Capítulo#3: La Pelea Del Año.

6 2 0
                                    

Cuando logro alejarme soy detenida por una voz que soy capaz de reconocer.

--Veo que te gusta pelear con todos--mencionan a mi espalda.

--¿Quieres ser el siguiente?--lo reto.

Al voltearme me encuentro con un rostro que me es difícil de reconocer.

No puede ser, pero si es el chico nuevo que tanto buscabas.

Yo no estaba buscando a nadie.

Se encuentra malditamente cerca de mi, por lo que puedo ver cada fracción de su rostro. Sus ojos azules claros me observan de arriba a bajo deteniéndose por unos pequeños segundos en mis labios. Una parte de su cabello castaño cubre su frente. Su mirada me resulta tan intimidante que me cuesta mantener el contacto visual. Doy dos pasos atrás, pero me veo forzada a detenerme cuando choco con la pared.

--¿Tienes miedo?--pregunta sacándome de mis pensamientos.

--¿De ti?--el asiente con la cabeza--No lo creo.

--Eres muy mala mintiendo, Amy--espera, qué, cómo sabe mi nombre--Te preguntarás cómo se tu nombre--no soy capaz de articular alguna palabra-- Pues... Digamos que tengo mis contactos.

--Así que has investigado sobre mí.

--Puede ser--encoge un poco los hombros.

--Y no lo niegas.

--No soy un hombre mentiroso.

Es tan fastidioso que sepa mi nombre aún cuando yo he intentado conocer el suyo. Y dirán que porqué no le he preguntado directamente a mi amiga, lo hubiese hecho, pero sacaría conclusiones que no son.

--¿NOHAAAA!--alguien grita y el se gira dejándome a un lado.

Así que ese es su nombre. ¡Noha, se llama Noha!

No disfrutes mucho por saber su nombre.

¿Por qué?

Acaso no oíste de quién provino la voz.

Oh, oh. No puede ser. Entre tantas personas tenía que ser Sophie.

--¡Me encontraste!--responden a mi lado.

--Te estaba esperando--informa--Y como vi que demoraba desidí bajar a buscarte. Ya sabes para que--sonríe con lujuria en sus ojos.

--Claro, no me había olvidado. Solo me entretuve un poco--sonríe mientras se encamina a las escaleras--¿Subimos?

--Adelantate un momento, enseguida subo--ya se lo que trama.

El sube haciendo caso a su pedido y yo dirijo mi atención a la pelirroja que tengo en frente detallando su vestuario. Porta un vestido negro sport que se adhiere perfectamente en ella resaltando su cuerpo,lleva el cabello suelto y calza unos hermosos tenis de marca con algunos detalles en  negro. Cuando ya no hay rastro alguno del nuevo Sophie me mira con cierto odio.

--Creo haberte advertido no acercarte a él. O se te olvidó.

--Y yo creo que te respondí buena cumpliendo órdenes y mucho menos si venían de ti--me defiendo.

No se en que momento exactamente termine en el piso con la pelirroja encima de mi jalandome los pelos y gritando. Trato de golpearla pero soy detenida por un puñetazo que va directo a mi ojo derecho. La furia es tan inmensa que saco todas mis fuerzas y termino a horcajadas sobre ella y le propino unos buenos golpes tal como me enseñó mi padre cuando era pequeña.

En el fondo puedo oír como todos a mi alrededor gritan pidiendo más pelea. Justo cuando estoy a punto de darle en la cara soy apartada de ella con brusquedad. Trato de zafar me, pero lo me lo permiten. A Sophie la llevan a una de las habitaciones de arriba y yo soy llevada a la cocina para colocarme hielo en el ojo morado y en las manos hinchada por causa de los golpes.

--Puedo decir que si tenía razón al decir que te gustaba pelear--no me había dado cuenta de quien me había traído hasta ahora.

--¿No deberías estar con tu novia?

--¿Mi novia?--dice con asombro--Yo no tengo novia.

--Deverías informarle. Casi me mata.

--No lo creo--ríe--Tienes una buena derecha.

--Supongo que después de todo las clases de mi padre silvieron de algo.

--Ya veo--asiente--Tomaré nota. No quiero que desfigures mi hermoso rostro.

--Presumido--digo casi en un murmullo.

--¿Perdona?

--Nada--miento--Que mejor me voy a beber un poco.

--Bueno, entonces fue un placer verte pelear Amy.

Me marcho lo más rápido posible con la clara intención de emborracharme.

***

No se exactamente cuanto tiempo ha pasado, como tampoco se la cantidad exacta de alcohol que he bebido. Todo me da vueltas y la música me da jaqueca. No tengo idea de como logro llegar al patio y me ciento en el borde de la piscina para respirar un poco de aire. Al cabo de unos minutos siento unos pasos acercarse en dirección a mi. Solo se que una figura masculina me hace compañía. No sabría decir si es por el mareo u otra cosa pero ko logro distinguir su cara. Me le quedo mirando por un par de segundos y termino besándolo.

Y aquí me encuentro en el patio trasero de un a casa que no es mía, llena de jóvenes borrachos, besando a un completo desconocido. Conforme va pasando el tiempo el beso se va tornando más carnal, con más pasión. Pero me aparto rápido de aquel sujeto y termino vomitando todo. Al girar me noto que estoy completamente sola otra vez.

--Aquí estás--me llama Mike--Te he estado buscando por todas partes.

--Pues aquí estoy.

--Ya veo. Creo que es hora de irnos.

--¿Y Cami?--pregunto por mi mejor amiga.

--Mateo se encarga de llevarla hasta su casa--lo sabia.

--¿Por qué estás girando?--todo me da vueltas--Creo que me voy a desmayar.

--¿Qué?--duda--¿Ahora?

Es lo último que escucho antes de que todo a mi alrededor se torne de negro y termine desplomandome en el suelo.

***

Soy despertada por unos fuertes deseos de vomitar que van pasando poco a poco. Cuando abro bien los ojos noto que estoy en mi habitación.

¿Cómo demonios terminé aquí?

Miro la hora en el reloj situado en la mesita de noche y marca las cuatro y media de la madrugada. Por la ventana entra una fría brisa que me da escalofríos. Decido levantarme a cerrarla, pero noto que la ventana de la recamara de enfrente está abierta también. Eso si es raro, jamas la había visto abierta. Cierro la mía y corro las cortinas y antes de acostarme soy detenida por una asqueada y corro en dirección al baño. Al volver echo una pequeña ojeada al cuarto frente al mío. La ventana se encuentra totalmente cerrada y logro distinguir un pedazo de papel con algo escrito en ella. No puedo ver bien debido a la lejanía, corro al armario en busca de algo que me facilite ver de cerca do que dice aquella nota. En una caja al fondo encuentro unos prismáticos que usaba cuando era pequeña para jugar. Los agarro y me dirijo hacia el ventanal.

Oh, oh. Me quedo pasmada al ver lo que dice aquel papel.

Nota: Deja de espiarme.

Voy rápidamente hacia mi cama y me tapo de pies a cabeza con temor. Definitivamente hay alguien más a parte del señor Williams en esa casa y no voy a parar hasta averiguar de quien se trata.

RAMÉ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora