C01. ALIENÍGENA | SUNSUN

CAPÍTULO 2

-Oye -dijo Solar, metiendo la cabeza en la oficina de Sunghoon-. Estoy a punto de salir. Voy a ese pequeño lugar italiano a la vuelta de la esquina. ¿Quieres ir conmigo?

-Sí -dijo Jake-. Estoy hambriento. Me perdí el almuerzo hoy.

-Lo siento, no puedo -dijo Sunghoon, apagando su computadora.

Jake resopló. -Sunghoon tiene una reunión muy importante en esa cafetería al otro lado de la calle.

Sunghoon le lanzó una mirada de asombro y tomó la caja de su escritorio antes de salir. Pero Jake no se desanimó.

-En serio, hombre -dijo, alcanzando a Sunghoon-. ¿Por qué no le pides al niño que salga? ¿Qué te detiene? Claro, es casi un adolescente, pero no es como si fuera ilegal o algo así. Ya estoy harto de verte comerlo con tus ojos. Es nauseabundo.

-No lo como con mis ojos -dijo Sunghoon.

-Por favor. Te vi casi babeando el otro día cuando el niño te sonrió. Si fueras un perro, habrías estado moviendo tu cola y lamiendo toda su cara.

Sunghoon suspiró con los dientes apretados. -Déjalo ir, Jake. Sunoo es un amigo, eso es todo. Nada puede salir de eso.

-¿Por qué no?

Sunghoon mordió
-Porque es heterosexual y comprometido.

Y no fue la única razón. Sunoo era... demasiado bueno para alguien como él. Sunoo era tan brillante, era bueno, feliz y amable, todo lo que podía desear, todo en una persona. Sunghoon a veces tenía que pellizcarse para asegurarse de que no había soñado con Sunoo: era una de esas raras personas que eran hermosas por dentro y por fuera. Es solo un estúpido enamoramiento, se dijo a sí mismo. Un estúpido enamoramiento juvenil con un niño.

Sunoo podría haber sido legal, pero a veces parecía tan ingenuo e inocente que hizo que Sunghoon quisiera envolver a Sunoo en sus brazos y ocultarlo del mundo cruel y sucio. También era sucio, porque a pesar de todo el afecto y la protección que sentía por el chico extraño, todavía quería. Quería enterrarse en la dulzura de Sunoo y ensuciarlo con sus codiciosas manos y boca, joderlo y arruinarlo. Sunghoon se sintió como un maldito pervertido por querer eso, porque Sunoo realmente pensó que eran amigos. Y lo eran. Por supuesto que lo eran. No era culpa de Sunoo que quisiera más.

-Lo siento, hombre -dijo Jake, dándole una palmada en el hombro.

Sunghoon se encogió de hombros. No quería hablar de eso. Tras despedirse de Jake, Sunghoon se dirigió a la conocida cafetería al otro lado de la calle. La campana sonó alegremente cuando empujó la puerta para abrirla. Sunoo levantó la vista y le sonrió. Sunghoon le devolvió la sonrisa y caminó hacia el mostrador.

La cafetería estaba bastante ocupada esa noche y había un par de clientes frente a él. Sunghoon aprovechó la oportunidad para mirar a Sunoo mientras servía a los demás. Sunoo tuvo su cabello castaño peinado hacia atrás esa noche. Su piel de porcelana se veía tan impecable y suave como siempre. Sus ojos violeta eran amables y atentos mientras Sunoo escuchaba a la anciana delante de él, sus labios rosados sonreían rápidamente cuando le daba una propina generosa. Sunghoon podría relacionarse. Últimamente gastó más dinero en esta pequeña cafetería de lo que probablemente era saludable.

La anciana finalmente se despidió, y dos niñas pequeñas, unas gemelas, dieron un paso adelante, señalando con entusiasmo la torta de chocolate.

-Danos el pastel, por favor -dijeron juntas y comenzaron a vaciar sus bolsillos para revelar cuál era probablemente el total de sus ahorros, monedas rodando por todas partes, incluso en el suelo.

Sunoo sonrió a las niñas pequeñas, luciendo completamente encantado en lugar de molesto cuando comenzó a contar las monedas.

-¿Es su cumpleaños?