio mortal. Simplemente no sabía aún cuánta razón tenía sobre la parte mortal.

Cuando entró en el salón, vio a toda su familia acurrucada alrededor de su madre. Todos juntos, excepto su padre. Entonces frunció el ceño, se aclaró la garganta e inmediatamente cuatro cabezas se levantaron para mirarlo con ojos llorosos, pero Diane fue la primera en reaccionar adecuadamente, desenredándose lentamente de los brazos de sus hijos mientras caminaba hacia Harry. Sus manos acunaron su rostro con una pizca de lástima en sus ojos verdes. El corazón de Harry se sentía pesado incluso antes de escuchar las noticias.