Capítulo 3 - Conocimientos.

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Harry comenzó a despertarse, en toda su vida nunca había dormido tan, pero tan bien. Era fantástico, tanto así que ni quería levantarse, pero la voz de una mujer lo hizo despertar.
Abrió los ojos, se sentó y vio a la criatura femenina llamada Nana.

...

Fue conducido por Nana hacía la mesa en donde una cantidad grande de comida lo esperaba. Baba comenzaba a salir de su boca, sus ojos brillaron, se sentó en la silla, para su sorpresa se sentía cómoda. Cuando estaba en la casa de sus tíos, una vez se había sentado en la silla aprovechando que sus tíos no lo veían, lamentablemente su primo lo había visto y lo había acusado, ese día experimento mucho dolor, su tío le había golpeado repetidamente gritando '¡monstruo!, ¡¿Cómo te atreves a sentarte en la silla?!, ¡ahora tendremos que quemar la silla ya que una abominación como tú se sentó en ella!'.

Harry sacudió su cabeza, pensar en esos recuerdos le causaba dolor de cabeza, decidió probar la comida, era unos Waffles con unas fresas encima, a lado un baso de jugo, habían varias frutas al rededor, manzanas, bananas y peras. Agarró un tenedor con Wadfle en el y se lo llevó a la boca, comenzó a experimentar una sensación fabulosa, el sabor estaba demasiado bueno, era todavía su primer bocado.

Nana quien se encontraba a un lado mirando a su señor comer, se dio cuenta de una lágrimas que caían de los ojos de su señor, iba a preguntar si algo malo le pasaba o si la comida no era de su agrado, vio como una sonrisa se marcaba en los labios de su señor, Harry comenzaba a devorar cada parte de su comida con mucho entusiasmo, se había terminado sus Waffles y decidió ir por las manzanas que devoraba con mucho entusiasmo, fue después por las bananas que lado terminó en poco tiempo, por último las peras que desaparecieron rápidamente al momento de que Harry las tomara, con un sorbo terminó de finalizar con el jugo que era de naranja.

"Estaba delicioso". Con esas palabras finalizó su comida, las lágrimas aún salían de sus ojos.

Harry se encontraba en el baño, aún estaba sorprendido por lo grande que era, y lo mejor de todo, era que él baño era de él, todo en esas casa era suyo, no de su primo o sus tíos, sino suyo, su propiedad.

...

Nana les contaba a sus señores sobre cómo fue la experiencia de Harry en el desayuno, era mucho ver como los dos abuelos de Harry estaban destrozados, si sus expresiones de tristeza e ira lo decían todo.

"Gracias Nana, puedes marcharte, sigue ayudando a Harry en lo que necesite". Charlus era el más calmado de los dos, a diferencia de su esposa que se encontraba de rodillas en el cuadro. "¿Dorea? ¿Te encuentras bien?". Llamó a su esposa, sus voz preocupada lodecia todo.

"No...". Esa voz con la que Charlus escuchó a su esposa, lo lastimó. "No puedo estar bien, no cuando nuestro nieto llora solo por desayunar..."Su voz quebrada se hacía más pesada. "¿Qué cosas ha estado comiendo estos últimos 8 años de su vida? ¡¿Qué cosas tan desagradables le han estado dando de comer esos cerdos de tíos esos?! ¡¡¡dime Charlus...!!! ¡¡¡¿Qué es lo que ha estado comiendo?!!!.

Charlus solo podía escuchar a su esposa quebrarse, él también se hacía la misma pregunta, pero sabía que no podía cambiar el pasado, lo que su podía es cambiar el futuro de su nieto.

"Albus Dumbledore... todo lo ha pasado mi nieto, es tu culpa... te juro... ¡no! Me juro... ¡no! Juro en nombre de mi familia Potter que tanto tú como esos bichos asquerosos pagarán por el infierno que ha tenido que vivir Harry". Eso eran los pensamientos de Charlus, que por fuera trataba lo más que podía de estar calmado, pero por dentro era un tormenta de emociones.

...

"Bueno seño Heredero Potter, primeramente debo felicitarle por cumplir 11 años". Era la voz de Ragnok quien se encontraba sentado en su silla, frente a él su escritorio, y frente a su escritorio a un Harry Potter de 11 años.

Amado Por La MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora