02. IDILLIO

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Ángel

"Hay veces en las que simplemente quiero escapar de mi mismo".

Quiero separar todo aquello que me abruma, quiero ser yo, pero al mismo tiempo quiero separarme de mi, mi mente es totalmente contradictoria aveses.

Era miércoles, un día más, un día menos, ir a la cafetería, ingresar a la universidad, estudio, a dormir y sigue la secuencia.

-Aveses enserio dudo que seas un chico en sus 20's.- Al voltear para ver a la persona que me saco de mis pensamientos y/o crisis existenciales, me encuentro con mateo, mi compañero de trabajo, el cual me esta mirando con una especie de preocupación o lastima, tal vez.

Últimamente veo mucho ese tipo de expresión. -¿Estas bien?, te ves cansado, parece que no has dormido las 8 horas de un ser humano saludable promedio.

Quisiera que no tuviera razón pero se que la tiene, no he dormido lo que se supone que tengo que dormir, las últimas noches han sido solo yo mirando la pared como si fuera lo más infinito existente, sin embargo, no es como que quiera molestar a alguien diciéndole eso, así que me limitó a sonreír y responder. - ¿Porque mencionas eso? Solo estoy un poco agotado, eso es todo. -le sonrió.

-bien.-No se le ve muy convencido, pese a eso continua como si nada.- trataré de creerte, como sea, ve a limpiar la mesa 8 y...

Antes de que mateo acabará la frase escucho la campana qué avisa qué alguien entro al café, y al voltear la mirada de mateo a la puerta lo único que quiero es que me trague la tierra, lo primero que visualizo son unos zapatos de oficina y al levantar la vista, CARAJO es el tipo de ayer.

Pará mi desgracia, cuando entra al café, mis ojos se encuentran con los suyos, ay no, y como la vida me ama, el tipo se limita a observarme como si estuviera buscando algo y se dirige a la mesa 8, obviamente mateo no entiende porque me acabo de quedar en blanco.

-¿Ángel?, ¿estas bien?, parece que has visto un fantasma.

-¿qué?, ah, si, estoy bien creo, bueno, recuerdas la orden que se me cayo ayer enfrente de todos.- menciono.

- si, como olvidarlo, saliste corriendo jaja, qué hay con eso?, un error lo comete cualquiera. - Me anima y me da un golpe en el hombro en señal de que me relaje.

Pensaría exactamente lo mismo, si el mismo tipo al qué le dije ayer que le quedo grande tener "mínima decencia básica" no estuviera sentado observándome de la forma más amenazante posible.

-Si, claro, tienes razón, yo... iré a atender esa mesa.-Mateo me sonríe y se va.

Bueno, solo hay que contar hasta 3 y recordar respirar, total, a lo mejor él ya olvido cual fue el mesero qué le dijo que no tiene decencia básica, y solo me estoy alarmando por nada.


Si tan solo este tipo hubiera tenido algo de piedad, y hacer como si nada pero noooo.

-Oh, conque eres el chico de ayer.-

Mierda, que vergüenza, porque el coraje me dura solo un momento, tranquilo ángel, solo mantén la calma, díganme lo que quieran, aun así, no me arrepiento, no es como que hubiera dicho algo que no fuera cierto.¿Verdad?, a quien engaño estoy sudando frío.

-Yo me disculpe con usted ese día, sin embargo, perdón, eso si, con respecto a lo que dije no me retractare, tal vez no lo dije con sutileza pero.... - Fue un milagro que lo que dije saliera sin tartamudeos, aunque, noté su mirada estudiándome, casi buscando algo, su mirada ya se estaba tornando algo incomoda, confirmo que este tipo da miedito.- Oye, sabes que no es muy cortés mirar fijamente a alguien al rostro verdad? .- digo desviando un poco la mirada, ¿acaso tengo algo en la cara?

Antes de preguntarle eso, el me interrumpe de la forma más abrupta posible.- ¿Te han dicho que tienes unos ojos encantadores pero no poseen el brillo qué deberían?, por cierto, quiero un Expresso y una Carlota de chocolate, con respecto a lo de ayer no te preocupes, solo quería molestarte.

