"Dicen que para encontrarte
Primero tienes que perderte"
La expresión que tiene “el lenguaje artístico” es maravillosa, no necesitas hablar para expresar lo que quieres. He pintado desde que tengo aproximadamente 7 años, sin embargo desde que entre a la universidad he perdido el hábito de hacerlo, ya que hay que poner “prioridades “como me dice mi madre.Todos tenemos distintas cosas que pueden llegar a impulsarnos a hacer algo, por ejemplo, para algunos es el mérito propio, para otros la admiración hacia su trabajo, o incluso el amor, aunque con amor no me refiero individualmente al amor de una pareja, bien podría ser algún familiar, amigo o incluso mascotas.
Hoy a mis 22 años me he dado cuenta que no se que me inspira o que es ese algo que debería motivarme, lo que realizo en mi día a día cada vez se siente más monótono, algo así como un sensor, cada mañana al levantarme se enciende el “instinto de supervivencia” como me gusta llamarle a la voz mental que me dice lo que tengo que hacer en el día, lentamente me empecé a dar cuenta que estaba empezando a andar en círculos al punto de preguntarle a aquella voz ¿porque tengo que levantarme o hacer x actividad? Se que no podría responderme, ya que esa voz soy yo y efectivamente no se porque hago lo que hago.Hay una obra que se encuentra en la Bienal de Venecia y se hizo reconocida en 2019, es una pieza de instalación y tiene por título “can’t help myself” vi al ser humano reflejado en aquella máquina, como en un principio se esforzaba entusiasmada en limpiar aquel líquido rojo, tal vez representando la niñez, la inocencia de esta y la falta de problemas en tu vida y como con el transcurso de los años aquella máquina sólo se veía cada vez más y más cansada de hacer la misma labor, refiriéndose a cuando el ser humano descubría que en realidad está repitiendo una y otra vez la misma secuencia de actos, tal vez sólo estoy siendo pesimista, ya que las personas parecen no ver el mundo tan malo como yo o tal vez la vida quería que yo fuera el único consiente de lo mal que estábamos como sociedad.
Al principio traté de convencerme de que todo lo que hacía era para ser “alguien en la vida”, que terminología tan extraña parece que si no estudias lo que se te exige, tienes menos valor como ser humano, como sea, llegue a la conclusión de que sin importar lo que hiciera nada me garantizaba que de aquí al resto de mis días me sentiré satisfecho. Se que es una actitud demasiado pesimista pero no puedo evitar pensarlo, estresarme por hacerlo y repetir el ciclo, mis días se resumen en ir a trabajar e ir a la universidad porque a pesar de tener este tipo de pensamientos tampoco puedo encerrarme en un cuarto y no hacer nada, tengo que mantener la cara en alto.
Me encantan los recuerdos, uno de los más presentes que tengo es la primera vez que descubrí el arte y lo empecé a practicar, para un niño de 7 años el descubrir las diversas formas en las que puedes emplear la pintura era algo mágico o al menos así lo sentía yo, me sentía único, el hecho de que mi entorno admirara lo que hacía no me ayudaba a convencerme de lo contrario, sonara narcisista pero siempre supe que mi talento era algo de lo que sentirse orgulloso, tal vez si hubiera tenido el valor y el talento necesario podría haber explotado mucho más esa pasión, ahora solo soy un simple espectador y admirador de las pinceladas de otros artistas.
Cuando era pequeño podía pintar horas, ver tutoriales y probar distintos métodos artísticos, siempre ame los colores, por lo tanto, buscaba todas las combinaciones que me parecían buenas, llegué a decir ¡wow! Tanto esfuerzo si que valdrá la pena, hoy a mis 22 años no me imaginaba que la frase “son solo sueños” se sentiría tan pesada.
