Capítulo III:

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   Dos semanas después:

—Llora, hazlo todo lo que quieras, siempre tendrás mis brazos disponibles para refugiarte en ellos.

—¿Por qué la vida es tan injusta? Tenía mis planes, ilusiones y sueños puestas en él.

—La vida suele ser muy injusta, calabacita; pero todo pasa por algo. Quizás él no era el chico correcto para ti.

—¿Dónde está el chico correcto para mí? Dudo mucho que alguien pueda enamorarse de mí sinceramente.

—Yo no lo dudaría tanto…

Más allá del infinito✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora