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Estaba en mi descanso, en la hora del almuerzo, mi boca estaba saboreando una bomba se sabores distintos, mientras mis compañeros de trabajo estaban hablando relamí mi labio inferior, disguste cada rastro de mermelada que había y me quedé viendo al sandwich que tenía en mis manos... Mientras subía la mirada buscando algo, no sabía el que pero estaba buscando hasta que me encontré con él. Con aquella mirada intensa, con sus puños apretados y sus venas resaltaban mientras observaba con tanta intensidad, no sé que era exactamente pero había logrado algo, no sé el que pero lo había hecho.

Sus ojos oscuros seguían cada movimiento que hacía, nervioso retiré mi mirada de él para buscar algo de tomar y me tope con una leche de banana, pero aún cuando estuve tomando de mi leche él todavía no quitaba su mirada de mí, me sentí bien con su atención, de tantas personas que habían solo me estaba mirando a mi, sólo a mí.

-Felix ¿Qué opinas?- alguien interrumpió nuestro contacto visual, yo miré a la persona que me llamo dandome cuenta que Hwang ya no me miraba...

-¿Qué cosa?- las miré confundido, no sabía realmente lo que hablaban, Nayeon al ver que no respondía decidió repetir la pregunta.

-Rose y yo planeabamos ir a la feria el día de descanso, así que ¿Quieres ir? Ese día también descansas- la miré con un brillo en sus ojos, sabía que ella tenía cierto enamoramiento con mi persona, así que no quise aceptar pero siempre en mis días de descanso me mantenía en mi habitación encerrado viendo películas melancólicas así que no me haría daño salir un poco.

-Esta bien, salir no me haría daño- y de nuevo busqué la mirada de Hyunjin sin lograrlo, al parecer ya se había ido, pero su anterior mirada me hizo sentir tan bien de lo que esperaba, creí que había logrado una cierta atracción de él hacia mi, pero no lo sabía, tal vez me miraba por otras razones, tal vez no.

-¡Muy bien! Ya estas comprometido con nosotras- Rose y Nayeon sonríen, volteo mi mirada hacia ellas sonriendo también para no causar un mal ambiente.

Al acabar la hora del almuerzo, me dirigí a su oficina para dar nuevos reportes de su agenda.

-¿Está bien señor Lee?- mi apellido sonaba tan sexy de él, mientras parecía que él lo disfrutaba; disfrutaba pronunciar mi apellido y también disfrutaba ver lo que causaba en mi cada vez que lo hacía. Él no se quedaba atrás, cada vez que pronunciaba mi apellido lo llevaba a un ensueño que no podía controlar, yo también me divertia, también lo disfrutaba. Sentía que no era el único en estar en aquella burbuja de tanto deseo, sentí que no era el único que coqueteaba disimuladamente.

Asentí como respuesta pero al verlo no tan conforme con eso decidí responder.

-Sí señor, ¿Por qué no lo estaría?- respondí desinteresado

-Te ves un poco ansioso ¿Quieres salir ya? Recuerda que hoy trabajarás horas extras...-hace una pausa- Pero si soy el causante de eso, tendré que hacerme cargo ¿No?- responde y lo mire con los ojos abiertos. Mi garganta se secó, había algo que no terminaba de entender, era si el deseaba lo mismo que yo, ¿Y si era así? ¿Qué haría?

Lo mire por un rato y el rie pareciendo como si se estuviera burlando de mí, me encantaba que se burlará de mi ya que era una de las únicas formas de que el sonreía, amaba su sonrisa y deseaba su cuerpo...

Sabía que si seguía así esto no iba a llegar muy lejos, sabía que yo sentía más que deseo y atracción por él, quería todo de él, no me importaba si se burla de mí o me toma como loco, lo quería. Mis manos empezaron a sudar, mi cuerpo empezó a debilitarse, creí que iba a desmayarme de los nervios.

-Felix, últimamente has estado muy distraído ¿Puedo saber lo que pasa?- Hyunjin voltea a verme, lo miré nervioso, no quería que descubriera lo que sentía por él, pero soy tan transparente que hasta un tonto se daría cuenta.

-He estado estresado, es todo...- excusé, él abre sus piernas y se acomoda en su asiento, no pude evitar bajar mi mirada hacia su entrepierna y ver un bulto ahí, me sorprendió, sabía que tenía una erección. Sentí mi respiración alterarse, sentí mis manos sudar, quería salir corriendo de aquella tensión.

Debí soltarlo todo, debí decir que era su culpa, que era su jodida sonrisa la que me distraía, era aquél cuerpo que me hacía imaginar cosas prohibidas. Y si hubiera sido valiente ya estaría encima de él contándole lo mucho que me provocaba.

-¿Puedo saber la razón de ese estrés?- alza una ceja.

Aprieto mis labios, junto mis manos, el observa cada movimiento que hago, era sorprendente lo mucho que me causaba su mirada.

-No es nada importante señor- lo miro levantarse de su asiento y verlo caminar en la oficina hasta quedar detrás de mi, no quise mirar, pero mi ansiedad por saber que estaba haciendo me ganaba de a poco.

-Así que, ¿No soy el causante de aquél estrés?- dice mientras me toma de los hombros haciéndome soltar un brinquito-¿No soy el causante de que estés fantaseando con mi cuerpo encima tuyo haciéndote lo que más quisieras que te haga, fantaseando con tocarte con mis manos y separar tus piernas para hacerte lo más prohibido posible?- susurró en mi oído mientras que su aliento chocaba contra él.

Me congelé en mi asiento, me aparté de él al darme cuenta mejor de lo que había dicho, me volteo a verlo de frente a frente y su reacción fue burlarse de mí con aquella mirada, con su ceja levantada y su jodida sonrisa.

-¿Q-Qué está diciendo señor?- me trabe con mis propias palabras, no podía hablar en aquel momento con su mirada oscura, profunda e incluso fría examinando todo mi cuerpo.- E-Está malinterpretando las cosas señor- traté de decir claro y preciso pero salió como un murmuro.

-¿Así es?- me miró con una sonrisa juguetona, yo retrocedo mientras él avanzaba su paso hacia mí, choque con el escritorio, me sentí asustado y excitado, no sabía que era lo que sentía en realidad, pero pude ver una pisca de excitación en su rostro, sentí como se me salía el alma cuando su pierna abrió un espacio entre las mías mientras sentía como su respiración chocaba contra la mía-¿Estoy equivocado en pensar que esto te gusta?- susurra muy cerca de mis labios, traté de alejarlo, traté de hablar y decir que las cosas no eran así, pero su maldita sonrisa seguía ahí, tan cerca... Sus ojos bajaron hasta mis labios entreabiertos y supe que lo había perdido todo...

-¿S-Sí?- respondí de la manera más torpe y tonta, mi voz temblaba más de lo que debería y en vez de haber salido como respuesta salió como pregunta, sentí su risa contra mi cuerpo y fue como si estuviera en el mismísimo paraíso.

-¿Me está preguntando o respondiendo?- se acercó nuevamente a mi oído, sentí un escalofrío en todo mi cuerpo, me sentía tonto e intimidado ante él, sentía una mezcla de emociones y sensaciones en mi cuerpo, él sabía lo que me causaba y lo disfrutaba al máximo. Sentí sus manos apretar mi cintura hasta que doliera, y me encontré ahogado en suspiros, sentí como me subió a su escritorio haciéndose entre mis piernas mientras me miraba con su sonrisa burlona.-¿Se siente bien?

Asentí, dejándome llevar por mis instintos, me dejé llevar por mis hormonas pareciendo un adolescente. Lo ví acariciar mis labios con un dedo, cuando tuve el valor, lo miré a los ojos y pude notar lujuria en él...

-Chupalo- lo miré confundido, el vuelve a sonreír- vamos, chupalo- sabía que se refería a su dedo así que obedecí como si fuese un sumiso o su sumiso.

Lo mire fijamente mientras chupaba la suavidad de su dedo, como si fuese una paleta lo hice. Una de sus piernas se pegó contra mi entrepierna, y sin estar consiente de lo que hacía me restregue contra está... Su dedo no duró mucho en mi boca, lo ví pasar su dedo por sus labios, me agarró más fuerte de la cintura y me atrajo más hacia su cuerpo, de ahí se acercó a mi cuello y empezó a soltar besos ahí, solté un pequeño jadeo al sentirlo en mi cuello, se adueñó de él mientras dejaba lamidas, habían gemidos que trataba de reprimir.

-Eres delicioso...- murmura, mis manos se dirigieron por si solas a su cabello empezando a masajearlo y jalarlo suavemente, sentí su erección contra la mía cuando se apegó más a mi.

Amaba esto, podía sentirlo, se estaban cumpliendo mis más oscuros deseos, lo amaba y él lo sabía.

-¿Señor Hwang? Lo buscan- Rose tocó la puerta, ambos nos miramos, yo me asusté separandome de él de inmediato y casi brusco, lo escuché gruñir mientras acomodaba su corbata.

Sentí mi rostro arder y no podía creer lo que habíamos hecho...

𝙈𝙮 𝙗𝙤𝙨𝙨 ☠ Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora