7 de julio de 2020.
03:45, Rawson, Chubut.
Era una noche fría y lluviosa hoy, como una de esas noches en las que a menudo me encanta acostarme en mi cama y leer algunas novelas o mangas. Era uno de mis pasatiempos más queridos, ya que la atmósfera pacífica junto con el leve sonido de la lluvia afuera fue suficiente para hacerme encontrar tranquilidad y paz.
Sin embargo, hoy fue un poco diferente, he estado jugando seis horas seguidas en mi PC. Justo ayer finalmente llegué a Diamante I en soloQ y en tres horas finalicé mi último juego promocional y alcancé el rango de Maestro.
"Bien, ¿ahora qué?" me pregunté mientras leía 'Victoria' en letras doradas en mi pantalla.
Desde que empecé a jugar League of Legends, hace 4 años, me había propuesto llegar al llamado Alto Elo. ¿Razón? Nada más allá de la autosatisfacción, solo la necesidad de llenar mi propia vanidad.
Mi vida no es interesante, incluso no puedo encontrar algo digno que se pueda resaltar, en muchos sentidos solo se puede describir como mediocre.
Sin embargo, por mediocre que pueda ser, hay dos cosas que al menos puedo salvar de todo esto; el primero podría ser mi apariencia física. En la sociedad actual muchos podrían decir que esto es una gran virtud, o ventaja, como se quiera ver. Pero en mis dieciocho años de vida, lo único que logró darme fue más facilidad a la hora de acercarme al género opuesto, y alguna que otra ventaja a la hora de socializar.
Pero ahí terminan las ventajas, si bien hay cierta cantidad de personas que explotan su apariencia física, en mi opinión lo hacen a cambio de tranquilidad y estabilidad en sus vidas. Algo a lo que yo personalmente no sería capaz de renunciar.
Aquí está mi segunda cualidad, mi filosofía de vida. Sí, tengo una vida mediocre, pero me enorgullezco de ella. Sin riquezas ni extravagancias tengo paz y tranquilidad. Algo que considero es un producto demasiado preciado en el mundo actual.
Mientras muchos están estresados por qué hacer con sus vidas, yo estoy aquí disfrutando cada momento mientras escucho mi música favorita de fondo mientras termino de leer una saga, novela o simplemente disfrutando de un juego.
Así, en un mundo donde reina el caos y el desorden, encontré estabilidad y calma.
Estabilidad y tranquilidad, dos cosas que me faltaron a lo largo de mi vida.
Debido a que mis padres me tuvieron muy joven, uno de ellos, mi padre, tuvo que dejar de seguir su carrera universitaria para afrontar su nuevo reto, ser padre y apoyarnos a los tres. Mientras que mi madre podría concentrarse en seguir su carrera universitaria para que, al menos, tenga la oportunidad de mejorar nuestras vidas.
Sin embargo, por cosas de la vida, o relaciones desprotegidas e irresponsabilidad juvenil en mi opinión, apenas dos años después de mi nacimiento, mi familia le dio la bienvenida a mi hermanita.
A partir de entonces, fue una lucha constante de mi padre y mi madre poder mantenernos. Como mi padre no quería que nos perdiéramos nada, tuvimos que mudarnos por varias ciudades durante mi niñez y mis primeros años de adolescencia.
Debido a esto, nunca tuve la estabilidad para entablar relaciones amistosas con otros niños de mi edad.
Desde que tengo uso de razón, tomé conciencia de que todo lo que me rodeaba era fugaz y debía aprovechar cada momento, sin tener que encariñarme demasiado con mi entorno.
ESTÁS LEYENDO
Runaterra: Terrícola entre leyendas.
ActionRenzo era un tipo sencillo que amaba MOBAS, una noche se encontró rodeado en un bosque, para luego descubrir que estaba metido en una de sus franquicias favoritas. League of Legends. Síguelo en su viaje por las tierras de Runaterra, donde lo esperar...