Capitulo 6

10 4 0
                                    

"Hola, ¿queréis que os haga un autorretrato? Quince euros, es para un viaje...

-No, gracias, no tenemos tiempo, adiós." Hijos de puta. No puedo más, todos repiten lo mismo: No tengo tiempo. Lo siento. No, gracias. Adiós. Sí, sí, adiós todos, gilipollas... Tengo la impresión de que el destino no quiere que vaya a ver a Emma en Barcelona. De repente, se acercan a mí un grupo de turistas asiáticos, seguramente chinos o japoneses...

"Hola, 5 retratos por favor.

-Emm, sí claro, el primero se puede sentar aquí.

-¿Cuánto dinero?

-Pues... 5 por 20... 100€." Ya sé que eran 15€, pero estoy un poco desesperada. Es la ley del mercado, los que necesitan dinero lo toman de los que lo tienen... Pero bueno, para sentirme mejor sigo:

"-Pero como sois mis primeros clientes os hago un 15%, solo serían 85€.

-Muchas gracias." La mujer se gira hacia lo que creo que es su hija mayor y le hace señas de sentarse enfrente de mí. Lentamente y un poco satisfecha de mí, empiezo lo único que me apasiona en la vida aparte de Emma, el dibujo. Elisa no lo sabe, pero en realidad, tengo una inmensa pasión por el dibujo, paso horas dibujando. Dibujando a Emma, dibujando a Lisa, dibujando todo lo que veo... Sin que me dé cuenta, ya es de noche y estoy acabando el último dibujo. La mujer parece muy satisfecha, así que me da una propina. Estoy contenta porque me doy cuenta de que, si hago dos días más igual, podré pagarme el viaje. Estoy volviendo tranquilamente a casa cuando me doy cuenta de que... detrás de mí... sí... hay una persona siguiéndome. Acelero discretamente intentando convencerme de que me estoy haciendo ilusiones, que es un error, que tal vez esté... Hombre, lo veo más distintamente ahora, solo toma el mismo camino que yo... De repente empiezo a correr y el hombre empieza a gritarme por detrás:

"-¡Chiquilla!!! ¡No corras! Has dejado caer algo." De repente, me paro y me giro, ya había llegado hasta mí igualmente.

"-Toma, dejaste caer tu lápiz detrás de ti así que quise devolvértelo.

-Muchas gracias, estoy tan aliviada de que usted no me quiera hacer nada malo, hay tanta gente...

-No se preocupe." Me dice con una sonrisa reconfortante,

"-Toma, aquí está tu lápiz." Mientras se lo saca del bolsillo, lo deja caer al suelo.

"-¡Hay qué torpe soy, lo voy a atrapar ahora mismo!" Se agacha para atraparlo, pero su pierna le da un golpe al crayón y este se cae en una alcantarilla. Un poco cansada, le digo que no pasa nada, que me compraré otro, pero insiste así que me agacho y paso el brazo por la alcantarilla. No consigo cogerlo.

"-Bueno, de verdad que no se preocupe, un lápiz cuesta 50 céntimos, no pasa nada...

-Bueno, vale, le doy 1€, lo siento mucho.

-No pasa nada, gracias a usted, adiós.

-Hasta luego." El hombre se da la vuelta y se va a paso sostenido. Mecánicamente, atrapo mi cartera para poner la moneda del hombre dentro cuando... mi puño se cierra en la nada. No hay cartera. En un solo latido de mi corazón, me doy la vuelta y empiezo a correr en la dirección del hombre...

"-¡Mi dinero!!! ¡¡¡Mi viaje con Emma, mi sueño!!!" Sigo corriendo como una loca hasta que tenga que resignarme, no volveré a ver a este hombre. Ni mi dinero, ni a Emma. Creo que, por primera vez, dudo que sea realizable, parece que el destino decidió que no iría nunca a Barcelona, ni ahora, ni nunca...

𝐸𝓁 𝑅𝑒𝑒𝓃𝒸𝓊𝑒𝓃𝓉𝓇𝑜 1: 𝐸𝓁𝒾𝓈𝒶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora