Hotaru Haganezuka x tn ||ꕥ °Polos Opuestos° ꕥ|| Kimetsu no yaiba

I

-Por favor, no puedes renunciar yo en verdad necesito su-... -Esquivo rápidamente el mango de una Katana seguido de su funda, el herrero que confeccionaba sus Katanas simplemente rechazo un trabajo más de aquella pilar del sueño, quien estaba incrédula con la reacción de su herrero, más bien ex herrero.

- NO! No más oportunidades! No más Katana para usted, y no más nada! No puedo confeccionar una Katana adecuada para usted! No puedo seguir sus exigencia de confección! Simplemente no puedo! Consígase a otro herrero que quiera seguir con sus locuras!!- Acomodo su haori y simplemente se fue dejando a la pilar con la palabra en la boca, realmente era el cuarto herrero quien no cumplía con sus expectativa de sus armas, era estresante y agobiante como es que no conseguía la perfección de susodicho.

-No puedo creerlo... tendré que hablarlo con el patrón otra vez.... soy un desastre, ¿No es así?- Miro su cuervo, quien estaba expectante ante la situación, por lo que sonrió de forma tranquila para si comenzar su camino hasta la finca de Oyakata-sama.

Por suerte, el señor Kagaya Ubuyashiki, le dio la autorización de ir a la aldea de los herreros, pero sabia perfectamente de que aquel rumor de que era una espanta herrero llegaría a los oídos de todos, por lo que seria una tarea difícil de conseguir a uno sin que la rechace a la primera, ahora mas que nunca necesitaría mucha suerte y esperaba que al menos uno aceptara sin pensar en aquellos rumores, iba ser difícil sin duda.

El viaje era largo y ciertamente agotador para los Kakushis, pero aun así cumplían su deber de traslado para que la pilar llegara aquel lugar sin saber de su ubicación exacta, de vez en cuando tomando descansos para si luego remontar el transcurso del recorrido.

-Hemos llegado señorita Pilar del sueño, espero que tenga una buena estadía y no tenga ningún problema, recuerde ir primero con el jefe de la aldea para tener su aprobación- explico la Kakushi, seguido de despedirse respetuosamente de la pilar, quien sin más esta comenzó a caminar por la aldea, sintiéndose así muy criticada por las miradas de los habitantes, quienes a pesar de tener mascara podía sentir sus intensas miradas sobre ella.

-(Es mas que obvio que todo lo saben... solo espero que el jefe, entienda mi situación)- llevo sus manos a su cabeza, mientras que trataba de no pensar en lo negativo, pero era difícil no hacerlo, sin tomar en cuenta su camino choco con alguien, causando que ciertos dangos cayeran al suelo, recibiendo cierto gruñidos de molestia por parte de la persona, por lo que rápidamente se disculpo, mientras que juntaba sus manos. - Enserio lo siento, debí de ir más atenta, le comprare unos nuevos dangos para recompensarle!!-

Al levantar su cabeza vio a un herrero con un haori de girasoles, quien simplemente se mantenía con los brazos cruzados, mientras que resoplaba con molestia, miro a su alrededor en busca de una tienda que los venda y al encontrarla corrió hasta esta donde sin más compro una caja de dango y volvió con aquel hombre, pero este simplemente se había ido, dejándole con mal sabor de boca a su contraria.

- Ay no... ya tengo uno menos... dios t/n eres una tonta...- Retomo su camino por la aldea, mientras que miraba aquella caja con cierta frustración, no encontraría jamás aquel herrero y no encontraría uno para ella, sin duda las primeras impresiones cuentan.

-Que linda chica eres Mochizuki, es bueno verla después de meses, dime, vienes por otro herrero ¿No es así?- Preguntaba aquel pequeño anciano, quien miraba a la chica con tranquilidad, sabia perfectamente del porque estaba aquella pilar en el lugar, pero quería escucharla por ella misma.

-Así es señor Tecchikawahara, no es que hagan un mal trabajo, es que simplemente necesito que mis Katanas sean confeccionada de una forma especial, pero ninguno a logrado hacerlo a la perfección, bueno, no tan perfecto como... como él- Bajo su mirada al pensar en su antiguo herrero, quien había sido asesino por un demonio, se arrepentía bastante por no haberlo protegido a tiempo.

-Hey, no te desanimes, de seguro habrá alguien que este dispuesto o mejor dicho, que tenga las habilidades correctas para confeccionar tus Katanas, te daré una o dos semanas para que logres buscar uno, en caso de que no lo logres, yo mismo te asignare uno, así que señorita Mochizuki, sea bienvenida a mi aldea, por favor, visite las agua termales para que pueda relajarse y aliviar su mente-

-Enserio, muchas gracias señor Tecchikawahara, agradezco gratamente su compresión, le prometo que sera la ultima vez- Se levanto de su lugar, seguido de hacerle una reverencia para si irse, el anciano miro detrás suyo a cierto herrero, quien abría el shoji de forma lenta, al igual que ciertamente interesado ante la propuesta de la chica, más bien en la caja de dangos que esta portaba entre sus manos.

-¿Y bien? ¿Te interesa Hotaru?- Aquel herrero, simplemente dio un leve gruñido como respuesta para luego irse, sin decir una palabra. -Algo me dice que si aceptara-

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-Oh dios~... que relajante es esto~...- Suspiro con tranquila, mientras que su cuerpo de apoco iba hundiéndose en aquellas cálidas aguas, estaba sola y podía disfrutar de aquel estanque todo el día si es posible. -Es como estar en el paraíso sin duda~-

-Pero de seguro en el paraíso todo seria silencioso niñata- La chica de forma instintiva se cubrió los pechos, seguido de mirar el lugar donde provenía aquella voz tan grave y ronca, voz que incluso erizar su piel. 

-¿Eres una clase de acosador?- Noto aquel haori de girasoles que portaba aquel hombre, por lo que sorprendida salió del agua, olvidando por completo el hecho que estaba desnuda, su contrario rápidamente comenzó a reprocharle por tal acto inmoral, pero no le importo, se acerco donde estaba sus cosas, tomando cierta caja que tenia aquel delicioso contenido. -Acepta estos dangos como muestra de mis disculpa! Por favor! No quería causarte un mal rato!-

-Pero que mierda crees que haces loca!!!? Como se te ocurre darme esto y de esa forma!! Estas demente o que!!?- decía molesto y ciertamente nervioso, realmente agradecía llevar una mascara Hyottoko o aquella chica vería su sonrojado rostro.

-Eeh? no te gusta los dangos en caja?- Dijo sin comprender la situación, pero aquel hombre cubrió su cuerpo con su haori para luego notar como este le arrebataba aquella caja para si irse con rapidez, dejándola confundida y extrañada por tal acción. -Es un patán, ni gracias dijo...- 

Después de estar unos minutos procesando la situación, su rostro estaba completamente rojo y caliente, por lo que no evito gritar de la vergüenza, literalmente un hombre le había visto desnuda y no solo eso, le había pedido disculpa de aquella forma, ahora no tendría valor de volver a verlo, se sentía como una tonta, ahora entendía por completo su reacción.

-(Joder... ahora como buscare un herrero? Y si me lo encuentro? Y si lo veo? Que tarada soy!!)- sin duda aquel vergonzoso momento jamás saldrá de su mente.