RAMÉ

Capítulo#5: Extrañas Casualidades

Desde que llegamos de casa de mis abuelos me la he pasado encerrada en mi cuarto. No he dejado de pensar en mi beso con aquel desconocido, la mudanza del hijo del señor Williams y el nuevo. Lo primero no me preocupa tanto...digo es normal besarse con alguien y no te acuerdes.

Eso no es lo que más te preocupa.

Ah no y qué es según tu.

El nuevo y el vecino.

Puede ser.

Soy levantada de mi cama por un ruido proveniente de la habitación de enfrente. Me acerco para escuchar mejor y....

Joder que horror, en serio. Se escuchan algunos gemidos y la cama chocar en la pared. Por lo que veo al vecinito le gusta lo duro. Pero no puede bajarle un poco el volumen a su acompañante.

Me veo obligada a cerrar la ventana para no escuchar la mañas del vecino y poder concentrarme en dormir.

***

En la madrugada siento el ruido de un carro encenderse cuando me asomo logro ver un auto descapotable azul irse. Al levantar la vista noto la figura de alguien en la ventana del frente.

Debido a la oscuridad no puedo ver bien su cara. Pero si logro distinguir que tiene un cigarrillo en la boca el cual retira soltando una bocanada de humo.

Diablos... Me está mirando fijamente, no despega sus ojos de mi.

--¿Y tú qué miras?--me está hablando a mi.

--¿Yo?

--No, le hablo a la persona detrás de tí--volteo, pero no hay nadie. Seré tonta claro que no hay nadie.

--Nada, solo que me despertó el ruido del coche que se acaba de ir.

--Diría que lo siento, pero no soy una persona mentirosa--arrogante--Veo que eres un poco chismosa.

--Me gusta decir que soy curiosa--me encojo de hombros.

--Si, si. Como sea--bota el cabo del cigarro y me cierra la ventana en la cara.

Pero que mal educado por dios. Creo que va a ser un poco difícil tener que convivir con alguien así.

***

--¡Amyyy!--gritan desde abajo--el desayuno está listo.

Bajo de mala gana pues todavía tengo sueño y me siento junto a mis padres en el sofá de la sala.

--¿Ya conociste al hijo del señor Williams?--pregunta mi padre.

--No, por..

--Nada, pensé que como andabas de curiosa ya lo habías visto.

Se levanta y se dirige a la cocina con los platos y mamá aprovecha para girarse hacia mi.

--El hijo del vecino es el chico que te conté que te trajo a casa--espera, qué--Lo reconocí al instante. Hasta me preguntó por ti.

--¿Estás  segura?--no puede ser si ni siquiera lo conozco.

--Claro que sí.

--Pero sino lo conozco ni de vista.

--Bueno, creo que deberías agradecerle.

--En cuanto me arregle voy--me encamino a mi cuarto.

No se ni por donde empezar en realidad. No tengo la más mínima idea de por qué me trajo sin siquiera saber quién soy. Bueno si ya me dejó una nota diciendo que no lo vigilara es por algo.

Se acaba de mudar por completo al barrio. Esperen.. la fiesta del nuevo fue en casa de Mateo porque él estaba de mudanza y por eso no podía ser en su casa. Noo, ya sería demasiada coincidencia.