-¿Disculpe?, ¿Gracias? Bueno, eh, yo... iré por eso.- Solo doy media vuelta pensando en lo que dijo ¿ojos encantadores? Que tipo tan extraño, además, pidió lo mismo de ayer, mierda, enserio ¿no pudo ir a otra cafetería? solo a mi me ocurren estas cosas.

Aparte de limpiar algunas mesas y servir las últimas órdenes, mi turno ya había acabado, sin embargo, cuando iba a irme note que aquel tipo había dejado una libreta, al ojear la libreta busque para ver si había algo como un número o algo así y para mi sorpresa era un cuadernillo de bosquejos, eran peculiares, tenía una soltura total con el esfero, algo envidiable para alguien como yo que puede bocetear solo con un lapiz, me pregunto en que trabajará, acaso es algún artista o algo así? busque y efectivamente había una dirección.

Dudé, pero, la curiosidad me gano, acaso un hombre que se veía de esa forma y que parecía ser tan reacio y hosco dibujaba cosas tan coloridas mientras tomaba algo amargo, ¿enserio?

Guarde la libreta en mi maleta, como sea, tenía que dirigirme a mi casa si es que quería almorzar y después ir a la universidad.

Cuando leí bien la dirección note que quedaba yendo por la misma ruta que habitualmente tomaba, pensé en pasar para echar un vistazo, tal vez pueda darle su libreta, ok, a quien engaño tengo genuina curiosidad, hace mucho no sentía tanta intriga o interés por algo, tengo que ver qué hay en esa calle, eso sin mencionar que aunque paso por ahí, no he notado nada nuevo estos dias.

Después de salir de mi casa, cuando iba a mitad de camino, busque la dirección pero no vi nada a primera vista, así que, pensé en pasar derecho ya qué no parecía haber nada, pero, al voltear por un callejón digno de una película de terror, lo primero que note es que al parecer era la misma galería que me menciono Julián ya qué quedaba por el mismo rumbo, al ver la entrada se veía como un garaje, eso explica porque sentía que el sitio estaba escondido, de por si no me fijo por donde camino, pero al echar un vistazo dentro de aquel garaje, quedé pasmado, pese a la escasa luz del lugar pude distinguir lienzos algo amontonados en distintas esquinas, diferentes ideas pintadas en hojas y lienzos en las paredes, latas de pintura, lápices e implementos básicos, me dirigí a la única mesa del lugar, no era un espacio grande, o al menos, no lo suficientemente grande como para hacerte sentir solo, sin embargo, tampoco era pequeño, diría que es perfecto para sentir algo de paz, qué nadie se encontrara por el momento irónicamente al contrario de parecerme algo descuidado, me hacia sentir de forma segura, el lugar era acogedor y aislado, los colores que más distinguí fueron el negro y distintas tonalidades de azul.

Al observar la mesa vi distintos bosquejos que variaban entre rostros, lugares, he incluso planos de edificios, pero lo más impresionante vino cuando levante la vista, mis ojos se encontraron embelesados por completo por una pintura en especifico, aquella pintura se encontraba atrás de la mesa y me acerque como una polilla atraída hacia la luz, saque el cuadernillo y observe qué se parecía a uno de los tantos bosquejos qué vi, era un chico fumando, o al menos eso pensaría alguien que mira la pintura de reojo, a lo mejor no muchos notan la profundidad sentimental, aquel chico tenía preciosos ojos verdes con un brillo peculiar, no me refiero a un brillo de vida, era ese tipo de brillo qué tienes antes de romper a llorar, me gusta llamarle un llamado de auxilio, cada pincelada significaba algo, quisiera preguntarle al artista qué pensaba haciendo esto, noté la lagrima qué caía del ojo izquierdo del chico, sus cejas marrones algo caídas, un detalle digno de atención esque si mirabas bien, aquel muchacho en lugar de pecas poseía estrellas, una nariz perfilada, un cabello desordenado, y en sus labios poseía un cigarro, note que el chico miraba hacia arriba casi como si mirara el humo del cigarrillo, hace mucho no me sentía tan anonadado por una pintura, lo más triste de aquella obra, al menos en mi caso, era la sonrisa que mantenía aquel chico.

