Amado Por La Magia

Capítulo 1 - Mal Inicio.

Harry Potter o más conocido como 'el niño que vivió', vivía con sus tíos en el número 4 de Privet Drive. Está ubicado en Little Whinging, Surrey, al suroeste de Londres. Además de Privet Drive, hay otras calles en el vecindario, como Magnolia Road, Magnolia Crescent y Wisteria Walk. El Número 4 de Privet Drive es una casa grande y cuadrada, con jardines trasero y delantero.

Comenzando a abrir los ojos poco a poco a lo que escuchó como su molesto y grasiento 'primo Dursley' comenzó a saltar en las escaleras ya que su habitación se encontraba debajo de las mismas escaleras que su primo estaba saltando. Siempre en todas las mañanas eran las mismas rutinas. Su primo molestandolo, su tía Petunia llamándolo para que hiciera el desayuno, su tío Vernon quien era el que más notable se veía su disgusto por él. Aún no sabía por qué sus tíos eran tan malo con él.
Lo que si sabía era que él era diferente en muchos aspectos. No sabía ni cómo explicar las cosas que ha hecho, por ejemplo una vez su tía Petunia le había cortado el cabello hasta dejarlo calvo a excepción de su flequillo para que no se viera su cicatriz, su primo se había burlado de él a más no poder, y esa misma noche no podía conciliar el sueño ya que se encontraba pensando en las burlas que recibiría en su escuela por parte de sus compañeros y profesores. Al día siguiente se encontró estupefacto junto a su tía, ya que su cabello había vuelto a crecer dejando tan desordenado como estaba antes de que su tía lo cortara.

Ya había pasado el día como normalmente lo hace o normalmente para él, no sabía como era la vida normal de un niño de 8 años en otras casas, solo conocía la vida de su primo y eso era por decirlo menos, arrogante.

Sus piernas estaban cruzadas, sus manos recostadas sobres sus muslos, tenía los ojos cerrados, se encontraba meditando. Ya había sido hace un tiempo en el que sintió la necesidad de meditar, algo dentro de él le dijo que lo hiciera. Lo más extraño era que no sabía como se meditaba al principio y aunque ahora tampoco sabía si lo estaba haciendo bien, solo conocía la palabra meditar por que esa palabra le vino a la mente. Cuando le había preguntado a su tía ¿qué era meditar?, su tía le había respondido en que un monstruo como él no necesitaba saber que era la meditación, que sólo se concentrará en hacer lo que le decían o simplemente lo echarían a la calle.

Su mente era fascinante por decirlo menos, era oscuro, pero él podía ver muy bien, había una bola de luz que siempre lo cubría cada vez que meditaba. Se sentía extremadamente bien, sus dolores causados por los golpes del tío Vernon no se sentían, incluso sus heridas, moretones que tenía en sus cuerpo de la nada se curaban, aunque eso fuera bueno, no no para él. Su tío cada vez que veía que ya no tenía los moretones que le hacía con su correa se horrorizaba y con una furia en sus ojos que lo asustaba mucho, lo golpeó con mucha mayor intensidad llamándolo 'MONSTRUO' en el proceso, tanto fue la golpiza que recibía que incluso su tía Petunia tenía que intervenir ya que si su tío seguía golpeándolo terminaría muriendo, aunque esa idea a él no le molestara. Si así dejaría de sufrir los golpes de su tío Vernon, entonces le encantaba y abrazaría la idea de morir. Pero algo dentro de él le decía que era una muy mala idea.

Cuando meditaba, suplicaba con todas sus fuerza que los moretones no se curaran, y así había sido, aunque sus moretones aún seguían ahí, el dolor ya no lo sentía, era como si la energía que lo cubría reaccionara a lo que deseara. Aunque le gustaba sentirse bien estando rodeado de esa energía extraña, tenía que parar y dormir. La última vez que había meditado no se había dado cuenta de que ya eran las 7 de la mañana, había recibido una golpiza de su tío por no despertarse a las 6 am para preparar el desayuno.

Dio un suspiro y abrió los ojos lentamente, era extraña la idea de despegarse de esa extraña energía que lo hacía sentir muy bien. Hoy lunes eran los exámenes finales de la escuela, sabía que no debía sacar una calificación más alta que la de su primo, ya que si lo hacía recibiría una golpiza por parte de su tío.