Runaterra: Terrícola entre leyendas.

18-El Puño de Ionia.

Ya era de noche, el terreno alrededor de la Ciudad de Ionia, la única en Navori, estaba bajo un silencio sofocante.

Zed desde las paredes estaba viendo la ubicación del campamento enemigo, ya recibió varios informes de los refuerzos.

El aire alrededor de la pared era algo esperanzador y solemne.

El destino de los miles que vivían en la ciudad dependía del resultado de la batalla entre las tropas noxianas y los refuerzos del Placidium.

Zed, incapaz de mirar bien el campo de batalla, decidió crear un clon de sombra. Aunque solo podía usar una cantidad limitada de ellos, necesitaba ver la batalla por sí mismo para decidir el curso de acción que tomaría para ayudar a los refuerzos.

En eso, un par de metros debajo de la pared, apareció un clon de sombra y se movió rápidamente hacia el bosque, dirigiéndose hacia el campamento enemigo.

Mientras tanto, en el segundo escuadrón, marchaban lentamente hacia el enemigo.

El Maestro Yi, junto a Renzo caminaban juntos.

Aunque Yi simplemente podía esquivar cualquier ataque entrante que no fuera tan rápido como él, estaría en un aprieto si se lanzaran varios ataques en rápida sucesión hacia su posición.

Por lo tanto, con el puño de Renzo capaz de detener una gran cantidad de ataques, caminaron juntos mientras Renzo tenía dificultades para distinguir algo frente a ellos.

A diferencia de él, Yi pudo ver claramente el área circundante gracias a su casco.

El resto de tropas caminaba cien metros detrás de ellos. Todo el lugar reverberando con cada paso.

Miles de pies atronaban la tierra, en una sucesión de golpes que aseguraban la guerra.

Marchaban pasos firmes, mientras escondían corazones vacilantes. Miraban hacia adelante, no a la muerte, sino a la esperanza de sobrevivir.

Otros, seducidos por el poder y la violencia marchaban con corazones ansiosos, sin importarles la amenaza de muerte que se cernía sobre ellos.

Ionia marchaba junta, pero separada. Desconocido por ellos, los dos lados de un futuro conflicto estaba brotando entre ellos.

Y durante esta batalla se vería una clara división.

Aún así, nada de eso importa, ya que las figuras principales del Maestro Yi y Renzo se detuvieron.

Yi miró al frente y le dijo a Renzo "Empieza a golpear, lo necesitaríamos". Tan pronto como Renzo escuchó sus palabras, un silbido vino del aire mientras iluminaba el cielo nublado.

Más silbidos comenzaron a sonar cuando Renzo levantó el puño y, con gran esfuerzo, golpeó el aire.

Un crujido se extendió, superando rápidamente los hechizos entrantes.

Renzo sintió que su puño tocaba algo sólido cuando comenzaron a aparecer telarañas rotas frente a él.

Vio brevemente cómo el espacio frente a él comenzó a moverse brevemente, como cuando el calor distorsionaba el aire.

Esta vez, sin embargo, una gran cantidad de energía se extendió desde el epicentro de su puño, ya que las docenas de hechizos entrantes comenzaron a disminuir hasta el punto en que permanecieron brevemente en el aire.

Se produjeron algunas explosiones amortiguadas en el aire, pero el sonido no pudo atravesar las olas que se extendían hacia el Campamento Noxiano.

Cuando Renzo relajó su puño, sintió la sensación fantasmal que le recordó las veces que solía golpear la pared de su casa.