Extrañado era poco, estaba increíblemente extrañado. Jackson estaba actuando raro desde hace unas noches, habían ido al médico para revisar que todo estuviera bien y lo estaba, pero Jackson no parecía prestar atención a eso.
Iba de arriba a abajo por la casa y le hacía toda clase de preguntas extrañas sobre sus horarios, lo que más raro le parecía era que cada vez que preguntaba "¿qué hiciste hoy?" Se ponía nervioso al extremo, se reía entre dientes, veía para todos lados y luego contestaba cualquier cosa.
Había hablado con Matthew y Sally acerca del tema, ellos simplemente rieron y dijeron que estaba poniendo todo en orden para su regreso al trabajo, les creyó porque entre mas se acercaba la fecha más tranquilo estaba.
— ¡Llegué! — anunció sin recibir respuestas —. ¿Jackson?
Los ligeros sonidos de cucharas y un que otro "auch" se escuchaban saliendo de la cocina, al parecer su novio estaba demasiado concentrado en lo que estaba haciendo. Con cuidado se acercó hasta estar detrás de él y abrazarlo causando que se sobre saltara.
— ¡Mark, me asustaste! — dijo apagando el horno para voltearse y verlo alegremente —. Tengo buenas noticias.
Mark sonrió y le dió un beso antes de preguntar dulcemente: — ¿Cuales son las buenas noticias?
— Recordé todo hace unos días y... ¿ya sabes que te amo? — Mark asintió —, bueno te estoy haciendo un postre.
— ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
Preguntó tratando de ver lo que había hecho el menor, no era por nada, Mark amaba a Jackson como nunca había amado a alguien, pero era malo haciendo postres ¿comidas saladas? Todas las que quieras, ¿un hotcake? Por favor no.
— Sabes que soy malo para las cosas dulces... exceptuándote claro.
— Estoy seguro de que será el mejor postre del mundo, cariño — a decir verdad olía estupendo, lo que sea que estuviera haciendo si no sabía bien por lo menos el olor lo tenía.
— Me esforcé, no es chantaje, si no te gusta no tienes que comerlo.
La impaciencia ya lo estaba golpeando gracias a los rodeos de Jackson, cuando estaba por protestar una linda tarta de manzana y canela apareció en su vista, era linda porque Jackson la había hecho porque si la pusieran en una vitrina estaba seguro de que ninguna persona la tomaría si hubiera otra. Pero aún así era perfecta.
— Está... está perfecta, Jack. Huele demasiado bien.
No perdió el detalle de los ojos iluminados de Jackson cuando escuchó sus halagos, la sonrisa que portaba tampoco se quedó atrás, pues era tan luminosa que estaba seguro que podía quedar ciego con la intensidad.
— ¿Te gusta?
— Me encanta, ¿podemos probarla?
— Me ofendería que no quisieras probarla, sólo... ve a cambiarte en lo que se enfría un poco.
Siguió la orden de Jackson, fue al cuarto que ya compartían desde los primeros días luego de su cita y se cambió por algo más cómodo. Había algo que lo ponía nervioso al extremo, pero no entendía porque, vio a Jackson murmurando un par de cosas que calló en cuanto lo descubrió observándolo.
— Listo, estoy muy emocionado por esto — dijo sinceramente.
— Yo más — soltó mientras cortaba un trozo de tarta y lo servía en un plato con una poco de helado.
Con toda la emoción que cabía en él probó el postre quedando sumamente sorprendido por el sabor, hace mucho no probaba una tarta tan buena como esa. En una de sus primeras citas con Jackson habían ido a una cafetería donde probó la mejor tarta de manzana del mundo, luego de eso empezaron a ir seguido sólo para comer el postre hasta que cerró.
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Remember Our Love // Markson
RomanceHaber tenido un accidente es el menor de sus problemas cuando se da cuenta que no recuerda los últimos años de su vida, más importante aún, no lo recuerda a él.