También recuerdo mis 14 años ya entrando a la adolescencia, entiendo que para algunos sea la mejor etapa, pero para las personas que no se atreven a ser tan osadas con la vida solo es observar en un rincón como todos se alejan y tu sientes que estas atrás de ellos, creo que esa fue la primera vez que me sentí un espectador en la lejanía, escuchando anécdotas pero jamás contándolas, viendo como todos tenían pareja y a pesar de tener propuestas y querer enamorarme me di cuenta que solo dañaba a las personas al pretender que estaba enamorado, esto debido a que el sentimiento nunca fue genuino, me pregunto si es normal nunca haber sentido atracción romántica en 22 años, después de 3 intentos de autoengaño deje de intentar salir con alguien y me concentre solo en mi, en la adolescencia se encuentra el ciclo más hormonal posible, la envidia, los celos, rupturas amorosas, engaños, por supuesto también los cambios físicos algunos tienen suerte y pasan de orugas a mariposas y otros simplemente la suerte los persiguió pero ellos fueron más rápidos, y lo peor de todo la desestabilización completa de tus emociones.
Cómo sea, entre más pasaban los años era menor el tiempo que pintaba, mis padres decían que aunque era muy lindo lo que hacía lo dejara de lado y fijará metas que si me fueran a servir, un recuerdo que me gustaría olvidar pero que tengo presente todos los días es cuando a los 12 años de la forma más entusiasmada les dije a mis padres que iba a estudiar artes y así lograría todo lo que quería, recuerdo la risa de mi madre al decirme:
“del arte no se vive cariño, no ganarás nada haciendo eso a menos que quieras morir de hambre”.
No quería creer que tenía razón.
A mis 18 me encontraba desesperado, sin saber que tenía que estudiar, si digo “tenia” porque solo a las personas lo suficientemente afortunadas se les permite estudiar la carrera que quieran, mis padres dijeron que la única forma de que me ayudarán era que estudiase lo que ellos querían, obvio trataron de que no sonara tan mal como lo estoy diciendo, a pesar de que me ofrecieron seguir viviendo con ellos rechace la oferta y les dije que trabajaría en un lugar de medio tiempo o algo así para pagar un apartamento, al cabo de un tiempo logre conseguir un trabajo como mesero en una cafetería elegante cerca de la universidad, se podría decir que estoy excelente pero me siento en un rompecabezas al cual le falta una pieza.
Después de tomarme un año sabático mientras trabajaba para conseguir un buen apartamento por cuenta propia, a mis 20 años entre a la universidad a estudiar derecho, sigo trabajando para gastos personales ya sea ropa, comida etc..
Ha habido personas que me han preguntado ¿Qué pasó con el arte, solías pintar muy seguido? Bueno, como dije amo los recuerdos pero recordar las últimas veces que intenté pintar, frustrándome por no encontrar el resultado que quería porque simplemente ya no hay nada que me inspire lo suficiente como para volver a tomar un pincel o un lápiz, me parece deplorable.“Del arte no se vive” me dijeron, últimamente el sentimiento de que mi vida no cambia y de que estoy en un círculo me aburre cada vez más, tal vez si fuera mas capaz, si no tuviera tanto miedo, si tan solo me sintiera suficiente no habría estudiado algo que no me gusta solo por presión familiar y social, hubo un momento en mi vida en el que me perdí, pero siento que no hay vuelta atrás.
Deje pasar mi adolescencia como si nada, en esa etapa existí estuve físicamente ahí, pero no la viví, eso es algo triste, no quiero que mi juventud se vaya y me quede como un simple personaje secundario de su propia historia.
Quiero encontrarme, pero no sé dónde estoy.
Anhelo volver a sentir el amor por el arte que alguna vez sentí, pero no sé cómo recuperarlo.
No quiero que mi pasión sea mi pasatiempo.
Quiero ser yo mismo.
Pero ¿Qué es ser yo mismo?
🌷🌷🌷
Espero les haya gustado nos vemos en el primer capitulo mis linduras besooooos💐🥰🌈
Fecha de inicio: 10 de mayo 2023
Fecha de finalizacion:
ESTÁS LEYENDO
El arte de ser perfectamente imperfecto
Romance"cuando le digo a la vida que quiero que me pase algo interesante, parece que esta entiende que me refiero a pasar pena". Se supone que si te caes enfrente de alguien por mínima piedad ayudas a que se levante pero burlarte?! Es enserio? Digo por lo...