Al bajar la mirada vi que había algo escrito en el pie del lienzo.

"Acostumbrarse a vivir lo mismo día a día, no es vivir, solo es una forma más pasiva de morir."

-Idillio

Wow, siento vibrar mi teléfono, al revisar veo que se trata de Daila, mi compañera de universidad.

-Hola.-al no escuchar respuesta, vuelvo a decir. -¿hola?, ¿Daila?

Después como de 1 minuto escucho una respuesta.-qué onda con ese hola, parece que estuvieras llorando, ¿estas bien?-se escucha algo inquieta.

No es hasta que toco mi mejilla qué noto la razón, al apartar mi mano, veo que en donde toqué ahora esta un poco mojado, qué me pasa, no recuerdo cuando comencé a llorar o el porque, cielos, me limpio los ojos rápido con las mangas de la chaqueta.

-¿Ángel?, me estoy preocupando ¿estas bien?

-si, si, no es nada, es tu imaginación jajá-pese a que digo esto siento que se me esta quebrando la voz, me siento ahogado, carajo.

Me volteo para salir, no sin antes echar una última ojeada, me pregunto si algún día volveré a pintar, guardo la libreta en la maleta para correr en dirección a la universidad, en 5 minutos corriendo puedo llegar, espero que el vuelva mañana al café para así entregarle la libreta, de alguna forma no puedo evitar sentirme emocionado.

Pero no volvió ni el jueves, o el viernes y así, hasta aquel lunes en la mañana.

Sonó la campanilla, y al voltear, no podía creer que si volviera, pensé que no lo volvería a ver, pese a eso traje la libretilla todos estos días, veía los bosquejos en mi tiempo libre, en mi defensa el arte es mi pasión oculta, aunque ya no la practique y este muy a la defensiva con respecto al tema, me acerque a su mesa para tomar la orden y de paso darle el cuadernillo.

-Buenos días.-eso sonó casi emocionado, Dios, ni siquiera se porque estoy así, parezco alguien que acaba de conocer a su banda favorita.

-Il ragazzo dagli occhi verdi.-Hablo en lo que parecía ser italiano eso explica el extraño acento y los rasgos extranjeros.

-¿Eh?-Al notar mi confusión, me miró y corroboró.

-Disculpa, no domino el español aun.-

-Tranquilo, eh, vine a tomar su orden y darle esto.- busco en el bolsillo y saco la libreta.- Lo olvidaste la otra vez.

-Al observar mi mano sonríe. -Ah, la estaba buscando, Grazie.

Antes de que el pida su orden lo interrumpo.-Emm yo... observe un poco y... no es por ser chismoso ni nada pero, estudiaste bellas artes o algo así?
- Jajaja de hecho no, solo me gusta el arte, en realidad soy arquitecto, por cierto, mi nombre es raffael Moretti, ¿cual es tu nombre?- dijo con una mirada algo perspicaz mientras estiraba su mano, había algo brillante en esos ojos azules, como una carga magnética qué te hace incapaz de apartar la mirada, eso, acompañado de su sonrisa completamente confiada, afianzó el sentimiento extraño qué tuve detrás de la pregunta en si misma o, tal vez, sólo era mi imaginación.

-¿yo?, Ah, soy Ángel, Ángel Morales- dije, sintiendo un poco de calidez en el pecho al estrechar su mano. -Encantado de conocerte, qué desea ordenar? .

-Igualmente Ángel, quiero un Expresso Y Una Carlota De chocolate.-Dijo sin dejar de sonreír.

Llámenme loco pero el destello en sus ojos al decir mi nombre sin despegar su mirada de la mía, fue algo imposible de olvidar. ¿Qué pasaba con este tipo?


🌷🌷🌷

VOLVIIII

Ahora si.

¿Que tal estuvo el cap 2?

¿Alguna pintura los a tocado emocionalmente al punto de hacerl@s llorar?, Si es así, ¿cual?

Primeras impresiones de raffa aqui.💐🌈

Gracias por leer, besos.💗🧚🥰






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⏰ Última actualización: Aug 21, 2023 ⏰

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El arte de ser perfectamente imperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora