Al día siguiente, Bella se encontraba en el estudio, trabajando en el disco que estaba por sacar. Aún no lo había anunciado, pues no lo tenía terminado. Además, quería añadir algunas colaboraciones más, aunque ya tenía un par. No sabía a quién sumar al disco todavía, aunque una idea pasó de inmediato por su cabeza: Tokio Hotel.
–Bella, te están llamando.– su productor le mostró el móvil desde el otro lado de la cabina.
–¿Quién es?– cuestionó, dejando la guitarra sobre el soporte para que no se cayese.
–No lo sé, es un número desconocido.– dijo, encogiéndose de hombros. –No lo tienes en tus contactos.
Bella agarró el teléfono y descolgó, caminando fuera de la sala para poder tener más privacidad, ya que no tenía ni idea de quién podía ser. Tal vez era algún productor o una compañía.
–¿Quién es?
–Bella.– se escuchó al otro lado de la llamada.
–¿Bill?– cuestionó algo sorprendida, sentándose en el pequeño sillón que había en la sala. –¿Cómo has conseguido mi número?
–Me lo ha pasado Tom.– comentó tan tranquilo.
–¿Y cómo ha conseguido Tom mi número?– con el ceño fruncido, se levantó del lugar y caminó hasta el balcón.
–Ayer, después de la entrevista, se lo pidió a Bianca.– resolvió su duda, seguido de una pequeña carcajada. –Si no se lo llega a pedir, revienta.
–Hay que ver con el pequeño Tommy.– carcajeó, a la vez que sacaba el paquete de cigarrillos de su bolsillo, y posaba uno sobre sus labios, encendiéndolo con el mechero que había sobre la mesilla.
–Espero que nunca te escuche llamarlo así, porque te odiará de por vida.
–Entonces no dudaré en llamarlo así cuando lo vea.– ambos rieron. –¿Para qué me llamabas?
–Ah, sí. Nos ha dicho nuestra representante que el programa de ayer causó sensación, fue el programa más visto del mes.– explicó. –No paran de salir vídeos y vídeos de tu actuación imitando a Tom, de verdad que no dejo de verlo.
–He recibido miles de mensajes acerca de ese vídeo.– asintió con la cabeza, aunque no la estuviese viendo. –La verdad es que es genial.
–Lo es. A lo que iba, es que nuestras representantes han pensado que podíamos hacer algo juntos, tú y nuestra banda. Sería una bomba.
–Eso implica tener que ver a tu hermano otra vez, ¿no?– dio otra calada a su cigarro, mientras subía levemente el volumen de la llamada.
–Sí, pero también implica verme a mí otra vez.– pudo notar un ligero coqueteo en sus palabras.
–No digas más, con eso me has convencido.– contestó en el mismo tono, provocando que ambos comenzaran a reír. –¿Y habéis pensado algo ya?
–No lo tenemos muy claro, por eso te llamaba.– esclareció. –Por eso, habíamos pensado en que vinieras hoy a casa, y así podemos acordar algo.
–¿Eso implica merienda y cena incluída?– burlona comentó.
–Si aceptas, estará cocinada por el mismísimo Bill Kaulitz.
–Una oferta tentadora e irrechazable, querido Kaulitz.– expulsó el humo de sus pulmones. –Me parece que tendré que aceptarla.
–Me parece que sí.– carcajeó. –Oye, estate quieto, estoy hablando yo.
Notó como le habían quitado el teléfono, y no hacía falta que hablara para saber quién había sido el responsable de ello. Le parecía tan predecible en algunas situaciones, que le causaba risa, tal vez, hasta un poco de ternura.
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𝐕𝐎𝐋𝐓𝐀𝐉𝐄 | TOM KAULITZ
Fanfiction𝘊𝘳𝘰𝘴𝘴 𝘮𝘺 𝘩𝘦𝘢𝘳𝘵, 𝘩𝘰𝘱𝘦 𝘵𝘰 𝘥𝘪𝘦. 𝘛𝘰 𝘮𝘺 𝘭𝘰𝘷𝘦𝘳, 𝘐'𝘥 𝘯𝘦𝘷𝘦𝘳 𝘭𝘪𝘦. -Tened cuidado, uno de los dos no va a salir bien parado en este juego. [𝐓𝐎𝐌 𝐊𝐀𝐔𝐋𝐈𝐓𝐙 ]