Tres semanas después:
Alex se mueve con desesperación fuera de la sala de espera, las lágrimas empañan su rostro, mientras observa fijamente la puerta por donde su novia había desaparecido. Distingue a sus padres en la lejanía caminar con rapidez en su dirección. Sujeta la pequeña caja de terciopelo negra, estaba a punto de pedirle que fuera su esposa. ¿Por qué se había tardado tanto? Se cuestionaba a sí mismo. El padrino de Alice abre las enormes y blancas puertas. Tanto Alex como sus padres esperan noticias, por su parte, el menor de los presentes solo pide más tiempo. <<<Solo un poco más de tiempo>>>
—Deben despedirse, asumo que le quedan unas pocas horas.
Alex comenzó a correr hasta distinguir a su Alice a través de un vidrio, entra en la habitación, siendo recibido con una cálida sonrisa por parte de la mujer que ama.
—Hola…
—Hola, menudo susto me diste, no puedes hacer esas cosas, mi amor.
—Perdón, la próxima vez me lo planteo.
Una mueca en el rostro de Alex le hizo saber a Alice que ya no habría próxima vez.
—Tengo algo que preguntarte y espero que me digas que sí porque estoy realmente nervioso.
—¿De qué se trata?
—¿Aceptarías ser mi esposa?
Alice observa el anillo con el que tantas veces se atrevió a soñar, en realidad, el anillo no era lo realmente importante, más bien, era el chico que lo sostenía.
—Por supuesto que sí.
Alex coloca el anillo en el dedo de su prometida y sale corriendo del lugar, regresando con sus padres, el padrino de Alice y un sacerdote, sin lugar a duda, él se había vuelto loco; pero todos los presentes, incluida la misma Alice, estuvieron de acuerdo con esa locura. Sería inmensamente feliz siendo la esposa del único chico que amó y ama realmente, aunque solo fuera por unas horas.
—Alice Sullivan, ¿aceptas por esposo a Alex Miller?
—No lo sé, tendría que pensarlo.¡Obvio que sí!
—Alex Miller, ¿aceptas a Alice Sullivan como tu legítima esposa?
—Eso está más que claro, no hay nada que desee más que ser el esposo de Alice.
Acto seguido, Alex une sus labios a los de su esposa, las risas inundaron el lugar. Todos los presentes han sido testigos del enorme amor que siente en el uno por el otro. El destino, la vida, o el ente encargado de escribir nuestras vidas, no siempre es del todo justo. Frederick se retira depositando un beso en la frente de la niña que vio crecer y lastimosamente, apagarse lentamente. El padre de Alex se retira del lugar porque detesta las despedidas y la pelirroja es una hija para él, sabe que no podría mantener esa fachada de hombre frío y duro que siempre ha tenido si la ve apagarse por completo. La progenitora del recién casado sale una vez, su nuera le pide una malteada.
—Te amo, esposo.
—Yo te amo más que muchísimo, esposa.
—¿Al infinito y más allá?
—Más allá del infinito.
—Estaba pensando que mañana podría traer una película, ¿qué género prefieres?
Los segundos pasan y con ellos los minutos, Alex se aferra al cuerpo de su esposa, ignorando el molesto ruido que le indica que Alice ha dejado de respirar.
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Más allá del infinito✔
Novela Juvenil"EL BREVE AMOR" Con qué tersa dulzura me levanta del lecho en que soñaba profundas plantaciones perfumadas, me pasea los dedos por la piel y me dibuja en el espacio, en vilo, hasta que el beso se posa curvo y recurrente para que a fuego lento empiec...