cap 14

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Narrador.

- ¡Luzu, Auron! ¡Vengan!- exlamo el Omega viendo en su dirección-. ¡Ya los ví!.- río levemente.

El bicolor busco a los dos alfas con la mirada, apenas notandolos ocultos detrás de unos árboles. ¿Cómo no los había notado antes?, El Omega lo había sorprendido otra vez con sus grandes habilidades.

Estos se acercaron y saltaron al agua, saliendo poco después con sus formas humanas.

- agradezco no ser un humano normal, por qué si no, estaría sufriendo de hipotermia ahora mismo- dijo el castaño, disfrutando de la "calidez" del agua.

Su raza era mejor que la humana por varias razones, y una de esas eran las resistencias gigantescas que tenían. Unas de esas eran hacia el frío y el calor. Por lo que aunque estuvieran en esa cascada totalmente helada, para ellos se sentía hasta tibia. Tendrían que estar horas hasta que su cuerpo empieze a bajar su temperatura corporal para sentir el frío que un humano tendría en segundos en esta situación.

- no lo había pensado asi- dijo el albino con una sonrisa-. Supongo que me acostumbre mucho ha bañarme en rios y cascadas heladas- dijo con una leve sonrisa, poniendose debajo del flujo del agua para que le diera de lleno en la cabeza.

Los tres miraron como el Omega se movia delicadamente en el agua, viendo el como disfrutaba de la naturaleza que lo rodeaba. Era una imagen hermosa para los tres, más para los dos alfas de la manada por su obvia atracción hacia el albino.

Escucharon unas pisadas y vieron al resto de su manada ver la misma escena que ellos. Sin duda ese omega era unico. El seguía viéndose tan hermoso, aún si su cuerpo tenía muchas cicatrices, el seguía siendo... Hermoso.

Los demás entraron lentamente, pasando a su forma humana. El Omega se volteo para verlos con una sonrisa. Si bien el resto de la manada tuvo la misma reaccion que los tres alfas al ver sus marcas, borraron esa pena en sus caras para dedicarle una sonrisa, demostrando que no les importaba como se viera, ellos siempre le tendrían una sonrisa. Cosa que causó que el albino se sintiera bien cosigo mismo, tal vez fue un instante, pero tuvo esa tranquilidad de saber que no lo estaban juzgando con la mirada.

Empezaron a jugar un poco, tirándose agua, haciendo carreras y otros juegos, pasando así un par de horas, causado que su piel se arrugará un poco.

- ¿Tienen hambre?- pregunto el albino, se sentía pleno como muy pocas veces, cosa que le causó hambre.

Los demás asintieron, a lo que el albino se transformó y salió del agua. Se sacudió un poco y noto el como la manada lo estaba observando.

No lo habían visto con detalle por qué no tuvieron la oportunidad, pero el lobo del Omega era hermoso. Tenía su pelaje totalmente blanco como la nieve, y unos ojos azules intensos. Su tamaño por naturaleza era algo pequeño, pero igualmente de veía algo más grande que uno normal de Omega.

El albino camino hacia donde era el punto de reunión y empezó a preparar todo. Noto que los demás estaban tardando, a lo que tuvo razon al sospechar que estaban hablando entre ellos.

Auron y Luzu les estaban comentando que se encargarían de investigar al Omega, cosa en la que estuvieron de acuerdo.

Los dos alfas se quedaron en la cascada un rato más, mientras los demás volvían al punto de encuentro para ayudar al Omega a colocar la mesa.

Los dos alfas se quedaron en la cascada un rato más, mientras los demás volvían al punto de encuentro para ayudar al Omega a colocar la mesa

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El Omega se metió un poco al bosque para ver si los alfas llegaban, pues estos estaban tardando y la manada ya quería comer. Sintió la presencia de los dos por detrás, pero no sé volteo para que se acercaran más a él. Los dos grandes lobos lo rodearon con sus gigantescos cuerpo, acurrucandolo entre los dos. El Omega acaricio las dos cabezas de los alfas, obervando con una sonrisa como estos recibían su cariño con gran felicidad.

Los alfa olfatearon gustosos al Omega, refregandose contra su pequeño cuerpo para llamar su atención.

Se sentó en el suelo y los dos grandes lobos se acostaron a sus dos lados. Este se dedicó a mimarlos con una sonrisa, siendo bien recibido por ambos.

La manada se preocupo levemente al ver que el omega no volvia, por lo que fueron en su busqué. Sabían que estaba cerca por que su aroma no se alejo mucho realmente. Llegaron y notaron la linda escena que formaban los tres.

Vieron el como los dos alfas se comportaban tan infantiles con el Omega, buscando sus caricias y "luchando" con el otro por su atención, aunque eso era más una excusa para jugar entre ellos tontamente como tanto les gustaba.

El Omega reía feliz por el comportamiento de los dos, ahora no tan imponentes, alfas.

El que hizo que notarán su presencia fue el Beta castaño, que hizo como si estuviera tosiendo. Los dos alfas se pusieron a la defensiva de inmediato, y el Omega se asusto un poco, era la primera vez en mucho tiempo que no se daba cuenta de la presencia
De alguien, se había distraído mucho con los dos alfas.

Las dos cabezas de la manada se tranquilizaron al ver a su manada, al igual que el Omega, se habían distraído.

- queremos cenar de una puta vez, pueden ir a acariciarse en la casa- dijo el bicolor burlón, siendo seguido por los demás.

- eso, ya me estoy muriendo de hambre y ustedes de cariñosos- dijo el beta castaño.

Los alfas bufaron y empezaron a caminar junto al omega hacia el punto de reunión. Llegaron y e cambiaron, sentándose junto a la manada en la mesa.

Comieron con una linda charla amigable. El Omega sonreía dulcemente cada vez que hablaba, dándole ese toque tan llamativo que tenía siempre.

- yo sigo diciendo que fue trampa- hablo el bicolor.

- consideraré el darte la razón cuando dejes de andar de ardido- dijo con una sonrisa burlona el albino.

Los demás soltaron un largo "huu~", provocando que empezarán a reír.

Terminaron de comer con una sonrisa, se sentian felices de poder compartir ese tiempo juntos, además de que la presencia del Omega era muy agradable para todos.

- ¡Cierto! Traje postre, por poco y se me olvida- hablo sonriente, parándose para ir a buscarlo.

Estaba por hacerlo, si no hubiera soltado un quejido y su aroma se intensificara extremadamente rapido. La manada se mareo levemente ante el aroma, era bastante fuerte y... Por obvias razones era "atrayente", menos para el bicolor, que por su lazo no podría sentir esa "atracción", por eso tomo al Omega Rápidamente.

- lo llevaré a casa, no vayan hasta que les diga- dijo rápidamente, tomando al albino entre sus brazos.

el omega de la manada (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora