40

564 86 9
                                    


Bill aceptó el abrazo simplemente porque necesitaba uno, estaba abrumado con toda la realidad que había visto por Internet.

—No quiero pelear —le dijo Tom—. En verdad me cansa, aún no me dices qué hago aquí en el fin del mundo, quisiera una explicación, siento que la merezco. —Bill lo miró a los ojos y suspiró, era cierto que le debía una explicación más convincente que sólo buscar respuestas.

—Verás, ese hechizo tiene sus condiciones que no sé, sólo me explicó que no debes acercarte a mi otra parte, a ese del video, hiciste mal en dormir a su lado, debes ignorarlo, mi integridad está en peligro, ¿lo olvidaste? ¡Me pones en peligro!

—¿Cómo creerte? Para serte sincero me es difícil y más aún ignorar tu otro lado, es que es… —suspiró mirando al vacío.

—¿Te interesa? —preguntó un tanto angustiado.

—Es… es tierno, provoca quererlo, cuidarlo, me he acostumbrado a él. —Bill frunció el ceño, se incomodó ante esas palabras.

—¿Qué te gusta de él? —Su pregunta fue en tono grave.

—Todo, quiero tenerlo en mis brazos otra vez…

—¡No! —gritó reaccionando sin medir eso y luego se tapó la boca respirando agitado como queriendo calmarse—. Digo, no debes, Tom, puede ser peligroso.

—¿Sabes? Creo que comprobaré lo peligroso yo mismo. Ahora dime, ¿hasta cuándo estaremos aquí? ¿Cómo resolveremos el misterio del póster? ¿Cómo logrará revertirse? —Bill lo miró con angustia.

—Sólo debemos esperar a… a que se revierta de alguna manera, sólo no debemos pelear ni estar en contra el uno con el otro y no debes acercarte a mi otro lado. —Le cogió de la chaqueta mirándole a los ojos—. ¿Crees poder ayudarme? Por favor Tom, así como tú tampoco quiero estar aquí, mira todo lo que he dejado, renunciando a todo así por así, no lo haría al menos que esto fuera serio, lo es… ayúdame. —Tom logró conmoverse, lo miraba a los ojos y parecía verdad, su angustia lo era.

—Haré lo que pueda, si es para regresar a casa, haré lo que me pides.

—Gracias. —Se le acercó un poco y lo abrazó.

Pocas veces, muy pocas veces Bill se había atrevido a abrazar a alguien de esa forma fuera de cámaras. Tom tomó su rostro por un momento para mirarlo a los ojos buscando no ser engañado, es que tenía sus sospechas. Bill acortó la distancia para besarlo de manera suave, Tom aún mantenía los ojos abiertos con Bill abriendo la boca y atrapando así sus labios. El segundo beso que le daba, pero mantuvo sus manos en su rostro deteniendo un poco su voracidad. Logró separarse y se quedó jadeando cerca de sus labios, no podía negar que le había gustado, pero algo en su mente le decía que no era correcto.

—Bill, no es por rechazarte ni esas cosas, pero si me provocas lograrás encontrarme y luego te quejarás diciendo que soy aprovechado…

—Aprovéchame, mira donde estamos, ¿ante quién me quejaré? —Bill logró tomar sus brazos y empujarlo un poco hacia la cama, Tom se sorprendió mucho, no parecía el Bill que conocía, ¿acaso intentaba seducirlo? Algo tramaba y eso era evidente.

—Espera… ¿crees que no me doy cuenta? Intentas algo, lo veo en tus ojos.

—¿Importa que intente algo? Solo quiero pasar un buen rato contigo. —Acarició su pecho en círculos y repartió besitos en su mejilla, mentón y la punta de su nariz, Tom lo miraba anonadado.

—No sé, me suena raro… —Tom cerró sus ojos para dejarse besar y entre esas caricias y los besos en sus labios, recordaba al otro Bill, la línea de diferencia entre ambos se hacía confusa, así que lo tomó de la cintura y aprisionó entre sus brazos—. Bill, tan lindo… —susurró al oído tratando de controlar de alguna manera todas sus reacciones. Bill rió entre sus labios, era muy cierto que quería a Georg, no podía negar eso, pero también era cierto que estaba completamente solo con un chico guapo, ¿cómo no aprovecharlo?

Póster(Toll)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora