04

9.1K 619 465
                                    

Hyunjin siempre fue una fuente constante de molestia para mí, y era increíblemente frustrante que él me dejara en un estado desesperado y con una erección. Sabía que esto no debería estar sucediendo, sabía que éramos demasiado diferentes para estar juntos, pero no podíamos evitarlo.

- Por supuesto que puedes, señor Hwang - le dije, mientras la tensión comenzaba a llenar el ambiente. Hyunjin me miró con un destello de deseo en sus ojos, algo dentro de él despertó cuando le llamé así. Él pasó su mano por su cabello, mostrando su frustración. Debería estar con una hermosa esposa y un heredero en camino, pero en cambio, él eligió a alguien como yo. Sabía que había estado esperando este momento tanto como yo, y tenía miedo de que se alejara y me dejara así.

Comencé a acercarme a él lentamente, seguro de que estaba confundido. Pero no podía permitir que se arrepintiera en el último momento, simplemente no podía dejarlo. Vi cómo su mandíbula se tensaba, sabía que quería alejarse, pero se mantuvo en su lugar. Me acerqué aún más, hasta que estuvimos cerca de nuevo. Pude sentir su respiración entrecortada, y fue entonces cuando ambos no pudimos resistirnos más. Nos besamos como si fuera lo último que haríamos, él me agarró con desesperación de la cintura y me apretó contra él, sintiendo su erección más dura que nunca. Él bajó sus manos hasta mis muslos y me hizo saltar para envolver mis piernas alrededor de su cintura. Me llevó hasta una mesa y me sentó en ella, derribando lo que había en ella. Sentí cómo se quitaba la corbata y volvía a besarme con desesperación.

- Eres adictivamente irresistible - me susurró mientras se separaba y me miraba a los ojos. Sentí cómo el rubor subía a mis mejillas y bajé la mirada, como si no hubiera sido yo quien lo había incitado momentos antes. - Mírame...

Levanté la mirada y vi sus pupilas dilatadas, ambos estábamos perdidos. Bajé la mirada hacia sus labios, me acerqué de nuevo a él, agarré su camisa y lo besé una vez más. Él agarró mis mejillas y profundizó el beso, yo bajé mi mano hasta tocar su entrepierna, causándole un gemido. Ambos comenzamos a desabotonar nuestras camisas, estaba tan absorto en el momento que ni siquiera me di cuenta de cuándo él comenzó a lamer mis pezones y acariciar mi erección desesperadamente.

Entre jadeos, él comenzó a bajar sus besos hasta llegar cerca de mi erección. Me miró con esos ojos dilatados y una sonrisa se formó en su rostro. Bajó la cremallera y liberó mi miembro.

- ¿Qué es lo que deseas, Felix? Dímelo - me preguntó.

No podía creer lo que me estaba preguntando, solo quería agarrar su cabello y acercarlo más.

- Q-Quiero que... - no pude terminar la frase, él levantó una ceja como si se burlara de mí. Sabía que él estaba tan desesperado como yo, así que daba igual. - Quiero que me la chupes.

Su sonrisa iluminó mi mundo, mientras un cosquilleo de emoción revoloteaba en mi estómago. Hyunjin se acercó lentamente, su rostro rozando mi miembro. Cuando finalmente me envolvió con sus labios, una explosión de sensaciones hizo que las estrellas estallaran en mi mente.

Era un torbellino de gemidos, solo incoherencias salían de mi boca, él me envolvía tan bien que agarré su cabello para que continuara, a pesar de que él no tenía intención de detenerse.

- Hyunjin... - gemí su nombre, mientras él continuaba con sus movimientos, haciéndolos más rápidos. Sentí una oleada de placer recorrerme, me estremecí por completo al darme cuenta de que él me había estado observando todo el tiempo. La tensión se acumuló en mi vientre y experimenté un estallido de placer intenso, culminando en su boca.

Una sensación de completa satisfacción recorrió mi cuerpo, sintiéndome finalmente triunfante y capaz de celebrar mi logro. Sin embargo, mi alegría se desvaneció rápidamente cuando Hyunjin se levantó y evitó mi mirada, aplastando mis esperanzas en un instante. Una oleada de decepción me invadió al ver cómo se abotonaba la camisa con indiferencia, mientras mi estómago se revolvía en incomodidad.

- ¿Qué estás haciendo? - pregunté, consciente de sus intenciones, sabía que Hyunjin iba a dar la misma respuesta de siempre...

- Vistiendome, ¿no lo ves? - alzó la mirada hacia mí, y sentí un escalofrío recorriendo todo mi cuerpo.

- Pero... - No me dejó terminar cuando se acercó y volvió a besarme. En ese momento, una sensación de paz inundó todo mi ser, miles de mariposas revoloteaban en mi estómago, deseando que nunca se fueran. No sabía si Hyunjin se arrepentía o era yo quien lo hacía.





𝙈𝙮 𝙗𝙤𝙨𝙨 ☠ Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora