Hate me

Parte única

"Cortaste mis descansos"

-¿¡Para que mierda querías que viniera Dazai!?¡Estoy desperdiciando mi descanso estando contigo maldito!

Molesto por tener que estar con él castaño vendado, porque el otro lo había pedido, le soltó una cachetada.

—Que me importes un poco no significa que voy a estar cortando pedazos de mis descansos para estar contigo, ¡Ya me harte Dazai!

Se sentó en el sofá de enfrente, realmente le molestaba, aunque lo amaba no podía soportar tener que estar con él cada descanso que tenía, era molesto.

"Luego me besaste en la cara"

El castaño se levantó con la mirada agachada, la alzó con ligeras lágrimas en sus ojos, tomo el rostro contrario y lo beso.

Salió corriendo de la cafetería en la que estaba, dirigiéndose de vuelta a la agencia.

"Entonces¿De dónde vienes?"

—¿Dónde estabas Dazai?¿De dónde vienes? Maldito desperdicio de vendajes

Pronuncio el rubio vicepresidente de la agencia.

—Fui a la cafetería...

Con desgana se acercó a su escritorio, se sentó y comenzó a terminar su trabajo, no quería pensar en las nuevas palabras que le había dicho el pelinaranja, ya tenía suficiente con la colección de las semanas anteriores.

Ranpo se acercó.

"No puedo leer las señales así que trazo la línea luego vas y la doblas un poco"

Also la vista, observando cada movimiento del pelinegro, pareciera que le estaba dando señales de algo con cada palabra, no entendía nada de lo que quería decirle el mayor.

Cansado de que el castaño no le entendiera, trazo una línea en un cuaderno y la recorto por el borde, la pego pero antes de que el pegamento se secara la doblo un poco rompiendo la forma recta que debería tener.

"El momento en que todo está dicho"

Se levantó de su asiento, ya había terminado sus trabajo así que no debía haber problema alguno, salió de la agencia diciéndole al de orbes verdes que avisará que se había tenido que retirar antes, pero que ya había hecho todo.

El pelinegro ya le habia dicho todo, en ese momento todo estaba claro, el pelinaranja lo odiaba a pesar de todo.

"Tus palabras me traen de vuelta otra vez"

Corriendo por las calles, dirigiéndose a la cafetería en la que estaba anteriormente con compañía del de ojos zafiros.

Sus palabras a pesar de maltratar su débil corazón, siempre lo llevaban de vuelta a él.

"Son tan locas las cosas que hacemos en nombre del amor"

Entrando al establecimiento, esperando encontrarse aún con el de ojos zafiros, porque, según el horario que había armado mentalmente aún no era hora de que volviera a trabajar.

Su suerte lo apoyo, se encontraba sentado en el mismo sitio de cuando llegó, se acercó al mafioso y lo beso, esperando una nueva cachetada, recibiendo el golpe en la mejilla que no había recibido golpe alguno antes.

Lo amaba y, en el nombre del amor dejaba que le pegará con tal de que no lo dejara, hacía cosas tan locas y arriesgadas porque no quería que el mafioso, su único soporte lo abandonará.

Se sentó y platicaron los últimos minutos que quedaban del descanso del pelinaranja.

Sonó la alarma del mafioso y sin siquiera despedirse se fue.