La ceremonia más importante del año tenía como protagonista a la persona más triste del mundo. Su mirada entristecida desbordaba la inocencia que portaba, siendo meramente usado para fines de lucro por su propia familia quienes, a excepción de el, se veían más que alegres en aquella celebración.
A sus escasos 13 años Tomioka Giyuu estaba celebrando su boda con alguien que ni siquiera conocía.
—¡Que triste!, ¡Tanjiro-Dono se casara con alguien que es peor que el!
Giyuu apenas había podido escuchar aquellos murmullos burlentos, Sabiendo de sobra que su cara era vista por todos, siendo juzgada de igual forma.
—Este matrimonio no durará y la Guerra azotara estás tierras...
El pequeño niño se sentía atosigado por los murmullos. Quería largarse a llorar allí mismo, pero sabía de sobra que si lo hacía frente a todos no solo se burlaran más, si no que su clan lo moleria a golpes por tal insolencia.
—¡Silencio!, ¡La Ceremonia de unión se llevará a cabo Presentando al inigualable señor!
Giyuu observo entonces a quien sería su dueño de ahora en más. Llegando sobre un sillón de terciopelo rojo vivo, Con prendas singulares y portando una tela que cubría su rostro. A su lado llegaban los pocos familiares que sabía que portaba, Como su Madre, Hermana y Sobrino.
Tomioka sintió que su mundo se había derrumbado.
La "Boda" se celebró sin inconvenientes y la fiesta por la unión llego a su apogeo.
Giyuu tocó nuevamente el collar que portaba, el cual era seguido de una cadena que terminaba posada en las manos de aquel ser que ahora era su dueño. Sus ojos azulados, tristes, solo podían observar como sus familiares solo bebian felices y bailaban, Devorándose hasta lo último de aquel festín.
De reojo observo a un joven azabache acercarse a su Dueño, Sonreírle burlento pero dejar de hacerlo cuando el de melena bordo mencionó ciertas palabras que no escucho.
La noche paso a galope lento, Casi tortuoso y así Giyuu quería que fuera, Porque sabía que le esperaría una vez que el y su dueño estén solos.
Continuará.
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Moonlight [Tangiyuu-GiyuuTan]
Fiksi Penggemar« Los elogios perduran una noche, Pero los recuerdos no»