Capitulo 1 💗

25 4 0
                                    

Hay días que pueden ser descritos con una sola frase: «Ojalá no me hubiese despertado
hoy». De hecho, a veces te sientes así durante semanas. Y da igual que seas un adulto,
un adolescente o un niño. Todos hemos pasado por esos periodos inaguantables y
eternos. Hoy parecía uno de esos días.

Suspiré profundamente cuando vi todos mis apuntes esparcidos por el suelo del pasillo. Después de que el profesor de historia decidiera alargar la última clase del último día de la semana quince minutos más no tuve reflejos suficientes para frenar la marea de folios y libretas que cayeron desde mi taquilla.
Solo deseaba volver a casa tras la larga jornada y hundirme en un bol de palomitas frente al
televisor.

Además, tendría que volver andando, porque estaba seguro de que Jimin no
me habría esperado.

Y no solo eso.

Me había tocado madrugar más de lo normal para poder asistir a la última reunión semanal del club de periodismo escolar. Puede sonar muy bien, pero lo único que hacíamos era escribir artículos absurdos para la revista mensual del instituto. Ni siquiera eran artículos interesantes, a menos que quieras saber cómo pueden afectar los cigarrillos a tu rendimiento escolar o, peor, cuál será el tema del baile de fin de curso según las encuestas de los pasillos.

Desgraciadamente, ese último me tocó a mí.

A veces ni siquiera entendía cómo me dejé enredar para participar en la revista del
instituto. Supongo que fue cosa de Jimin. Él estaba convencido de que necesitaba un
hobby y como siempre me veía escribiendo en mi cuaderno decidió que la revista podía
ser para mí. Claro que una cosa es escribir listas para organizarte, imprescindibles para
sobrevivir el día a día, y otra, artículos aburridos.

Sin dejar de quejarme en voz baja me puse de cuclillas y empecé a amontonar los
folios y los cuadernos lo mejor que pude. Llevaba el pelo suelto y en los últimos meses me había crecido considerablemente , el cuál debería cortar pronto, así que algunos mechones castaños obstruían mi vista,
formando una cortina marrón entre mis cosas y yo.

Lo aparté con un movimiento rápido
mientras Lee Sunmin soltaba una risita burlona en mi dirección, susurrando algo al oído de su tonto amigo, que también me miraba y reía.

Idiotas.

No me gustaba la gente como Sunmi y su séquito de amigos, si es que se podían
llamar así. Eran cotillas, malos y ruines. En una ocasión, consiguieron hacer llorar a
una chica que se había presentado a las pruebas del equipo de animadoras, y todo
porque tenía un poco de sobrepeso. Esa gente es odiosa, aunque también insultantemente guapa, y no podía evitar estar celoso por ello.

Recogí los papeles a toda prisa y los puse de nuevo dentro de mi taquilla. Algo en mi
estómago se retorció con tristeza. Odiaba dejar mi taquilla desordenada, pero iba muy
mal de tiempo y no me quedaba otra. Tomé mi cuaderno de listas en el último momento
y lo guardé en mi mochila.

Jimin nunca ha entendido el tema de las listas y la importancia que tienen para mí.
Para él todo es muy fácil. Sus padres son una pareja cariñosa y tranquila. Solo entrar en
su casa ya se nota el ambiente relajado.

Para mí, es todo lo contrario.
En mis listas apunto todo y de todo: qué comer cada día de la semana, qué ropa llevar a clase,
cuándo hacer los deberes, qué programas ver y cuáles no... Incluso escribo los nombres de los chicos que me gustan o me han gustado en algún momento. En orden, por supuesto.

Escribí esta última lista hace poco, durante una de esas aburridas clases de historia,
en un ataque de valentía y ficción, prometiéndome a mí mismo que algún día la
cumpliría... O al menos lo intentaría. Había pensado en cuatro tipos diferentes de
chicos con los que podría salir, desde el imposible hasta el prohibido, alguien con
quien jamás me entendería, solo como recordatorio para mantenerme alejado de él.

La mejor opción~ kooktae-vmin ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora